Cómo es la experiencia de dormir dentro de una obra de arte

Un museo de Virginia recrea a escala humana el cuadro 'Western Motel', de Edward Hopper, e invita a los visitantes a pasar una noche en él

Hay muchos hoteles que presentan sus colecciones de obras de arte, pero pocos museos se animan a dejar dormir a sus visitantes en las galerías. Y menos dentro de un cuadro. Pero un museo de Virginia buscar crear tendencia.

El Museo de Bellas Artes de Virginia (VMFA), en la ciudad de Richmond, recreó con lujo de detalles la obra Western Motel, del artista norteamericano Edward Hopper.

Un cuadro a escala humana

Ubicada en una sala del museo, se trata de una reconstrucción a escala humana de la habitación del cuadro, con sus paredes verdes, su cama con cabezal cilíndrico y manta roja, tres maletas que ahora se llamarían vintage, un sillón con el tapizado del mismo color, un par de mesas de noche y de fondo, una puerta abierta y una ventana falsa con un Buick transitando por un paisaje montañoso que no existe.

La habitación reproduce con gran exactitud de detalles la obra Western Motel de Edward Hopper

Solo falta la mujer de vestido rojo y mirada vacía que está en el centro de la obra original.

La experiencia de dormir en un cuadro

La propuesta del VMFA se vende desde los 150 a los 500 dólares (135 a 452 euros). El paquete más exclusivo comprende el check-in a las 16:00 horas, una cena en el Amuse, el restaurante del museo; una visita guiada personalizada a cargo del comisario de la muestra, así como otro tour a una de las otras muestras a elección.

Western motel, el cuadro de Edward Cooper. Foto: VMFA.
Western motel, el cuadro de Edward Cooper. Foto: VMFA.

Tras haber dormido en el cuadro de Hopper, a las 8:30 horas el huésped desayunará un brunch en el elegante Hotel Green y probará su habilidad en un mini golf cercano.

La convocatoria tuvo tal éxito que los paquetes para dormir en el cuadro de se agotaron enseguida.

La muestra por dentro

La muestra “Edward Hopper y el hotel americano” está integrada por 60 cuadros de este artista relacionados con la hostelería, entre pinturas, bocetos e ilustraciones para publicidades, muchas de ellas portadas de la revista Hotel Management, dirigida al sector profesional.

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También hay 35 trabajos de otros artistas integrados en las temáticas de los viajes, desde pinturas de 1830 a series fotográficas de aeropuertos.

La habitación del cuadro está recreada con lujo de detalles. Foto: Style Week
La habitación del cuadro está recreada con lujo de detalles. Foto: Style Week

Retrato de los cambios sociales

La producción más intensa de Hooper, en la década de los ’50, coincidió con la expansión del automóvil en EEUU. El artista y su esposa Jo recorrieron la extensa geografía del país, y de estas experiencias surgieron sus cuadros con moteles de carretera, elegantes lobbies, sillones vacíos, esperas en cafeterías, restaurantes de pueblos y habitaciones decoradas con desgano.

Los cuadros de Hopper reflejan cómo cambiaba la sociedad de EEUU en la década de los ‘50

Las miradas frías y la desazón de las personas retratadas coinciden con la decepción de Hopper ante un mundo que cambiaba, quizás demasiado rápido para su espíritu conservador.

Muchos de los pueblos que vivían del turismo interno languidecen desde que las carreteras secundarias fueron olvidadas por las autopistas. Los aviones reducen las distancias drásticamente. Los cuadros de Hopper son un reflejo de una época no tan lejana, apenas 60 años atrás, pero que ya no volverá.

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