Turismo cultural: la llave necesaria para la recuperación

La cultura es una de las palancas que tiene el turismo para recuperar su actividad tras el forzado paréntesis de la pandemia. Pero su expansión tiene que realizarse sin perjudicar los intereses de los ciudadanos y protegiendo el patrimonio histórico.

Esas son algunas de las conclusiones que se aportaron en la mesa redonda ¿Cómo puede la cultura generar experiencias únicas?, uno de los debates que se pudieron ver en la segunda jornada del Future of Tourism World Summit, que congrega a más de 300 expertos para analizar los rumbos que debe tomar esta actividad.

El delicado equilibrio entre turismo y cultura

La moderadora Isabel Oliver, asesora de la secretaría general de la Organización Mundial del Turismo, recordó que “la cultura es un elemento diferenciador” de la oferta turística, y que la transformación del sector en una actividad más sostenible y apuntalada por la digitalización tiene que lograr que “los productos locales se incorporen a la actividad turística”, pero con un elemento clave: resguardar los valores patrimoniales de las comunidades.

«La cultura es un elemento diferenciador del turismo».

Isabel Oliver

Jonathan Gómez Punzón, de la Dirección General de Turismo de Málaga, recordó que el turismo cultural ha sido un “polo dinamizador” para la ciudad, que lo llevó a ser -dijo- uno de los centros culturales “más importantes del mediterráneo europeo”.

Con una estrategia que empezó por la peatonalización del centro hace 10 años, se buscó promocionar figuras locales como Pablo Picasso y convocar a grandes centros de arte como el Museo Ruso y el Pompidou, ejemplificó, “para que la cultura sea protagonista entre turistas y ciudadanos”.

La cultura, la herramienta para desestacionalizar la temporada

El director de Turespaña Miguel Sanz recordó que si bien el país es líder mundial en turismo vacacional necesita del valor cultural “que sirva como desestacionalizador de destinos”.

“España es el tercer país con más sitios declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco, pero en percepciones y menciones ocupamos en quinto o sexto lugar. Aquí hay un margen para mejorar y aprovechar, y poder transformar el producto turístico”.

Para ello, adelantó, Turespaña promoverá encuestas de satisfacción a los visitantes para saber qué les gustó y qué no les han conformado de su estancia, “para crear productos alineados con la demanda”, indicó.

El equilibrio con la población residente

Pero el tema de la demanda turística no puede ser armado sin tener en cuenta a los residentes. Ese fue el punto en que se centró Xavier Marcé, concejal de Turismo e Industrias Creativas del ayuntamiento de Barcelona.

“Hay que invitar a la gente a que participen, a que formen parte del proceso de debate para ver cómo descentralizar los puntos de interés; que no condicionen solamente las visitas, sino también los elementos inmobiliarios”, precisó Marcé.

Lo que se busca, sintetizó, es descomprimir los barrios que tienen mucha presión turística, ofrecer nuevos espacios para los visitantes para que puedan conocer la ciudad.

“La cultura es determinante para transformar el turismo”, agregó, la cual calificó como “un lenguaje universal que entendemos todos”.

La triple estrategia de Murcia

En la mesa redonda también participó Marcos Ortuño, consejero de Presidencia, Turismo y Deportes de Murcia, quien detalló que en la comunidad autónoma la faceta cultural se promueve a través de tres ejes.

“La cultura es un lenguaje universal que entendemos todos”.

Xavier Marcé

Uno es la promoción de eventos como los festivales musicales, otro es la difusión de los atractivos patrimoniales, con el pasado “trimilenario” de Cartagena, y la tercera línea es el impulso del turismo religioso, con la declaración del 2024 como Año Jubilar a Caravaca, “donde estamos preparados para recibir a un millón de peregrinos”, indicó.

Manuel Alejandro Cardenete, presidente de la organización NECSTouR, recordó que esta entidad elaboró la Declaración de Barcelona bajo la consigna “Mejores lugares para vivir, mejores lugares para visitar”.

En ellas, en búsqueda del equilibrio en el turismo, establecieron cinco parámetros, que son la gobernanza inclusiva (“que lo que sea bueno para los residentes sea también para el turista”, dijo); la accesibilidad, digitalización e inclusividad; el añadir valor pero sin dejar de lado a los ciudadanos; el equilibrio entre desarrollo económico, cultural y de las personas; “y la necesidad de conectar personas con personas”.