¿Qué vuelo hay que tomar para llegar a un país sin aeropuerto?

Lo primero que uno hace cuando quiere viajar a un destino más o menos lejano es verificar qué vuelos llevan allí. ¿Pero qué sucede cuando el punto final es un país que no tiene aeropuerto?

Por esos caprichos de la historia en Europa hay un puñado de micro-estados que son tan pequeños que no tienen ninguna terminal área.

En algunos casos, no es un tema de tamaño (de hecho algunos microestados de Oceanía tienen al menos una pista para recibir aviones) sino de su complicada orografía, que no les ha dado la superficie plana necesaria para instalar un pequeño aeródromo.

Andorra

Este es el caso de Andorra. El país de los Pirineos tiene 468 km2, y tendría espacio suficiente para instalar una pista y un par de hangares, pero sus valles son demasiado angostos y la maniobrabilidad sería casi una misión imposible para los pilotos.

El principado cuenta con un helipuerto en su capital Andorra la Vella, inaugurado en 1999, y situado en el sexto piso de un edificio céntrico.

Andorra no tiene aeropuerto pero sí cuenta con helicópteros que en pocos minutos acercan al aeródromo de Barcelona-El Prat

Desde aquí se puede contratar un servicio hasta el aeropuerto de Barcelona-El Prat (a 2:30 horas en coche, y conectado con servicios de bus regulares).

A 20 minutos de la frontera española está el aeropuerto de Andorra-La Seu, propiedad del gobierno catalán. Tiene una pista de 1.440 metros de largo, pero solo operan vuelos privados y de alquiler, aunque cada tanto se anuncia que empezará a recibir aviones comerciales.

Mónaco

Rodeado por Francia al norte y el Mediterráneo al sur, el pequeño principado de Mónaco es el estado más densamente poblado del mundo, y uno de los focos de riqueza más importantes de Europa.

En sus reducidas dimensiones de 202 hectáreas no tiene espacio para pensar en aeródromos, por lo que los visitantes tienen que llegar hasta el aeropuerto internacional de Niza-Costa Azul, que se encuentra a solo 25 minutos por carretera.

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También se puede llegar en un servicio regular de autobuses, que transita por la autopista A8.

Pero si alguna persona tiene pocas ganas de esperar puede contratar un vuelo en helicóptero en la empresa Monacair, que tiene salidas cada 15 minutos, y que incluye servicios de transfer gratuito y de despacho de equipaje directo al aeropuerto de Niza.

Liechtenstein

Este estado de 25 km2, a pesar de tener una población que no llega a los 40.000 habitantes, cuenta con una de las rentas per cápita más altas de Europa.

Al estar en un valle montañoso entre Austria y Suiza, la única manera de llegar es con los ferrocarriles helvéticos o a través de sinuosas carreteras.

Desde Liechtenstein el aeropuerto más importante es el de Zúrich, a 115 km de distancia

El aeropuerto de importancia más cercano es el de Zúrich-Kloten (a 115 km), aunque también se puede optar por aterrizar en el de San Galo-Altenrhein (en Suiza, a 50 km) o en el alemán de Friedrichshafen (en territorio alemán, a 85 km).

A lo sumo, en el pueblo de Belzers, en el extremo sur del pequeño país, funciona un helipuerto donde hay basados tres helicópteros que acercan a los dos estados alpinos vecinos.

San Marino

Rodeado por territorio italiano por los cuatro puntos cardinales, este montañoso estado de 61 km2 está muy bien comunicado por vía aérea.

Desde San Marino en menos de media hora en coche se llega al aeropuerto internacional de Rímini

Por supuesto que en sus pequeñas dimensiones y con el territorio de valles y sierras no hay manera de que aterricen aviones, pero el aeropuerto Federico Fellini-Rímini está a solo media hora de coche; más rápido que si uno viviera en las cercanas Áncora o Rávena.

Ciudad del Vaticano

Es una situación similar a la del Vaticano. Es un estado soberano, sí, pero al estar enclavado en el medio de Roma tiene las mismas comunicaciones que cualquier residente de la capital italiana.

Para llegar en avión hay que aterrizar en los aeropuertos de Roma-Fiumicino o el de Roma-Ciampino.

El primero está comunicado con la ciudad eterna con el ferrocarril rápido Leonardo da Vinci, mientras que al segundo se llega en un servicio regular de Trenitalia.

Y una vez en la estación de Termini, es cuestión de tomar el metro hasta las estaciones de Ottaviano o Cipro, sobre todo para evitar el infernal tránsito romano.