Museo Lavazza: el más excitante viaje por el universo del café

Diseño, tecnología… y mucho café. El nuevo museo Lavazza consagra su innovador y vanguardista espacio al venerado arte italiano del ‘espresso’

Nos vamos hasta la elegante ciudad italiana de Turín, capital de la región del Piamonte, para conocer de primera mano el Museo Lavazza, un espacio íntegramente dedicado al café, en el que impera el diseño y la tecnología.

A los pies de los Alpes, Turín es una bella ciudad que luce por su notable arquitectura y su refinada cocina. Grandes plazas y bulevares, así como edificios, antiguos cafés y palacios barrocos están entre sus señas de identidad.

Por algo el país transalpino es el lugar donde nació el espresso y el único reducto que se resiste a la multinacional norteamericana Starbucks

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Además, la urbe posee una oferta museística de primer orden, que se ha visto agrandada con la inauguración el pasado verano, del  innovador y vanguardista Museo Lavazza consagrado íntegramente al café.

 

Culto al café

Desde los albores del siglo XVI, cuando llegaron a la República de Venecia los primeros granos de café, Italia ha sabido instaurar una verdadera cultura que manifiesta la pasión con la que sus habitantes viven su bebida preferida.

Por algo el país transalpino es el lugar donde nació el espresso y el único reducto que se resiste a la multinacional norteamericana Starbucks.

El museo, pero también las oficinas centrales de la firma, una plaza, un espacio para eventos y dos restaurantes, uno de ellos, Condivivere, desarrollado por el chef Ferran Adrià, conforman Nuvola Lavazza

​​Así mismo, en Italia conviven grandes empresas dedicadas al café premium como Illy, Segafredo o Lavazza. Esta última, fundada en 1895 por Luigi Lavazza, es actualmente líder en el mercado del café en Italia, además de una de las cafeteras más grandes del mundo, que opera en más de 90 países a través de filiales y distribuidores.

Exterior del Museo Lavazza. Foto Andrea Martiradonna.
Exterior del Museo Lavazza. Foto Andrea Martiradonna.

Nuevo Museo Lavazza

El flamante Museo Lavazza es parte de un vasto proyecto de reurbanización urbana de más de 28.000 m2 ubicado en un antiguo complejo de la zona industrial de la ciudad. Fue construido en el antiguo espacio de una vieja central eléctrica con un coste total de alrededor de 125 millones de euros.

El conjunto, formado por el museo, pero también oficinas, una plaza, un espacio para eventos y dos restaurantes, uno de ellos llamado ‘Condivivere’ (compartir) y desarrollado por el chef Ferran Adrià, se le ha denominado ‘Nuvola Lavazza’ (la nube Lavazza).

El proyecto del museo es obra del estudio de arquitectura Ralph Appelbaum Associates en colaboración con Michael Grubb Studio

Obra del estudio de arquitectura norteamericano Ralph Appelbaum Associates -autores, entre otros diseños, del Museo en Memoria del Holocausto de Washington DC, o del Centro de la Constitución Nacional de Filadelfia– en colaboración con el prestigioso Michael Grubb Studio, el complejo ofrece un entorno de galerías donde es posible dar un paseo interactivo, y en ocasiones de fantasía, a través del universo del café Lavazza.

Un autobar de los años 60 ocupa un lugar de honor en la galería La Piazza.
Un autobar de los años 60 ocupa un lugar de honor en la galería La Piazza.

En la entrada recibimos una taza de café  que realmente es un sofisticado dispositivo con el que se puede interactuar en algunos momentos del recorrido, activando instalaciones y contenidos multimedia.

Microcosmos cafetero

Traspasar las puertas del Museo Lavazza es realizar un recorrido por un microcosmos en el que el café es pieza esencial de una muestra sugestiva y atrayente.

Al entrar, y tras el pago de diez euros -que incluyen la visita y la posterior degustación de un cremoso espresso- recibimos una taza de café  que realmente es un sofisticado dispositivo con el que se puede interactuar en algunos momentos del recorrido, activando instalaciones y contenidos multimedia.

Visita guiada al Museo Lavazza.
Visita guiada al Museo Lavazza.

El museo se divide en cinco secciones, y os aconsejamos al menos 1 hora y media para poder verlo todo con detenimiento. Incluso los niños lo pasarán en grande gracias a un montaje que hace un uso cautivador de las nuevas tecnologías.

La ruta del café

Casa Lavazza: este espacio íntimo y familiar recupera los más de 120 años de historia de la compañía Lavazza. La línea temporal de la muestra arranca con el contrato por el cual el fundador de la empresa obtiene los permisos pertinentes para abrir una pequeña tienda de comestibles en Via San Tommaso, en el centro de Turín, embrión de lo que posteriormente sería el imperio Lavazza.

La Fabbrica: ideado como un centro de producción, permite observar cómo es el café antes de ser tratado y cuál es el proceso que sigue para llegar a convertirse en la infusión que encandila a medio mundo.

Detalle de la galería L'Atelier, Museo Lavazza. Foto Andrea Guermani
Detalle de la galería L’Atelier, Museo Lavazza. Foto Andrea Guermani.

La Piazza: representa la celebración del ritual del café en un ambiente abierto y agradable que recuerda a una típica plaza italiana de los años sesenta.

Aquí se encuentra un antiguo auto-bar restaurado, que fue usado durante décadas para vender café en las calles y plazas de Italia.  Además, se muestra ISSpresso, la primera máquina para hacer café espresso con cápsulas, diseñada para ser utilizada en el espacio.

L’Atelier: recuerda a un estudio fotográfico y presenta con imágenes e instalaciones los 60 años de colaboraciones creativas de Lavazza. Aquí se imparten todo tipo de talleres, además de acoger el ‘Paraíso de la Publicidad’, con los dos muñecos, Caballero y Carmencita, durante muchos años protagonistas del inolvidable programa de televisión de la RAI, Carosello.

El Universo: la última parada del Museo Lavazza es un espacio de ensueño y modernidad, donde nos veremos inmersos en una proyección multimedia de 360 grados donde experimentar el mundo Lavazza de una manera personalizada mediante el uso de la taza de café inteligente que se le entrego a la entrada.

Vista de la galería La Fabrica, Museo Lavazza.
Vista de la galería La Fabrica, Museo Lavazza.

Qué hacer en Turín

A Turín se la conoce como la metrópoli del café, pues los turineses son fieles adictos a esta bebida. Por ello, no hay que desaprovechar el viaje para degustar un café en algunas de esas cafeterías centenarias, alojadas en el centro de la ciudad, en las que se palpa la historia.

Lugares de inusual belleza que nos trasladan a épocas de pasado esplendor, como el Caffè Mulassano, Baratti & Milano y Fiorio, donde disfrutar del ritual italiano de tomar un buen café.

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