Madrid: flores y pájaros gigantes invaden el Palacio de Cristal

El Museo Reina Sofía presenta al artista kosovar Petrit Halilaj, que expone flores y aves de gran formato para reflexionar sobre la libertad y el amor

Cualquier persona que entre al Palacio de Cristal en Madrid se sentirá como un insecto. Es que la estructura de este centro de exposiciones del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía está invadida por flores de tamaño gigantesco, patas de ave que miden varios metros de alto y por ahí se ve a un cuervo tan grande como un hombre.

Esta es la muestra del artista kosovar Petrit Halilaj, que se podrá ver gratuitamente en este palacio del Parque del Retiro hasta el 28 de febrero, y que lleva como título (atención): “A un cuervo y los huracanes que, desde lugares desconocidos, traen de vuelta olores de humanos enamorados”. Es la primera exposición del Reina Sofía tras las cancelaciones por el coronavirus.

Las flores como metáfora

Estas flores gigantes, realizadas en acero y lienzo pintado, reflejan las formas y colores de las semillas de palma, las forsythias, las flores de cerezo, las amapolas, los lirios y claveles.

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PETRIT HALILAJ Vista de sala Foto Imagen Subliminal

Petrit Halilaj usa a la naturaleza como fuente de inspiración. Foto: Imagen Subliminal

La elección no fue por azar: todas forman parte de la vida personal de Halilaj, en la relación con su pareja -el artista madrileño Álvaro Urbano– y con sus familiares, indica el museo en un comunicado.

Halilaj recurre a las flores y a las aves para reflexionar sobre la libertad, el amor y el sentido de hogar

De hecho la exposición usa a la representación de la naturaleza para analizar los conceptos del hogar, la nación, la identidad cultural y el amor.

Ventanas abiertas a las aves

El artista de Kosovo estuvo dos años preparando la muestra, con una profunda investigación del palacio y su relación con la ciudad.

Para que la obra se integre con el paisaje de este parque central de Madrid la organización abrió varios ventanales e instaló comederos, una invitación a las aves que a que entren y formen parte de la exposición.

PETRIT HALILAJ Vista de sala 12 Foto Imagen Subliminal

Un hombre con cabeza de cuervo cuenta una historia familiar del artista. Foto: Imagen Subliminal

El ritual de seducción

Bajo la estructura de hierro y vidrio se puede ver cómo Halilaj se inspiró en el ritual de apareamiento de los bowerbirds, también conocidos como aves de emparrado, que construyen gabinetes y estructuras complejas para atraer a su pareja, que suelen decorar con objetos que encuentra por la zona.

“Son como grandes nidos donde buscan su hogar, donde sentirse seguros y formar una familia”, describen en el museo.

El cuervo antropomórfico es un homenaje a la historia que protagonizó el abuelo del artista

A un lado se ve a una figura con cuerpo de hombre, vestido en un elegante traje blanco, que sostiene con cariño un tronco de tamaño medio. Pero su cabeza es de un cuervo: de trata de Historia de un abrazo, un recuerdo de Halilaj en que homenajea a su abuelo.

PETRIT HALILAJ Vista de sala 13 Foto Imagen Subliminal

Las gigantescas patas de ave entrelazadas. Foto Imagen Subliminal

Cuando supo que había nacido su primer hijo su ancestro abrazó a un tronco con fuerza. Era su forma de expresar sus sentimientos en una sociedad agrícola y conservadora donde estaba mal visto que los hombres muestren emociones.

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Cerca hay dos gigantescas garras de ave de bronce, que se elevan al techo. Es la obra Aquí para recordarte, que al entrelazarse y formar dos pájaros en uno reflexiona sobre las relaciones humanas.

Grandes amapolas, flores de cerezo, claveles y lirios se despliegan en la estructura. Foto Imagen Subliminal

Grandes amapolas, flores de cerezo, claveles y lirios se despliegan en la estructura. Foto Imagen Subliminal

Una reflexión de la libertad

Halilaj usa a los pájaros como metáfora de libertad, de poder volar sin las barreras de las fronteras, pero tampoco sociales.

“Kosovo está muy aislado, no tenemos visados, y como sucede con otros muchos países, España no nos reconoce como estado. Pero, por otro lado, aquí tengo la libertad personal que no encuentro en mi país”, indica Halilaj.

a.
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