Las ‘terrazas vivas’ invaden Barcelona

El Museo de Ciencias de Barcelona cuenta con la primera terraza viva, un espacio de más de 7.000 m2 con ejemplares mediterráneos y de otros sitios

El plan de instalar cubiertas verdes en Barcelona, promovido por el ayuntamiento de la ciudad, duplicará su alcance con la inauguración de un terrado vivo en la parte superior del Museo de Ciencias Naturales local, que presentará más de 7.000 metros cuadrados de espacios verdes con una interesante diversidad de ejemplares mediterráneos y de otras regiones.

El moderno edificio triangular, diseñado por el estudio Herzog-De Meuron en el 2004, cuenta con una terraza de 13.800 metros cuadrados, ubicada a pocos pasos del mar.

Una cubierta verde para promover la biodiversidad

Poco más de la mitad de la superficie, unos 7.100 metros cuadrados, albergan una colección de plantas herbáceas, que necesitan poca tierra para crecer.

A los 5.500 metros cuadrados de azoteas verdes que había impulsado el Ayuntamiento de Barcelona se le suman los 7.100 metros cuadrados del terrado vivo del Museo de Ciencias Naturales

Allí no se verán árboles ni arbustos pesados, debido a que el techo tiene que resistir el peso de los nuevos ejemplares vegetales.

Terraza viva Foto Museu de Ciencias de Barcelona

Un nuevo espacio verde en medio de los rascacielos del norte de la ciudad. Foto Pere Vivas – Museu de Ciencias de Barcelona

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Con la llegada de esta nueva terraza, se extiende con generosidad los 5.500 metros cuadrados de cubiertas verdes y azoteas que el consistorio había impulsado en el último año.

Estas instalaciones sirven para ayudar a la biodiversidad urbana, mitigar el efecto isla de calor, reducir los niveles de contaminación y limitar los efectos de las lluvias intensas.

El terrado por dentro

El terrado vivo se divide en siete sectores. En la zona de acogida central la introducción se presenta con algunas de las especies más frecuentes en los balcones y terrados de las ciudades mediterráneas.

Prado de plantas anuales Foto Pere Vivas MNCB

Prado de plantas anuales. Foto Pere Vivas MNCB

Luego se pueden ver claveles del aire, muy habitual en rejas, cables y como especie parásita de árboles; enredaderas subtropicales, que son tolerantes a la cercanía del mar y de crecimiento rápido; y plantas anuales, que atraen a insectos polinizadores con sus flores, ideales para las cubiertas verdes de las ciudades y que pueden sobrevivir en suelos muy delgados.

En el terrado del museo se pueden ver plantas habituales en los balcones, enredaderas, plantas bulbosas y de balsas acuáticas

También hay plantas anuales resistentes a la sal y un prado con plantas bulbosas, adaptadas para sobrevivir al intenso calor del Mediterráneo gracias a las yemas en forma de bulbo que queda enterrada.

Especies acuáticas

En el terrado del museo hay balsas de agua dulce con vegetación autóctona, hogar de animales microscópicos que se nutren de las algas del plancton, y que son el primer escalón de la pirámide alimenticia.

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Terrado vivo Foto Pere Vivas MNCB

El terrado vivo ocupa 7.100 m2 de la azotea. Foto Pere Vivas MNCB

Allí se descubren especies de cárex, plantas sumergidas como los nenúfares, otras típicas de lagos y orillas; que se pueden ver en el Delta de Llobregat pero que eran frecuentes en barrios de Barcelona como La Verneda o Poblenou.

Este terrado vivo se inaugurará el sábado 27, y el domingo 28 ya estará recibiendo a las primeras visitas. De viernes a domingo se ofrecen visitas guiadas por las tardes, y mientras se aprende sobre la botánica urbana y silvestre, se pueden contemplar los rascacielos de la zona del Fòrum en la primera línea del mar en Barcelona.

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