Las siete piscinas más espectaculares para ver pasar el invierno

De la Patagonia chilena al cielo de Philadelphia pasando por un castillo irlandés y una jungla en Copenhague, ficha estas apetecibles piscinas cubiertas

Sí, hace frío. Y sí, no es tiempo de buscar piscinas infinitas en las que agua y horizonte se fundan de manera perfecta. Sin embargo, existen lugares llenos de glamour donde darse un baño es mejor (incluso) en invierno. De la Patagonia chilena al piso 57 de un hotel en Philadelphia pasando por un balneario art déco en Viena, estas son algunas de las más espectaculares del mundo.

Hotel Tierra Patagonia, Chile

Puede que no viajes hasta el fin del mundo buscando una piscina. Pero si llegas a Parque Nacional Torres del Paine y quieres obtener una perspectiva diferente de sus bosques milenarios, lagos turquesa, icebergs y montañas legendarias puedes encontrarlo todo tras la cristalera que enmarca la privilegiada alberca del hotel Tierra Patagonia.

A orillas del lago Sarmiento, con un diseño exquisito y comodidades como hidromasaje, sala de vapor y chorros de agua, lo más destacado del spa Uma del complejo es, sin duda, su piscina (¿o deberíamos decir santuario?). Cerrada con cristal de suelo a techo y con la silueta del Macizo Paine como telón de fondo, a la vez que nos damos un relajante baño caliente podremos disfrutar de la vista de guanacos o ñandús y sentirnos plenamente conectados a la naturaleza.

Tierra Patagonia

Nada se interpone entre estas fantásticas vistas y tú. Foto: Tierra Patagonia.

[Para leer más: Diez piscinas para tocar las nubes alrededor del mundo]

Four Seasons Philadelphia

Aún no tiene un año de vida pero el Four Seasons de Philadelphia es ya uno de los mejores hoteles de la ciudad. Ubicado en el vanguardista rascacielos Comcast Technology Center de 342 m de altura diseñado por el estudio Norman Foster + Partners, su mayor joya, indudablemente, se esconde en el piso 57 y tiene forma de piscina.

Tras sus cristales y mientras se nada en la piscina infinita se obtienen increíbles vistas sobre la ciudad. A su lado, un espacio de relax nos hará olvidar el cansancio del día literalmente entre nubes.

Después podemos subir a la planta 59 para disfrutar de las propuestas gastronómicas del premiado chef Jean-Georges Vongerichten.

Four Seasons Philadelphia

Foto: Four Seasons Philadelphia.

Baños Gellért, Budapest

Construidos en 1918, los baños termales de Gellért no solo son una exquisita muestra de arquitectura y ornamentación, sino que además sus diez piscinas cuentan con agua de manantial con propiedades beneficiosas para la salud.

De estilo modernista, con imponentes columnas bellamente trabajadas, mosaicos y vidrieras de brillantes colores, aún mantiene en funcionamiento la primera máquina de olas artificiales que puso en servicio en 1927.

Baños GelleÌrt. Foto Reed Probus Flickr

Baños GelleÌrt. Foto: Reed Probus | Flickr.

Les Airelles Courchevel, Francia

 

No hay nada mejor que un buen baño (o sesión de spa) para completar un día de esquí. Entre el bienestar, el deporte y la belleza, la firma La Mer es la responsable del spa en el hotel Les Airelles, uno de los más lujosos establecimientos de la ya lujosa zona de Courchevel en los Alpes franceses.

Cuenta con piscina, jacuzzi interior y exterior, hammam, sauna, duchas sensoriales y una cueva de nieve para una perfecta sesión de aprés-ski.

Spa La Mer. Foto Les Airelles Courchevel.

Spa La Mer. Foto: Les Airelles Courchevel.

Manon Les Suites, Copenhague

Diseño, lujo relajado (y sostenible) y un ambiente impresionante son algunas de las características de Manon Les Suites, en la siempre vibrante Copenhague.

El corazón del hotel lo ocupa su sorprendente Jungle Pool, una piscina con techo acristalado y frondosa vegetación que compone algo así como un paraíso tropical pero con estilo nórdico.

Además de tumbonas, ofrece camas balinesas y excelentes cócteles para relajarse después de nadar. Al anochecer, el ambiente se vuelve festivo con música en vivo y sesiones de DJs.

Jungle Pool. Foto Manon Les Suites

Jungle Pool. Foto: Manon Les Suites

Ashford Castle, Irlanda

A orillas del lago Corrib, al oeste de Irlanda, el castillo de Ashford cuenta con una increíble piscina que le ha valido cuatro títulos consecutivos de Mejor Hotel-Spa del país en los World Spa Awards.

Opulento sería quizás el mejor calificativo para este espacio decorado con candelabros de conchas marinas y un gran mural que representa el Árbol de la Vida diseñado por la artista sudafricana Jane du Rand mezclando motivos de la mitología celta y elementos de y criaturas de los bosques.

Cuenta además con cinco salas de tratamientos, un hammam, sala de vapor y una hermosa terraza con vistas a uno de los lagos más grandes de Irlanda.

Ashford Castle, Irlanda

Ashford Castle, Irlanda.

Amalienbad, Viena

Literalmente un baño de modernismo es lo que podemos darnos en Amalienbad. Más que una piscina es un verdadero complejo, construido por los arquitectos Otto Wagner y Karl Snmalholfer entre 1923 y 1926 por encargo del ayuntamiento socialdemócrata de la época, que abrió la época de la Viena Roja.

Con capacidad para 1.300 personas y levantadas sobre unos antiguos baños romanos, incluye una piscina principal y otras albercas más pequeñas, sauna y solárium.

La piscina central es casi una obra de arte de la que se puede disfrutar nadando, coronada por una enorme cúpula de cristal y rodeada por galerías, mosaicos, columnas y azulejos de marcado estilo modernista (Jugendstil).

Amalienbad. Foto Avidd Flickr

Amalienbad. Foto: Avidd | Flickr.

 

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