La increíble supervivencia de Los Girasoles durante la Segunda Guerra

Una serie de casualidades y decisiones afortunadas permitieron salvar a dos de los cuadros más famosos de Vincent Van Gogh

Estos días se conmemoran los 75 años del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa (para el frente del Pacífico faltarían un par de meses mas, Hiroshima mediante). En vez de recordar batallas e invasiones, proponemos saber cómo dos de Los Girasoles pintados por Vincent Van Gogh escaparon de la destrucción.

Quien haya visto la película The Monuments Men recordará el trabajo de un escuadrón integrado por militares, historiadores y expertos en arte encargados de recuperar el patrimonio artístico que los nazis habían robado en media Europa, y de sacar a la luz las obras de arte que habían sido escondidas para evitar su destrucción.

Los Girasoles eran varios

Una de estas grandes creaciones de la pintura universal es Los Girasoles. En realidad, no es un cuadro sino que es una serie de siete obras pintadas entre agosto de 1888 y enero de 1898 en su estancia en Arlés, en el sur de Francia.

Tráiler de la película The Monuments Men

Algunos de estos cuadros tienen 14 girasoles, en otras son doce, y también hay un par que presentan cinco y tres flores.

La carrera por la supervivencia

Dos de las pinturas tuvieron un periplo plagados de riesgos para conservar su integridad. Según describe el experto Martin Bailey en The Art Newspaper, uno de ellos está expuesto en Múnich (que se distingue por su fondo turquesa) y otro está en la National Gallery de Londres (con el fondo amarillo).

[Para leer más: Arlés: la ciudad donde Van Gogh se descubre en cada esquina]

Desde que los nazis llegaron al poder en Alemania instaron a los museos a desprenderse de las obras de Van Gogh por considerarlas muestras de ‘arte degenerado’. Pero el director de la Neue Pinakothek de Múnich resistió las presiones y guardó su ejemplar de Los Girasoles en el depósito.

Durante toda la guerra Los Girasoles durmió en las elegantes estancias del castillo de Neuschwanstein, en Baviera

Cuando estalló la guerra en septiembre de 1939 muchas obras de arte de este museo y de otros de Múnich fueron evacuadas al castillo de Neuschwanstein, más conocido como el palacio de Luis el Loco, en los bosques de Baviera, cerca de la frontera con Austria.

Los Girasoles con fondo turquesa Foto Neue Pinakoteck

Los Girasoles con fondo turquesae expuestos en Múnich. Foto Neue Pinakoteck

En 1945 la suerte de la guerra estaba echada, y los nazis idearon un plan para volar el castillo por los aires. Preferían sacrificar un patrimonio artístico incalculable antes de que caigan en manos de los Aliados.

Por suerte la orden Hitler y sus secuaces fue ignorada, y cuando las tropas aliadas llegaron al castillo se sorprendieron de ver a sus habitaciones llenas de obras de arte de los museos bávaros.

El regreso a Múnich

Los Girasoles regresaron a Múnich en abril de 1946, pero no pudo ir a la Neue Pinakothek porque el edificio había sido severamente destruido por los combates y los bombardeos.

Durante 36 años fue exhibido en la galería Haus der Kunst, hasta que en 1981 volvió a su casa original, en un edificio reconstruido.

Los nazis escondieron obras de arte en el castillo Neuschwanstein. Foto Wikipedia

Los nazis escondieron obras de arte en el castillo Neuschwanstein. Foto Wikipedia

La Neue Pinakothek está cerrada desde 2018 y piensa reabrir en 2025, cuando terminen sus trabajos de remodelación. Mientras tanto, Los Girasoles descansan en la Alte Pinakothek, que estas semanas fue afectada por las clausuras por el coronavirus.

El destino paralelo de Los Girasoles de Londres

El cuadro de Londres pasó por un destino paralelo. Desde 1924 estaba expuesto en la Tate Gallery de Pimlico, que cerró el 3 de septiembre de 1939, dos días después de la declaración de la guerra.

Los dos cuadros con los girasoles, el de Múnich y el de Londres, tuvieron un recorrido similar: fueron guardados en castillos y sus museos quedaron destruidos por los bombardeos

Junto con obras de Degas, Constable y Utrillo el cuadro de Van Gogh fue despachado en tren desde Euston a Ravenglass, y desde allí transportado en camión al castillo de Muncaster, en el distrito de Cumbria, al noroeste de Inglaterra.

Los Girasoles National Gallery

Los Girasoles es una de las obras más populares de la National Gallery.

Allí las obras de arte se acumularon en las grandes dependencias del castillo. Pero las condiciones de conservación distaban de ser las mejores, y Los Girasoles necesitó ser restaurado urgente.

La restauración

El trabajo cayó en manos del experto Helmut Ruhmann, quien había escapado de la Alemania nazi. En una pequeña cabaña en las colinas de Trossachs, al norte de Glasgow, cada noche dormía con otras obras como un Turner y un Whistler.

Para restaurar a Los Girasoles tuvo que recurrir a herramientas tan extrañas como ralladores de queso, planchas domésticas y a pinzas de dentista para quitar fragmentos de pintura.

La obra del pintor holandés regresó al castillo de Muncaster y tras la guerra, en octubre de 1945, volvió a Londres. Como en el caso de Múnich, la evacuación fue una decisión acertada porque el edificio de la antigua Tate fue destruido en los bombardeos de 1940-41.

La obra más famosa de la National Gallery

En 1955 la Tate se separó de su matriz, la National Gallery, y en el reparto de las obras, el famoso cuadro de Van Gogh fue a parar al museo más grande.

Actualmente Los Girasoles es una de las obras más importantes de la National Gallery. Sino, basta mirar hacia abajo y ver cómo el suelo ha quedado tan desgastado por los millones de personas que han pasado para contemplarlo.

a.
Ahora en portada