La fascinante experiencia de nadar entre atunes

Al sur de Cataluña es posible nadar en alta mar rodeado de 300 atunes, una experiencia única en el mundo para conocer de cerca a estos gigantes del mar

Tuna Tour ofrece la experiencia de nadar entre cientos de atunes. Foto: Tuna Tour.

A pesar de las imágenes y videos que se enseñan en el catamarán, el primer contacto visual con los atunes rojos es fugaz, el de una estela plateada que sale a la superficie a atrapar un bocado de caballa. Y las expresiones de los pasajeros del Tuna Tour sintetizan un asombro que, minutos después, quedará eclipsado por la maravillosa sensación de estar nadando entre ellos.

El Tuna Tour, que organiza la empresa Balfegó en L’Ametlla del Mar (al sur de Cataluña) “es el único del mundo en este tipo” nos explica David Puente, director comercial de la compañía.

La experiencia es única en el mundo. Foto: Tuna Tour.

En ningún lugar se puede nadar entre atunes así

O sea, hay muchos lugares donde se puede nadar entre estos peces en estado salvaje, aunque hay que cruzar los dedos que aparezcan un par desde las profundidades.

Pero ninguna -asegura- ofrece la posibilidad de nadar entre 300 atunes, de uno a tres metros de largo, en mar abierto; colosos del Atlántico y el Mediterráneo de aletas de formas afiladas que pueden llegar a los 200 kg de peso.

Los bañistas son rodeados por 300 atunes que nadan, indiferentes, en círculos en piscinas ubicadas en mar abierto

Detalle: no es que los atunes lleguen porque son simpáticos y curiosos, sino que están en piscinas de 50 metros por 30 de profundidad a 4,6 km de la costa, como una canasta de red gigantesca en la que nadan en un carrusel continuo.

Los atunes ni siquiera rozan a los bañistas. Foto: Tuna Tour.

El primer contacto entre atunes

El primer contacto es cuando el catamarán de 18 metros de eslora se acerca hasta una de las piscinas. Allí comienzan a lanzarle trozos de caballa y otros pescados azules que hacen emerger a los atunes a la superficie, y donde uno puede comprobar la real dimensión de estos gigantes del mar.

Pero una vez que uno se calza la máscara de snorkel y el tubo y se sumerge en la piscina se descubre un mundo nuevo.

Debajo de los pies, hasta donde alcanza la vista, se ven 10, 20, o quien sabe cuántos atunes más que nadan indiferentes a los visitantes. La provisión de más raciones de caballa anima el espectáculo, donde las formaciones en círculo se rompen para que algún atún salga disparado cerca de las personas a capturar un tentempié acuático.

Unos 300 atunes se encuentran en la piscina. Foto Tuna Tour
Unos 300 atunes se encuentran en la piscina. Foto: Tuna Tour.

Cómo disfrutar de la experiencia con atunes

A pesar de los chillidos de excitación de algún adolescente, hay que estar tranquilos: un atún jamás tocaría, ni siquiera rozaría, a un ser humano. Según detalla Puente, la piel de este animal es muy sensible y el contacto perjudicaría sus habilidades para nadar.

Hay varias maneras de disfrutar de la hora de inmersión entre atunes: hay que combinar entre estar un rato cerca del catamarán desde donde se lanzan los trozos de caballa, cada tanto conviene estar alejado de la gente para ver con más tranquilidad cómo nadan en silencio en sus formaciones concéntricas; y si uno tiene un poco de habilidad submarina puede sumergirse unos segundos para verse rodeado de estos peces.

Los atunes se encuentran en piscinas a 4,6 km de la costa. Foto: Tuna Tour.

No hay que preocuparse por el postureo

Un consejo: no pierda el tiempo haciendo fotos. A menos que se tenga una cámara del tipo Go Pro o una bolsa estanca de alta calidad para el móvil, las fotos desde el teléfono no suelen quedar bien.

La experiencia del Tuna Tour culmina con la degustación de pequeños trozos de atún rojo con una copa de cava

El Tuna Tour cuenta con un buzo que desde cinco metros de profundidad realiza videos y fotografías, y se entregan en un USB (con forma de atún, claro) por 15 euros. Es mejor avisar que se comprará, posar un par de veces bajo el agua y luego disfrutar de la experiencia sin estar pendiente del móvil.

Solo hay que saber nadar y tener equipo de snorkel. Foto: Tuna Tour.

Cuánto cuesta el Tuna Tour

Una vez de regreso al catamarán, se puede elegir probar pequeños trozos de atún rojo con una copa de cava. Sentir el sabor suave de su carne, la más exclusiva entre estos peces, es la mejor coronación posible de esta experiencia.

La compañía ofrece cuatro salidas diarias hasta el 12 de octubre, que cuestan entre 35 y 49 euros por persona según la fecha elegida.

Los únicos requisitos para disfrutarla son saber nadar y tener máscara de snorkel o gafas de natación.

También es posible bucear entre atunes, pero para ello se exige que se cuente con el certificado Open Waters y demostrar al menos 20 inmersiones.

La inmersión entre atunes dura una hora. Foto: Tuna Tour.

La experiencia de 360 grados

“La idea del Tuna Tour es ofrecer una experiencia en 360 grados sobre la producción del atún”, detalla Puente.

Esta es una empresa especializada en pesca, acuicultura y comercio de atún rojo. Las experiencias de nadar entre estos peces se crearon en 2012, tras ofrecer a clientes de la compañía paseos para que vean cómo se cuidan a estos ejemplares antes de ser sacrificados para la venta.

En L’Ametlla del Mar hay 17 piscinas con un número variable de atunes. Estos peces se capturan en el Mar Balear Occidental entre mayo y julio, cuando llegan desde el Atlántico para desovar.

En las piscinas en alta mar se alimentan hasta recuperar la grasa que han perdido en su ruta migratoria, y según la demanda del mercado, se van sacrificando al alcanzar la contextura deseada.

Los atunes pueden llegar a superar los dos metros. Foto: Tuna Tour.

Dónde probar el atún rojo

Una posibilidad de probar estos manjares del mar es en el restaurante Tuna Teca Espai Gastronómic (Diagonal 439, Barcelona), donde además de degustar preparaciones al estilo oriental y occidental se aprenden detalles como el katai, la ceremonia de corte de tradición japonesa. Pero esa es otra historia.

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