Jeff Bezos abre una nueva frontera al turismo espacial

Jeff Bezos culmina su primer viaje espacial en un vuelo de 10 minutos y 10 segundos que califica como “el mejor día” de su vida

Jeff Bezos

Jeff Bezos al llegar a Tierra tras su viaje espacial. Foto: Blue Origin.

Aunque lejos de los grandes hitos de la carrera espacial, lo que Jeff Bezos, el fundador de Amazon y hombre más rico del mundo, ha calificado como “el mejor día” de su vida supone un gran paso para el desarrollo del turismo espacial, un segmento en el que compite contra los también multimillonarios Elon Musk y Richard Branson.

A bordo de la cápsula impulsada por el cohete New Shepard de Blue Origin y junto a otros tres viajeros, Bezos culminó hoy su primer vuelo no tripulado al límite del espacio, superando el de Branson que, a bordo de la nave VVS Unity de su compañía Virgin Galactic ascendió hasta los 86 kilómetros de altura el pasado día 11 de julio.

Bezos sube la apuesta

Nueve días después, Bezos sube la apuesta, al completar un vuelo suborbital que despegó, con un ligero retraso, a las 13,12 GMT desde la base Launch Site One que Blue Origen tiene en un área despoblada del oeste de Texas, cerca de la localidad de Van Horn.

Jeff Bezos en el aterrizaje de la c capsula. Foto: Blue Origin.

En total fueron 10 minutos y 10 segundos. Durante los cuatro primeros la nave, impulsada por un cohete que lleva el nombre de Alan Shepard, el primer estadounidense en el espacio, ascendió a una velocidad máxima de 3.595 km/h hasta 76 km de altura.

Tras separarse del cohete, la cápsula subió hasta los 105 km de altitud, superando así los 100 km que marcan el inicio del espacio según la denominada línea Kárman, que la mayoría de científicos consideran la puerta de entrada del espacio.

Precisamente de aquí surge la discrepancia con el vuelo de Branson, que cruzó apenas la línea de los 80 km de altitud por lo que, según el ex CEO de Amazon, no debería considerarse un vuelo espacial.

“Solo el 4% del mundo reconoce el límite de 80 kilómetros o 50 millas como el principio del espacio. New Shepard vuela por encima de ambos. Uno de los muchos beneficios de volar con Blue Origin”, dijo la compañía en un comunicado sobre la misión de su aeronave.

Bezos insiste en que el espacio comienza en la llamada línea Kármán, a 100 kilómetros de altitud, límite que sí traspasó su Blue Origin.

Oliver Daemen y Wally Funk ya son los astronautas de menor y mayor edad de la historia. Foto: Blue Origin.

Un sueño cumplido

Siete minutos después del despegue, el cohete regresó a tierra, mientras la cápsula permitió durante cuatro minutos experimentar la ingravidez a los miembros de la tripulación, que se quitaron sus cinturones, así como admirar desde sus grandes ventanales la superficie y la curvatura de la Tierra, además de la oscuridad del espacio exterior.

Después la cápsula volvió en caída libre y protegida por tres paracaídas gigantes y asistida por una nave de refuerzo.

Bezos pudo por fin cumplir el sueño largamente acariciado de viajar al espacio. Él mismo escogió la fecha para este hito, exactamente 52 años más tarde del día en que la misión Apolo 11 llegaba a la Luna, que él observó a la edad de cinco años.

Junto a él viajaban su hermano, Mark Bezos, la aviadora Wally Funk de 82 años y el joven neerlandés de 18 años Oliver Daemen.

Funk, ya convertida en la persona de más edad en participar en un viaje suborbital, es una pionera de los programas aeroespaciales de la NASA, preparada con la misma formación y pruebas que sus compañeros astronautas del Programa Mercury, entre 1959 y 1960 si bien nunca pudo llegar al espacio.

Un cohete impulsó la cápsula hasta superar los 100 km de altitud. Foto: Blue Origin.

El cuarto puesto, y único de pago, lo ocupó Daemen, que también se convierte en la persona más joven en una misión espacial. Su padre, Joes Daemen, director ejecutivo de Somerset Capital Partners, pagó por el billete al espacio en una puja que alcanzó los 28 millones de dólares.

Sin embargo, fue segundo en la subasta. El primero, aún anónimo, no participó en este primer vuelo por “problemas de agenda” y participará en una misión posterior.

La carrera por el turismo espacial

La misión coloca a Bezos en primera posición en la carrera por el turismo espacial, en la que participa, además de Branson, Elon Musk, el fundador de la compañía de coches eléctricos Tesla y de Space X, una firma mucho más ambiciosa que las de sus contrincantes y que, junto a la NASA, ya ha enviado a astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI).

Hacia finales de año, además, Space X espera llevar a cabo nuevos viajes tripulados con fondos privados al espacio. Musk, sin embargo, mira más allá, concretamente a Marte, donde proyecta fundar bases terrestres en este siglo.

Él mismo, sin embargo, no tiene planes de convertirse en turista interestelar como sí han hecho ya Branson (o técnicamente no) y Bezos.

Planes para el turismo espacial

En cuanto al modelo de cada uno para llevar turistas al espacio, el más adelantado es el plan de Branson, cofundador del conglomerado británico Virgin Group -con fuerte presencia en el mundo del transporte aéreo y del turismo- y de Virgin Galactic, fundada en 2004 con la finalidad de ofrecer viajes espaciales comerciales.

VSS Unity. Foto: Virgin Galactic.

Para ello desarrolló una aeronave de aspecto futurista de carga de propulsión, similar a dos aviones unidos por el ala, que conduce a la nave espacial hasta la altura fijada para después liberarla y dejarla planear usando su propio motor, que también podría usar para subir aún más alto.

Branson, que cumplió su propio sueño el pasado 11 de julio a los 70 años, pasa por trasladar el modelo actual de viajes aéreos al espacio, con trayectos a altísima velocidad y transporte a hoteles en otros planetas.

Bezos, por su parte, proyecta emplear cohetes en lugar de aviones, que propulsan verticalmente las cápsulas con destino a la Estación Espacial Internacional, a la luna o a cualquier planeta.

Su compañía tiene previsto efectuar otros dos viajes en lo que resta de este 2021, para los cuales ya hay una fuerte demanda, según señalaron portavoces de Blue Origin aunque no han revelado cuánto cuesta cada billete.

El cohete Starship puede ayudar a la colonización de la Luna. Foto: SpaceX.

El tercero en liza, Musk, cuenta con SpaceX y bastante más experiencia en los viajes espaciales, gracias a sus trabajos con la NASA, de la que es contratista y sus cápsulas Crew Dragon, con las que ya ha trasladado a astronautas a la EEI, así como sus cohetes Starship, con los que planea transportar hasta a 100 personas.

El inventor sudafricano residente en Texas cree que el futuro de la humanidad no está en la Tierra, sino en asentamientos en otros planetas como Marte, donde desea fundar una ciudad con un millón de habitantes en 2050 que transportará con aeronaves de SpaceX.

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