Seis edificios históricos que dieron paso a exclusivos hoteles

De bancos a juzgados, redacciones de periódicos, estaciones de trenes y gremios textiles. Estos lugares volvieron a la vida convertidos en elegantes hoteles

Dormir en un lugar histórico tiene un indudable encanto. Además de conocer los secretos que el lugar esconde nos permite ser parte de su historia participando en su nueva vida.

Así, lugares muchas veces condenados a desaparecer como la antigua redacción de un periódico o una cárcel, pasando por una estación de ferrocarril ya en desuso, volvieron a la vida convertidos en originales hoteles boutique con todas las comodidades e innovación de los establecimientos de hoy.

Cotton House Hotel, en Barcelona, rinde tributo a su pasado como hogar del gremio de algodoneros

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Algunos de los más originales y lujosos del mundo se enmarcan bajo la marca Autograph Collection, dentro del portafolio de la firma Marriott International.

Cotton House Hotel, Barcelona. Foto Marriott International.
Cotton House Hotel, Barcelona. Foto Marriott International.

Cotton House Hotel, Barcelona

Ideado para descubrir “la verdadera esencia de Barcelona”, según explican desde el hotel, este establecimiento de cinco estrellas se alza imponente en lo que un día fue la sede de la Fundación Textil Algodonera, en un emblemático edificio del siglo XIX de estilo neoclásido proyectado por el arquitecto barcelonés Elías Rogent.

Mandado construir por una familia de la alta burguesía catalana en pleno auge de la industria textil, pasó después a manos del gremio de algodoneros, que estableció allí su sede social con el fin de concentrar la mayor parte de organismos y servicios vinculados con este sector y crear así una auténtica ‘casa del algodón’.

Lázaro Rosa-Violán firma el interiorismo de Cotton House Hotel en un proyecto que respeta elementos originales del edificio y añade otros más contemporáneos y sofisticados

La decadencia del sector textil parecía condenar el magnífico edificio, toda una referencia en Barcelona, hasta que un grupo de promotores hoteleros de la ciudad puso en marcha un proceso de reforma que culminó, en 2015, con la apertura del Cotton House Hotel.

Escalera de caracol. Foto Cotton House Hotel.
Escalera de caracol. Foto Cotton House Hotel.

Con la participación del omnipresente Lázaro Rosa-Violán en el interiorismo, la casa del algodón renació así con nueva vida aunando elementos originales del edificio con otros más contemporáneos y sofisticados, y por supuesto, los estándares de comodidad y lujo que los clientes esperamos hoy.

Una sensacional escalera de caracol suspendida en lo alto del techo que parece flotar, ligera y etérea, en el interior del edificio destaca entre delicados parqués y boiseries, chimeneas y ornamentos, lámparas y fotografías, creando un conjunto distinguido, donde la historia y la modernidad se dan la mano.

Metropolitan at the 9, Cleveland

Y de la sede de un gremio en Barcelona pasamos a un banco en Cleveland, Ohio (EEUU): Metropolitan at the 9.

Las bóvedas que algún día guardaron millones de dólares y todo tipo de joyas -se dice que las mayores posesiones de magnates como John D. Rockefeller y Andrew Carnegie-, ahora ofrecen un viaje al pasado a los nuevos clientes del hotel, que ofrece allí mismo un exclusivo salón de cócteles, The Vault, entre gruesas puertas de seguridad aún intactas.

Metropolitan at the 9. Foto: Marriott International.
Metropolitan at the 9. Foto: Marriott International.

Sobre el vestíbulo, que mantiene una impresionante lámpara de cristal de Tiffany, otro de sus espacios, el Ledger Bar, permite entrar, literalmente, en una caja de seguridad de un banco de principios de siglo, mientras que el restaurante Adega -escogido en 2015 y 2016 el mejor de Cleveland- se decora con elementos como candelabros que recuerdan las rejas de seguridad.

The Press Hotel, Portland

El diario Portland Press Herald fue el originario morador del edificio que hoy ocupa The Press Hotel, en Portland, Maine (EEUU) entre 1923, cuando se construyó, y 2010.

Un establecimiento con mucho encanto en el que aún pueden verse, sobre el edificio, los rótulos que rezan Press Herald. Otros elementos que atestiguan su antigua vida podemos verlos en forma de bobinas de papel o los nombres de algunos de sus espacios, como el Inkwell Bar.

Las habitaciones se inspiran en las oficinas de los redactores de la década de 1920, con escritorios, sillas y mil y un detalles en referencia a su pasado, como los ejemplares antiguos del periódico transformados en el papel que cubre los pasillos.

Las máquinas de escribir son un elemento onmipresente. Foto: The Press Hotel.
Las máquinas de escribir son un elemento onmipresente. Foto: The Press Hotel.

Todas las habitaciones están inspiradas en las oficinas de escritores de la década de 1920, con escritorios de periodistas y referencias de diseño de redacción. El papel de periódico vintage también aparece en el papel tapiz que recubre los pasillos.

En un homenaje extra al pasado del lugar, existen máquinas de escribir en uso en el lobby que pueden emplearse para redactar sus propias crónicas y reportajes sobre su estancia en la ciudad.

Union Station Hotel Nashville

Cuando Union Station abrió sus puertas en 1900 como la principal estación de trenes de Nashville, fue considerado una maravilla arquitectónica. La impresionante estructura de aires neogóticos, diseñada por el arquitecto e ingeniero Richard Montfort, eleva al cielo sus orgullosas torres como si de un castillo o catedral se tratase.

Transformado en hotel en 1986 e incluido en el prestigioso sello Autograph Collection, el Union Station Hotel Nashville, ha mantenido el gran lobby de la estación y las luminosas vidrieras que recubren el techo, además de elementos como puertas, chimeneas y baldosas originales, paneles de bajorrelieve (por ejemplo, las de un carro y un tren), así como 20 esculturas.

De estación de tren a hotel: Union Station Hotel Nashville. Foto: Marriott International.
De estación de tren a hotel: Union Station Hotel Nashville. Foto: Marriott International.

Para profundizar en su legado histórico, el hotel ofrece visitas guiadas varias veces por semana.

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The Dixon, Londres

El arquitecto John Dixon Butler diseñó, en 1905, el edificio Tower Bridge, que pasó a la historia con su nombre y que, durante décadas fue hogar del tribunal de Southwark, hoy animadísimo barrio londinense.

Como juzgado, el edifico acogió salas de vistas, jueces, abogados, pero también celdas y una oficina de policía, todo lo cual se ha mantenido de algún modo en el nuevo hotel The Dixon.

Así, la lámpara sobre la escalinata del vestíbulo incluye un total de 60 esposas talladas en vidrio, una mesa en el lobby recrea los graffiti que los prisioneros hacían durante su reclusión, y los ascensores cuentan con obras de arte elaboradas a partir de viejas llaves de celdas.

Courtroom Bar, The Dixon. Foto: Marriott International.
Courtroom Bar, The Dixon. Foto: Marriott International.

El Courtroom Bar ocupa el espacio que un día accogiera la sala de audiencias, y el restaurante del hotel, Provisioners, tiene dos celdas restauradas donde los huéspedes pueden disfrutar de su café de la mañana o un cóctel por la noche.

Hotel Saint Louis, Misuri

Además se ser reconocido como un prestigioso arquitecto, Louis Sullivan (1856-1924) pasó también a la historia como el padre de los modernos rascacielos y la teoría del verticalismo, con diseños que incluyen el Edificio Union Trust, ahora hogar del Hotel Saint Louis.

Diseñado en 1893 y hogar de la St. Louis Union Trust Company, 125 años después el lugar reabrió sus puertas como hotel que rinde homenaje a su creador a través de detalles como un lobby restaurante de dos pisos que conserva el techo original de vidrieras, los ascensores dorados y los detalles decorativos con motivos arquitectónicos en las habitaciones.

Hotel Saint Louis. Foto: Marriott International.
Hotel Saint Louis. Foto: Marriott International.

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