Ocho hoteles que son una oda al color

Tradicionales o ultramodernos, entre montañas o en animados barrios, el común denominador de estos hoteles es la energía que desprenden a través del color

Greengo Hotel, Guatemala.

En una localidad de magia colonial de El Salvador, en la vibrante Panamá, posiblemente, la ciudad más chic de Centroamérica, entre plantaciones de café en Costa Rica o en el único Relais & Châteaux de República Dominicana: si algo tienen en común estos hoteles es el color como seña de identidad. En su arquitectura, en su decoración o en su entorno, estos ocho hoteles han hecho suya una cultura cromática que refleja el folclore, la moda, el arte, la cultura o la historia de los lugares en los que se enmarcan.

Viajamos de Guatemala a Honduras y de Belice a Granada pasando por Costa Rica, Panamá, República Dominicana, El Salvador para conocer algunos de los hoteles con los pantones más ricos del mundo.

W Panamá (Panamá)

Una elegante torre de 50 pisos integrada en el skyline de la moderna Panamá es el hogar de W Panamá, un establecimiento que ejemplifica el espíritu del país pero también el lujo contemporáneo al que añade pinceladas de moda, arte, cultura y gastronomía locales.

King suite, Hotel W Panama. Foto: Marriot

Un intrincado diseño rinde homenaje a la historia de la región y anticipa su futuro a través de contrastes de estilos, obras de arte, muebles y texturas inspirados, tanto en los coloridos patrones indígenas, como en la importancia internacional del Canal y la moderna urbe que lo acoge.

En el distrito financiero de la capital, el alojamiento de 5 estrellas con 203 habitaciones cuenta con 2 restaurantes (La Cajita y Moro), 4 bares y una piscina al aire libre en el piso número 15 desde donde se disfruta de impresionantes vistas sobre la ciudad.

Jade Seahorse (Honduras)

Más que un alojamiento, Jade Seahorse es un jardín tropical que recibe a los viajeros en la isla caribeña de Utila (Honduras). Cuenta con seis cabañas diseñadas personalmente por el artista Neil Keller que son en sí mismas obras de arte.

Foto: Jade Seahorse Gardens.

En su decoración se entremezclan piezas de cerámica, vidrio, discos o botellas con las que se levantan paredes, mesas o suelos, en los que se da nueva vida a todo tipo de materiales reciclados a través de mosaicos.

Perfecto para relajarse, disfrutar de la naturaleza y disfrutar del arte y la artesanía desplegada en cada rincón, cuenta con un bar (Treetanic) y un restaurante (B. Leaf) donde se ofrece platos con productos orgánicos de cultivo local.

Los Almendros de San Lorenzo (El Salvador)

En Suchitoto, a unos 50 minutos de San Salvador, nos espera uno de los mejores hoteles boutique de El Salvador. Los Almendros de San Lorenzo se ubica en el centro histórico de la ciudad colonial, en una casona con más de 200 años de historia y protegida por su valor patrimonial.

Foto: Los Almendros.

Detrás del proyecto, un profesional de la organización de eventos en París, Pascal Lebailly, y un exembajador salvadoreño en Europa, Joaquín Rodezno, sumaron sus respectivas experiencias y bagajes viajeros para crear un nuevo concepto en el país en el que el glamour se funde con la idiosincrasia local.

Así, tras la clásica fachada colonial encontramos un espectacular mural del maestro salvadoreño Luis Lazo que da paso a un oasis de serenidad de patios llenos de plantas y fuentes, corredores con columnas de madera, antigüedades y piezas de arte moderno en una mezcla que evidencia la autenticidad, la exclusividad y el buen gusto de sus anfitriones.

Edén Roc (República Dominicana)

No es casualidad que este alojamiento sea el único incluido de República Dominicana en el exclusivo catálogo de Relais & Châteaux.

Foto: Edén Roc.

Sus 65 exclusivas habitaciones, que van desde lujosas villas con piscina privada hasta elegantes suites frente al mar, hacen de Eden Roc en Cap Cana una propiedad única, que se rodea de exuberante vegetación y cuya decoración mezcla toques de la Riviera francesa y la artesanía local de vibrantes colores que, sin embargo, no pueden competir con la gama de azules de sus impresionantes panorámicas frente al mar.

Finca Rosa Blanca (Costa Rica)

A medio camino entre un  alojamiento de lujo y una plantación de café encontramos la original Finca Rosa Blanca. Se trata de una exuberante finca en la que la que la arriesgada Sylvia Jampol estableció, ya en la década de los ochenta del siglo XX, una plantación de café orgánico en la que trabajan exclusivamente personas de la zona y donde los químicos se sustituyen por la acción natural de las aves y los insectos.

Foto: Finca Rosa Blanca.

Alrededor de 7.000 árboles rodean la casa, ahora convertida en alojamiento, que Sylvia llenó de arte con las mil y una tonalidades que expresan el paisaje local. Extravagantes esculturas y coloridos murales, además de artesanías y textiles tradicionales, alegran cualquier rincón de un lugar que también cuenta con un restaurante donde, de manera creativa, se honran las tradiciones culinarias del las altas tierras cafetaleras.

Tribal Hotel (Granada)

Sin duda uno de los mejores hoteles boutique de Granada, Tribal Hotel se sitúa en el corazón de la ciudad colonial desde donde ofrece la ubicación perfecta para disfrutar del encanto y los tesoros de sus lugares históricos, su cultura y sus restaurantes.

Con solo siete exclusivas habitaciones, da la bienvenida al viajero su elegante lobby abierto a un oasis tropical con una piscina diseñada con caprichosos azulejos que recuerdan las aceras de Copacabana.

Foto: Joel Andrew Johnson | Tribal Hotel.

La terraza cubierta que rodea el patio y que por la noche se transforma en un romántico salón iluminado por antorchas donde se sirven cócteles y tapas ligeras, ofrece una moderna sala de estar y comedor al aire libre decorado con piezas diseñadas por los propietarios y hechas a mano por artesanos locales.

Hamamasi Resort (Belice)

Un marcado carácter ecológico y sostenible define a Hamamasi Resort, un complejo ubicado entre las exuberantes montañas mayas y el mar turquesa del Caribe, íntimo y apartado, que se eleva sobre la playa al sur de Hopkins.

Perfecto para descubrir pirámides mayas en lo profundo de la selva tropical pero también para buscar los tesoros en forma de arrecifes de coral que oculta la superficie, el hotel boutique es algo parecido a una pequeña porción del paraíso que, además, está estrechamente vinculada con las comunidades locales y preocupada por que su actividad tenga el mínimo impacto posible en el medio ambiente.

Foto: Hamanasi Resort.

Greengo’s Hotel (Guatemala)

Ubicado al sur del Parque Nacional Grutas de Lanquin y a apenas 10 minutos de las piscinas naturales y la reserva de Semuc Champey, Greengo’s Hotel emerge de la exuberante naturaleza haciendo del color y la ecología sus banderas.

Solo para adultos, cuenta con una gran piscina, restaurante y bar perfectos para relajarse después de un día descubriendo la naturaleza de los alrededores.

Foto: Greengo’s Hotel.

Aunque no hacen falta excusas para no querer moverse de este edén, el hotel ofrece actividades como talleres de chocolate o descensos en tubing, además de explicar proyectos en las comunidades locales con las que colabora.

a.
Ahora en portada