Las veleidades de Castro dejan NH a los pies de una futura opa

HNA podría reactivar su apetito por NH para controlar la hotelera después de quedar al margen del consejo, o bien vender su participación del 29%

La batalla campal de las últimas semanas en NH Hotel Group deja a la compañía “totalmente expuesta a una futura opa”, según el consenso de las fuentes financieras consultadas. El aún mayor accionista, el fondo de origen chino HNA, protagonizaría la operación. Bien como actor principal –al reactivar sus intenciones de ampliar el 29% que ya posee para controlar el negocio y que se articularía mediante una opa—, o evacuando de su balance este activo con la venta de sus títulos al mejor postor.

La expulsión de los órganos de gobierno de los cuatro consejeros de HNA y el despido de su aliado, el ex consejero delegado, Federico González Tejera, refuerzan esta posibilidad. Distintos bancos de inversión advirtieron este miércoles a sus clientes del más que probable vuelco en el accionariado de NH Hotel Group.

Los informes que ha podido revisar Cerodosbé hacen hincapié en el mandato que los accionistas, con el fondo Oceanwood reforzado tras el cisma, dieron a la nueva cúpula: menos deuda, venta de activos problemáticos y el diseño de un plan de incentivos para los directivos (que suelen premiar, precisamente, el éxito de este tipo de operaciones corporativas). Los especialistas señalan que son los tres pasos previos a una venta.

El objetivo de la nueva dirección no es otro que “embellecer la firma para hacerla atractiva de cara a los inversores”, según una fuente que ha pedido el anonimato. Adicionalmente, la propia NH establece que se buscarán “los mecanismos amistosos necesarios” para que HNA vuelva al consejo de administración. Esta afirmación tampoco cayó en saco roto ante la comunidad inversora.

Castro cambiaba de postura sobre HNA pocos días después de recibir un embargo de 31 millones

La crisis en la cúpula de NH, y que abona el terreno a una posible opa, es consecuencia directa del doble juego del presidente de Hesperia y copresidente de NH, José Antonio Castro. El constructor de origen gallego logró el respaldo de Oceanwood para dar un golpe de poder. El fondo británico estaba enfrentado a HNA por un presunto caso de incompatibilidades.

Mientras, Castro había protagonizado episodios contradictorios con González Tejera, quien era el máximo responsable de la gestión, a través de NH, de los hoteles de la propia Hesperia. Estos son los detalles que ilustran cómo se ha llegado a la actual situación en la hotelera española.

Castro abrió el melón, quizá acuciado por su situación personal. HNA tomará el control a finales de año de Carlson Hotels y sus filiales, entre las que se incluye Radizor. Ésta es competencia directa de NH en mercados europeos clave, como el alemán. El propietario de Hesperia escribió en una carta, a la que tuvo acceso Cerodosbé, que ve «un claro conflicto de intereses». Inicialmente fue de los ejecutivos que restó importancia a la operación e intentó calmar los ánimos de Oceanwood (10%), socio que exigía la dimisión de los consejeros chinos.

El constructor gallego, necesitado de dinero, habría exigido que se acelere el dividendo

¿Por qué Castro cambió de opinión 20 días después de que HNA oficializara en los mercados sus intenciones, sin que éstas variaran en sus fundamentos? Las fuentes consultadas desconocen la explicación exacta y Castro tampoco ha dado ninguna respuesta concreta. Siempre ha contestado echando mano de lugares comunes, incluso ante los accionistas reunidos en la última junta.

En la planta noble de NH es un secreto a voces que la relación de Castro con el ex consejero delegado de la hotelera era esquizofrénica. Datos concretos: el presidente de Hesperia se negó a firmar las cuentas de NH correspondientes al ejercicio 2015, que se presentaron en el consejo de administración del 25 de febrero de este año.

El otro representante de Hesperia en NH es Javier Villa, que sí estampó su rubrica. Los cuatro consejeros de HNA avalaron igualmente los resultados de González Tejera. Finalmente, Castro firmó el 21 de marzo sólo después de varios requerimientos del regulador bursátil español (CNMV). Hay otro cabo por atar.

La salida en 2015 del antiguo presidente de la hotelera española, Rodrigo Echenique, se corrigió con un acuerdo salomónico entre accionistas que, como tal, “estaba cogido con pinzas”, según fuentes próximas al órgano de gobierno. Se nombraron dos copresidentes: además del propio Castro, ascendió el representante de HNA, Charles B. Mobus.

Castro había protagonizado episodios contradictorios con González Tejera

La situación financiera del constructor gallego, afincado en Cataluña, dista de estar saneada y habría exigido veladamente que se acelerara el reparto de dividendo. Quizá por casualidad, la nota oficial de NH, emitida a la tres de la madrugada del miércoles, explica que ese es también un objetivo inmediato para la nueva dirección.

Las prioridades de González Tejera eran establecer una situación financiera sólida antes de bonificar a los accionistas. Cabe recordar que, aunque ha presentado este año beneficio, los andamiajes de NH son débiles en sus fundamentales. El nuevo consejo de administración lo reconoce al apremiar a la nueva directora general ejecutiva, Beatriz Puente, para que equilibre la situación patrimonial.

Mientras la balanza en NH se decanta definitivamente en los próximos meses, quien tiene que hacer equilibrios con los bancos es el propio Castro. La titular del juzgado mercantil número 9 de Barcelona, Bárbara Córdoba, inició el embargo de cuentas corrientes, cuentas a cobrar, participaciones empresariales y diversos inmuebles de sociedades del propietario de Hesperia.

El objetivo de la decisión judicial es obtener 31,5 millones de euros. Cuatro sociedades controladas por Castro –Construcciones José Castro, Hepestel, Souca y Barcelona Park II— fueron condenadas el año pasado a pagar 22,5 millones de euros a Ipme 2012, sociedad heredera de Bankpime (en liquidación) porque recibieron préstamos y no los devolvieron.

Córdoba firmó el auto el pasado 23 de marzo. Pocos días después, Castro cambiaba de postura sobre HNA y decidía respaldar a Oceanwood, más sensible a sus intereses que el fondo chino y el antiguo consejero delegado. “¿Casualidad?” La pregunta ronda este jueves por la mente de varios analistas. Este diario no pudo contactar con Castro para obtener su versión del episodio.

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