Icehotel celebra sus 30 años con un despliegue único de arte y hielo

Artistas de 34 países formarán parte este año de la construcción del emblemático Icehotel en la Laponia sueca, que abrirá sus puertas el 13 de diciembre

El auténtico Icehotel, primero en ofrecer alojamiento en un iglú y ubicado en la Laponia sueca, a 200 km del Círculo Polar Ártico, está a punto de celebrar su 30 aniversario. Para celebrarlo contará con artistas de un total de países que esculpirán desde las habitaciones al bar, pasando por una original sala de ceremonias. Todo ello, por supuesto, de hielo.

El hotel que lleva el concepto pop-up a su extremo -literalmente desaparece cuando suben las temperaturas y se derrite su estructura, alrededor de marzo- está a punto de cumplir 30 años.

El hotel comenzó como un pequeño iglú pero, tras su éxito, cada año fue creciendo en espacios y alojamientos hasta albergar hoy 15 suites, salón y bar

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El hotel de hielo original

Fue en 1989 cuando su fundador, Yngve Bergqvist, decidió convertir un negocio de actividades deportivas y en la naturaleza que incluye rafting, sauna y ciclismo de montaña, en una experiencia inmersiva y, sobre todo, que pudiera extenderse a los meses de invierno.

Cada año, Icehotel se construye completamente de nuevo. Foto Asaf Kliger.
Cada año, Icehotel se construye completamente de nuevo. Foto: Asaf Kliger.

Así, construyó un pequeño iglú que acondicionó como alojamiento y que, sorprendentemente, se convirtió en un éxito entre los viajeros ávidos de nuevas experiencias.

Hoy, 30 años y un millón de visitantes después, está en pleno proceso de construir el que será el hotel de este año, una auténtica obra de arte que, como en ocasiones anteriores, contará con la colaboración de artistas de todo el mundo, que hacen posible que dormir entre hielo y nieve sea más parecido a hacerlo en una galería de arte que en una habitación de hotel.

Los fundadores de Icehotel apostaron por el arte para el diseño de las instalaciones, que cada año son totalmente diferentes

Diseño ecléctico

A partir de noviembre, cuando la nieve ya esté cayendo copiosamente sobre Jukkasjärvi, a orillas del río Torne, los artistas se reunirán para crear el que ya se ha bautizado como Icehotel #30, que abrirá sus puertas el 13 de diciembre.

Suite Noche en el teatro. Imagen: Jonathan y Marnie Green.
Suite Noche en el teatro, diseño de Jonathan y Marnie Green. Imagen: Icehotel.

Constará de 15 suites con diseños totalmente eclécticos que van desde un teatro congelado del West End, con sus cortinas talladas en hielo, a una recreación de la isla griega de Santorini, pasando por una habitación decorada con esculturas de hormigas gigantes.

Más sofisitica, la Golden suite, diseño del francés Nicolas Triboulot y el australiano Jean-Marie Guitera, aportará un toque de glamour con sus tonos dorados, mientras que grandes felinos acompañarán a los viajeros en la habitación denominada Feline Lair.

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Homenaje a sus 30 años

Los 18 equipos de diseño trabajarán a las órdenes del director creativo del hotel, Luca Roncoroni. Según explican desde el hotel, para esta edición se recibieron 126 propuestas de seis continentes entre los que se seleccionaron los 34 proyectos que verán la luz este año.

Para constuir este año el hotel se recibieron hasta 126 propuestas de 34 países y seis continentes

Además de las suites, el salón principal celebrará el aniversario del hotel bajo el lema de brutalismo, mientras que el icebar, que llevará por nombre Bienvenido a Torneland, homenajeará estos años de “diversión helada” con un conjunto de montañas rusas, norias, globos aerostáticos y motivos de carnaval, todos ellos tallados en hielo.

Golden Suite, Icehotel
Golden Suite, diseño de Nicolas Triboulot y Jean-Marie Guitera. Imagen: Icehotel.

La sala de ceremonias -cada año acuden decenas de parejas para casarse en este lugar- estará presidida por un árbol ginkgo, como símbolo de esperanza, fuerza y longevidad.

Qué hacer en un hotel de hielo

Además de dormir en estas exclusivas habitaciones, el hotel ofrece todo tipo de experiencias en los alrededores, que van desde paseos con trineos tirados por perros a aprender a esculpir en hielo, pasando por conducir motos de nieve, aprender a fotografiar auroras boreales o participar en un ritual de la sauna.

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