El plan hotelero de Colau envenena sus relaciones en el Ayuntamiento

Jaume Collboni, teniente de alcalde socialista avanza que antes de fin de año se aprobará en el pleno un nuevo plan de hoteles para Barcelona

La alcaldesa Ada Colau y su segundo teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, siempre han mantenido una buena sintonía personal, que en sus respectivos entornos califican de «excelente», pese a sus discrepancias políticas.  

Fuentes socialistas apuntan que la «prueba del algodón» sobre la fiabilidad del pacto de gobierno suscrito entreBarcelona en Comú y el PSC a finales del pasado mayo, hace menos de tres meses, será la aprobación del PEUAT, el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos, con el que se regulará la puesta en marcha de nuevos hoteles en la ciudad.  

Las fuentes consultadas indican que, respecto al plan de hoteles, BComú y los socialistas partían de «criterios muy distantes» que están limando para alcanzar una «posición de consenso». En este sentido, en declaraciones a Economía Digital, Jaume Collboni da por hecho que el pleno municipal aprobará el PEUAT antes de que finalice este año.

La propuesta inicial de BComú consistía en centrifugar los nuevos hoteles a los barrios periféricos de la ciudad y en no dar más licencias para pisos turísticos

Jaume Collboni precisa que, en septiembre, contestarán las múltiples alegaciones presentadas y que BComú y PSC ultimarán una «propuesta conjunta», que deberá contar necesariamente con el apoyo de otro grupo municipal ya que están gobernando en minoría. «Habrá acuerdo, ¡Seguro!», insiste Collboni, que durante unos días ha sido alcalde accidental de Barcelona porque tanto Ada Colau como Gerardo Pisarello estaban de vacaciones.  

Collboni declina comentar en que fase están las negociaciones del plan de hoteles, pero fuentes de su grupo señalan que se deberán introducir cambios respecto a la propuesta que presentó hace unos meses la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, de BComú, antes que se consumara el pacto de gobierno con los socialistas.  

La propuesta inicial de BComú consistía en centrifugar los nuevos hoteles a los barrios periféricos de la ciudad y en no dar más licencias para pisos turísticos. Limita la posibilidad de aumentar las plazas hoteleras a un máximo de 1.500, un 8% más de la oferta actual. Collboni siempre se ha mostrado muy crítico con la moratoria decretada por Ada Colau sobre la construcción de más hoteles.  

Diversos promotores están a la espera que el Ayuntamiento defina su plan de hoteles para encarar posibles inversiones. Incluso, la inmobiliaria que ha adquirido la actual sede central del PSC, en la calle Nicaragua, se plantea la posibilidad de reconvertirlo en un hotel, según informaciones de La Vanguardia.  

Fuentes socialistas reconocen que la política urbanística genera tensiones con BComú, no sólo por el plan de hoteles

Fuentes socialistas reconocen que la política urbanística genera tensiones con BComú, no sólo por el plan de hoteles. Entre los concejales del grupo de Ada Colau ha sentado muy mal que Collboni pida, a través de Facebook, un reconocimiento para el urbanismo desarrollado durante décadas de ayuntamientos socialistas de Barcelona.  

La petición de Collboni estaba precedida por una carta, firmada por cerca de 200 urbanistas y ex altos cargos de los equipos municipales socialistas, en la que se exigía a la alcaldesa Ada Colau un reconocimiento por la labor Ramón García Bragado, que fue teniente de alcalde de Urbanismo, y de Ramón Masseguer, gerente de la misma área, después de que hayan sido exculpados por el Tribunal Supremo en el caso del Hotel del Palau de la Música.  

En un artículo publicado en El PeriódicoJaume Asens, actual teniente de alcalde de Participación Ciudadana que ejerció la acusación particular en el caso del Hotel del Palau de la Música, subraya que «la reputación de las personas absueltas no ha quedado impoluta». La actual responsable de Urbanismo, Janet Sanz, y la concejal Gala Pin también firman la misiva.

Sobre este conflicto, más relacionado con las afinidades políticas que con el urbanismo, fuentes del PSC subrayan que ni ellos ni los concejales de BComú renunciaran a sus posiciones, pero que esta situación no supone ningún escollo insalvable que ponga en peligro el pacto de gobierno.  

Estas fuentes insisten en que el pacto se sustenta sobre 122 medidas concretas y que, con respecto a todo lo que queda fuera, «podemos discrepar abiertamente e, incluso, votar en sentido contrario en los plenos».

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