El increíble hotel que se funde en la jungla mexicana

Olvida lo que sabes de los hoteles, este establecimiento oculto en la selva de Tulum es todo lo que necesitas para desconectar -esta vez, de verdad-

Villas de lujo que crecen entre manglares. Una arquitectura basada en materiales orgánicos y formas sinuosas que giran y se retuercen para dejar espacio a los árboles -ellos estaban primero-. Pasarelas ascendentes que nos depositan en exclusivos nidos sobre la jungla y con vistas al mar Caribe. Parece ciencia ficción, pero es Azulik Tulum.

Paredes de fibra de vidrio, hormigón, resinas, cemento pulido y suelos de madera en bruto a partir del bejuco, una planta similar a la vid y nativa de la región, como el resto de materiales de construcción, dan forma a estructuras ondulantes que parecen crecer de forma natural desde el suelo.

Eduardo Neira (Roth) está detás de este innovador complejo 

[Para leer más: Así es el hotel que desaparece bajo un desierto mexicano]

SFER IK Tulum. Foto Azulik Tulum.

Sus formas onduladas y sinuosas parecen irreales. Foto: Azulik Tulum.

Las habitaciones de las 48 villas que conforman Azulik Tulum, sin electricidad o wifi, se conectan a través de puentes flotantes y caminos que serpentean buscando huecos entre los árboles -ni uno solo se cortó durante la construcción, aseguran-.

Reconectar con uno mismo

Este extraordinario complejo, obra de Roth (Eduardo Neira) es mucho más que un hotel. Su concepto comenzó a tomar forma en 2003 en ese paraíso llamado Tulum y que aún -en algunos lugares- logra escapar a la masificación turística imperante en la Riviera Maya. Ahora, además, suma al proyecto Azulik Uh May, en el pueblo de Francisco Uh May, a 25 km al noroeste de Tulum, y aún más transgresor, un espacio que abre sus puertas como lugar “para la investigación, la transformación y la creación” y que en su primera fase toma forma en un fascinante museo de arte contemporáneo, Sfer Ik Museion.

Villa Azulik Tulum

No hay elctricidad (ni falta que hace). Foto: Azulik Tulum.

Suma además una escuela para las comunidades mayas con estudios de arte y talleres de artesanía que combinan las técnicas locales con instalaciones de vanguardia y un espacio donde se encuentran la medicina occidental y las antiguas técnicas de curación mayas, así como un restaurante volcado en la innovación y el diseño. Actualmente en construcción, otras 42 villas ofrecerán nuevas opciones de retiro en medio de la jungla.

Azulik Uh May es el nuevo desarrollo de la firma, que sumará nuevas villas y espacios de arte, en este caso en medio de la selva

Dormir en el manglar

Pero volvamos al origen, a Azulik Tulum, que nos seduce junto a las vastas playas y ruinas mayas de Tulum, pero también con un cenote propio de donde mana el agua que se emplea en todo el complejo.

Un cenote provee del agua que se usa en todo el complejo. Foto Azulik Tulum.

Un cenote provee del agua que se usa en todo el complejo. Foto: Azulik Tulum.

Un ambiente casi mágico nos envuelve desde que ponemos un pie (descalzo) en este lugar, que parece especialmente diseñado para perderse y encontrarse y donde las velas que suplen la ausencia de luz eléctrica potencian una sensación de irrealidad mística.

Gastronomía 

El complejo cuenta con tres opciones gastronómicas que encabeza Kin Toh, centrada e la cocina maya-mexicana de vanguardia mezclando métodos e ingredientes locales de la cocina nativa con propuestas internacionales. Absolutamente espectacular, el restaurante flota a 12 metros sobre la jungla maya, con nidos privados que se sustentan sobre pilares de madera y ofrecen una vista panorámica absolutamente privilegiada, sin ningún elemento que interrumpa la visión de la puesta de sol sobre el Caribe.

Kin Toh Nest. Foto Azulik Tulum.

¿Cenar en un nido? Aquí puedes. Foto: Azulik Tulum.

Además, Tseen Ja, al que se accede tras atravesar un puente colgante a 60 m de altura, se especializa en la fusión de cocinas mexicana y japonesa, con toques orientales en su decoración, mientras que Cenote explota el concepto de Good mood food, ahondando en las cualidades de la comida local y construye sus propuestas sobre los mejores productos de temporada.

Platillo Tseen Ja. Foto: Azulik Tulum.

Platillo Tseen Ja. Foto: Azulik Tulum.

Bienestar a otro nivel

Además, su espectacular spa holístico recupera los rituales ancestrales mayas mientras la ‘tribu’ (el personal) cuida de cuerpo y alma al tiempo que propone tratamientos personalizados y ejecutados según la sabiduría ancestral. Cuenta también con un Beauty Sanctuary que propone “revelar la belleza interior de los huéspedes para traerles el renacimiento exterior” o, dicho de otra manera, que anima a reinterpretar la belleza.

Foto: Azulik Tulum.

Foto: Azulik Tulum.

Arte y moda

Algo más mundano, pero siempre conectado con los orígenes mayas, Azulik cuenta con una boutique, Zak Ik, que busca conectar con las prácticas sostenibles de nuestro planeta y la mezcla entre artesanía tradicional e innovadora.  

Sfer Ik, inaugurado en 2018, es el museo de arte salido de la imaginación de Roth y convertido en escaparate de artistas vanguardistas dispuestos a jugar con un espacio lleno de materiales naturales y formas serpenteantes.

Tras franquear una gran puerta de madera y vidrio de 4 m de altura nos espera un espacio misterioso, de volúmenes curvos, cúpulas geométricas y ventanas redondas con vistas a la jungla y al cielo que deja ver las técnicas totalmente artesanales de construcción. Los sonidos del exterior se amortiguan y mientras pisamos descalzos el cemento pulido o el cálido bejuco se amplifican las sensaciones que las obras de artistas consolidados y emergentes nos provocan, por ejemplo, de Bianca Bondi, Katinka Bock o Guillaume Leblon.

SFER IK Tulum 11

Sfer Ik es el espacio de arte y creación. Foto Azulik Tulum.

Además, y tanto en las ubicaciones de Azulik Tulum como Azulik Uh May, este espacio ofrece talleres artesanales de vanguardia, así como innovadoras residencias de artistas con el objetivo de que sus técnicas y diseños visionarios culminen en nuevas formas de experimentar y crear arte.

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