El hotel ‘happy’ de Pharrell Williams es un homenaje al viejo Miami Beach

Colores pastel, estampados de leopardo, muebles de mimbre, piñas y palmeras dan forma al primer alojamiento del músico Pharrell Williams en Miami Beach

The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

Se llama Goodtime y bien podría ser la felicidad plasmada en un hotel. Y de esto el músico Pharrell Williams sabe y mucho –no por nada su tema Happy de 2014 encabezó la lista del Billboard Hot 100 de Estados Unidos durante diez semanas consecutivas y fue número uno en otros 23 países, entre ellos España-. Su primer proyecto hotelero no podía ser sino un lugar pensado para ser feliz.

“Es esa sensación llena de adrenalina de entrar en un entorno completamente nuevo y una mentalidad completamente nueva. Este lugar proporcionará un buen momento natural para todos los que vengan” apuntaba el artista durante la inauguración, este mes de abril, en Miami.

The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

La ubicación ayuda, claro. En la histórica South Beach, justo en Washington Avenue con 6th Street, el hotel es también una reinvención del estilo art dèco tan característico de la ciudad, y que aquí se reinventa y se actualiza aunque sin perder su esencia.

The Goodtime Hotel

Sofás con estampado animal, teléfonos de disco de color rosa chicle, paredes con estampados tropicales, muebles de mimbre, butacones verde menta, alfombras con print de pies mojados, baldosas de rayas de colores, duchas que son hojas de palmera, enormes sombrillas en tonos salmón… Podría ser un decorado de una película de Wes Anderson o podría ser Miami Beach, como es el caso.

El hotel cuenta con un restaurante, una piscina de más de 2.700 metros de superficie con bar, gimnasio y un espacio para actividades sociales llamado la Biblioteca

Con un total de 266 habitaciones y vistas a la Bahía de Biscayne y el océano Atlántico, The Goodtime Hotel es un proyecto de Pharrell Williams y el empresario David Grutman, propietario de la cadena de restaurantes y clubes nocturnos Groot Hospitality. Ellos están detrás de la idea y el espíritu del hotel: “Queremos que el hotel Goodtime despierte una sensación de revitalización y esa rara y excitante emoción que produce el descubrir algo especial”.

Los tonos pastel reinan en The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

Según Grutman, auténtico magnate de la noche de Miami, “mi primer hotel tenía que romper moldes”. La idea, cuenta, pasaba por “brindar la experiencia de hospitalidad ‘groot’ de 360 grados por la que son conocidos nuestros otros locales, pero añadiendo algo más”. ¿El resultado? Algo así como “una escapada dentro de una ciudad que ya se conoce como destino de vacaciones”. El hotel vendría a completar la experiencia ofreciendo “ese lugar donde sientas que tus preocupaciones y ansiedades se han quedado fuera”.

Para el diseño del hotel, que incluye restaurante y una gran piscina que simboliza esa oda al placer y la diversión, contaron además con el arquitecto Morris Adjmi, el diseñador Ken Fulk y el paisajista Raymond Jungles.

The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

Todo al pastel

Para los interiores, Fulk ideo una estética art dèco “reinventada” que recuerda “la opulencia y la nostalgia de un tiempo pasado”.

En las habitaciones ha ropa de cama y cortinas especialmente diseñadas para el lugar, almohadas con print de leopardo, los teléfonos rosas de pared que prometen convertirse en uno de sus símbolos, mullidas alfombras y texturas naturales, pero también mármoles y molduras que recuerdan esa opulencia pasada.

Los teléfonos retro de pared de color rosa y de disco están entre los objetos que homenajean el estilo art dèco tan característico de Miami Beach

En los pasillos, alfombras que simulan huellas de pies mojados conducen a las zonas comunes, en las que destaca un coqueto espacio para actividades sociales denominado Biblioteca, un gimnasio y un oasis que toma forma de piscina con 2.700 metros de superficie, tumbonas de rayas y enormes sombrillas donde las duchas son enormes hojas de palmeras.

The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

En el apartado gastronómico cuenta con Strawberry Moon -en referencia al nombre de la luna llena más próxima al solsticio de verano-, de la cadena de Grutman, aúna el mismo concepto de diseño de Fulk de art dèco reinventado pero mezclado con el ambiente decadente y el estilo de ciudades del Caribe y Centroamérica como La Habana y Acapulco, muy populares para los viajeros estadounidenses a mediados del siglo XX.

Entre las propuestas se ofrecen platos clásicos de la cocina mediterráneo actualizados con toques divertidos y sabrosos y bocados más ligeros que se pueden servir también en el bar de la piscina, así como aperitivos y cócteles. Un segundo bar con jardín al aire libre y acceso directo desde la calle a través de un ascensor digno de Instagram será el hogar del DJ y de las fiestas, espontáneas o no, que se alargan sin fin.

The Goodtime Hotel. Foto: Alice Gao.

Y es que, de la primera habitación a la piscina todo está ideado para disfrutar y ser feliz.

a.
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