Con ‘mayordomo de atardeceres’: así es el hotel del Caribe que lleva el lujo a otro nivel

El hotel Hilton de Aruba cuenta con un servicio de asesoramiento para organizar cenas exclusivas en diferentes puntos de la isla donde atrapar las mejores puestas de sol

Foto: Hilton Aruba Caribbean Reesort & Casino.

Si el paraíso existe, fácilmente podría parecerse a Aruba. Con playas de aguas turquesas, palmeras y arena finísima como Palm Beach, Boca Catalina, Baby Beach y Rodgers Beach, además de la considerada este año séptima mejor playa del mundo según el ranking de TripAdvisor, Eagle Beach, esta pequeña isla frente a las costas de Venezuela goza además de una curiosa identidad, mezcla del espíritu caribeño con las influencias de Países Bajos.

Así, junto a los árboles dividivi siempre inclinados al suroeste debido a los constantes vientos alisios que regalan a la isla su constante brisa fresca, salpican los núcleos urbanos casas de clara inspiración neerlandesa pintadas en colores pastel. ¿Y qué hay mejor que un paisaje de postal? Sin duda, y basta abrir Instagram ahora que se acercan las vacaciones, un atardecer en un paisaje de postal.

Foto: Hilton Aruba Caribbean Resort Casino.

Por eso un resort de la isla ha creado la figura de sunset concierge (mayordomo de atardeceres) para ayudar a sus huéspedes a organizar la cena perfecta enmarcada en una de las inolvidables puestas de sol.

Mayordomo de atardeceres

El hotel en cuestión es el Hilton Aruba Caribbean Resort & Casino, que ha creado esta experiencia como una “aventura culinaria personalizada” en la que se unen una cena privada y los famosos atardeceres de Aruba. Y, todo, personalizado hasta el más mínimo detalle.

Se pueden escoger entre coquetas ubicaciones en todo el resort pero también por toda la isla, desde dunas de arena blanca a pequeñas playas escondidas

Cualquier día se puede disfrutar del atardecer, que comienza en el bar Mira Solo del hotel con 4 cócteles exclusivos inspirados en los colores y aromas de ese momento justo del día. Sin embargo, si lo que se quiere es crear un recuerdo imborrable, hay que contactar con este particular mayordomo para planificar la noche perfecta.

También se puede aprovechar para explorar otros rincones de la isla. Foto: Hilton Aruba Caribbean Resort & Casino.

¿Qué tal en uno de los jardines tropicales del resort? ¿Y frente a las cascadas? ¿Quizás en una cabaza privada junto a la playa? ¿Con los dedos de los pies directamente en la arena frente al mar? Escogida la ubicación ideal, el mayordomo se encargará de todos los detalles para disponer una cena de cinco platos con vino o champán.

Más allá del hotel

La experiencia, sin embargo, puede ir más allá de los confines del magnífico resort. Cenar bajo un árbol dividivi, icono de Aruba, y también llamado Watapana cuyas ramas, como si de una brújula se tratase, siempre apuntan en dirección sureste; en la pequeña bahía Boca Catalina; o en la más escarpada costa norte de la isla, entre onduladas dunas de arena blanca enmarcadas por cactus y plantas de aloe y con impresionantes vistas al faro son otras de las opciones posibles para esta cena.

En cuanto al menú, incluye entrantes como crudités de verduras frescas, quesos, embutidos, caprese o ceviches, y platos como brochetas crujientes de cordero con tofu y arroz, camarones a la parrilla con verduras, vieiras con risotto, mero en costra de panko con alioli de mango o pollo al curry Panang con plátanos y arroz de caribeño.

Basta con avisar con 24 horas de antelación y definir junto al mayordomo de atardecer el plan ideal para encontrarlo todo perfectamente dispuesto por un precio de 150 dólares la pareja (100 más en localizaciones fuera del hotel).

Sunset Concierge. Foto: Hilton Aruba Caribbean Resort & Casino.

Si además se quiere añadir alguna actividad adicional se puede escoger entre un paseo en kayak con instructor privado, una sesión de meditación junto a la playa, un paseo en bicicleta, un recorrido por el Laberinto de la Paz o un masaje de coco para dos frente al mar (diferentes precios según la experiencia).

La puesta de sol, por supuesto, es cortesía de este paraíso caribeño.

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