Abadía Retuerta: un día en el hotel-bodega más lujoso de España

Pasamos un día (y una noche) en el que probablemente sea el hotel-bodega más espectacular y lujoso del país

En plena milla del oro de la Ribera del Duero (Valladolid) y al más puro estilo del château vinícola francés se alza Abadía Retuerta LeDomaine , uno de los alojamientos más impactantes del país y, muy posiblemente, el más lujoso en la categoría de hoteles-bodega.

Desde luego, aplicar a Abadía Retuerta LeDomaine el calificativo de hotel rural es faltar y mucho a la realidad. Un lugar y una experiencia que no se puede obtener por menos de 300 euros la habitación para dos personas y que, si sumamos cena, tratamiento del spa y visita personalizada a la bodega, fácilmente llega a duplicar ese precio.

Antes de llegar, ya desde la carretera N-122, que atraviesa Castilla conectando a los pueblos y bodegas de la D.O. Ribera del Duero, nos saluda el enorme volumen de la antigua abadía de Santa María de Retuerta

[Para leer más: Cuatro hoteles de lujo para desconectar (de verdad) estas vacaciones]

El mejor hotel-bodega de España

Sin embargo, y al menos una vez en la vida, se debería tener la oportunidad de dormir en un lugar como éste y disfrutar de los mimos y el lujo con estilo que caracterizan a este alojamiento. Quizás por eso tantas personas lo eligen para sus celebraciones especiales (muchos de ellos extranjeros que, incluso, llegan hasta aquí en helicóptero privado). Y, por eso, es también un habitual regalo de bodas.  

Entrada hotel. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.
Entrada hotel a través de los viñedos. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

La primera visión de conjunto es realmente impactante: ya desde la carretera N-122, que atraviesa Castilla conectando a los pueblos y bodegas englobados en la DO Ribera del Duero, se distingue el enorme volumen de la antigua abadía de Santa María de Retuerta, del siglo XII.

En el siglo XIX, y con la desamortización de Mendizábal, desapareció la comunidad premostratense

Adosado a ella está el cuerpo principal del hotel. Buena parte de ese espacio estuvo ocupado por las celdas en las que habitaron los monjes hasta el siglo XIX, cuando fueron expulsados de aquí tras la desamortización de Mendizábal.

A todo ello se llega a través de un camino entre los viñedos, mientras la mirada queda extasiada ante la armonía de todo el complejo.

Que empiece el espectáculo

Una vez se atraviesa el portón de madera que da acceso al enorme zaguán del monasterio, hoy reconvertido en recepción, comienza la magia.

Panorámica. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
Panorámica del hotel y piscina exterior. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

A partir de ese momento, uno de los miembros del staff de Abadía Retuerta Le Domaine se convierte en el asistente personal de cada huésped.

Esta persona es quien le acompaña hasta la habitación para mostrarle las distintas posibilidades (tecnológicas y analógicas) que le esperan dentro de ella. Por ejemplo, el terminal móvil con el que los alojados pueden solicitar todo tipo de servicios personalizados desde cualquier lugar del alojamiento y a cualquier hora del día o la noche.

En sus 30 habitaciones conviven todo tipo de servicios analógicos y digitales, así como una decoración de gusto exquisito que mezcla mobiliario clásico con obras de arte

Las 30 habitaciones (tres de ellas suites) están llenas de detalles de gusto exquisito, tanto en la calidad y calidez del mobiliario como en lo decorativo (por ejemplo, las litografías auténticas de Joan Miró que cuelgan de cada una de ellas), o en la delicadeza de los textiles de cama, cortinas y baño.

Vistas al mar de viñedos. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.
Vistas al mar de viñedos. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

Entre mármoles y litografías de Miró

Destacan las magníficas bañeras y los recubrimientos de mármol: cada losa coincide a la perfección con el dibujo de la losa contigua. Una rareza que se antoja también bastante exclusiva.

Pero si hay algo que enamora y relaja en todas las habitaciones de este hotel son las vistas desde sus balcones: al mar de viñas que rodea la finca.

El spa, ubicado en lo que fueron las caballerizas del monasterio, es un ejemplo en materia de tratamientos y servicios, pero también de sostenibilidad

Si impactantes son las habitaciones, comunicadas a través de pasillos con una anchura inexistente en ningún otro alojamiento de este tipo, no menos impresionante es lo que espera en el spa.

Situado bajo las antiguas caballerizas, hoy ocupadas por ocho de las habitaciones, su construcción supuso todo un reto, sobre todo en materia de sostenibilidad. Aunque las aguas no sean de tipo termal, este spa tiene su propia fuente: un pozo situado a 120 metros de profundidad del que se nutren la piscina interior y exterior del complejo, así como el resto de instalaciones enfocadas a la relajación.

Santuario. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
Santuario. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.

Entre los tratamientos disponibles destaca La Selección del Sommelier, un auténtico maridaje entre algunos de los mejores vinos de la casa y la técnica tibetana KuNye. Tras el masaje con que finaliza el tratamiento es fácil perder la noción del tiempo (y casi del espacio).

Hora de pasar al refectorio

Para Abadía Retuerta LeDomaine la gastronomía también ocupa un capítulo importante y para ello cuenta con dos restaurantes principales de concepto diferenciado, tanto en los fogones como en la decoración.

Marc Segarra es el chef tras las cartas de sus dos restaurantes. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
Marc Segarra es el chef tras las cartas de sus dos restaurantes. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

El chef Marc Segarra firma las propuestas gastronómicas de sus dos restaurantes: El Refectorio y La Vinoteca

Ante todo, está Refectorio, situado efectivamente en el antiguo comedor de los monjes. Reconocido con una estrella Michelin, cenar aquí es una experiencia que supera cualquier expectativa.

Creatividad elevada a la máxima potencia, tanto en presentaciones como en combinaciones de ingredientes y sabores. Una cocina en la que el producto de temporada y calidad es protagonista supremo, con dos opciones de menú degustación: Sacristía (140 euros + maridaje de vinos, 75 euros) y Caballerizas (160 euros + 75 euros del maridaje).

Foie asado, fondo de cebolla, ajo negro y zanahoria. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
Foie asado, fondo de cebolla, ajo negro y zanahoria. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.

El responsable de ambos es el joven chef Marc Segarra, formado en los fogones de Mugaritz. De hecho, el aliento del genial Andoni Luis Aduriz se nota a cada plato.

Vinoteca

Por otro lado, está Vinoteca. Un espacio íntimo (para solo 24 comensales) situado bajo la cueva. Es decir, el lugar donde residen las joyas vinícolas de la casa y de otras bodegas tanto nacionales como internacionales.

La Vinoteca. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
Vinoteca. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

En Vinoteca, Marc Segarra propone una cocina tradicional y local. Por supuesto, aplicándole sus propios toques de creatividad y consiguiendo un agradable equilibrio de sabores, como en el steak tartar que se aliña a la vista del comensal en un ritual tan escenográfico como suculento; o en las natillas de albahaca, manzana y galleta roja.

De paseo por las viñas

Desde luego la visita a la bodega y a la enorme finca de Abadía Retuerta LeDomaine resulta obligada. Una bodega que, pese a su relativa juventud (nació a finales del siglo pasado) ya ha colocado en el mercado algunas etiquetas de referencia, ganadoras de varios certámenes internacionales.

Abadía Retuerta LeDomaine.
La bodega Abadía Retuerta LeDomaine cuenta con referencias premiadas a nivel internacional.

Conviene aclarar que estos vinos no están dentro de la DO Ribera del Duero (por decisión propia), lo cual no resta ni un ápice ni a la calidad, ni a la singularidad ni, por supuesto, a la seducción de sus botellas.

De hecho, está englobada en la asociación Grandes Pagos de España, que engloba a 30 de las mejores bodegas del país.

Catar los vinos de Abadía Retuerta en su propia y teatral bodega puede ser un perfecto fin de fiesta para una experiencia realmente única.

El hotel ofrece diferentes experiencias para explorar los alrededores. Foto Abadía Retuerta LeDomaine.
El hotel ofrece diferentes experiencias para explorar los alrededores. Foto: Abadía Retuerta LeDomaine.

a.
Ahora en portada