Viaje por las ecuaciones que cambiaron la historia del mundo

¿Qué tienen que ver un disco de Pink Floyd, la nevera de casa, el clima de mañana y la física cuántica? Que todos tienen una ecuación por detrás. Dos jóvenes divulgadores repasan las fórmulas que moldearon a la humanidad

Portada de El lado oscuro de la Luna, de Pink Floyd

Las matemáticas están en el universo, desde la geometría perfecta de las moléculas hasta en las elipses que trazan los planetas y en la rotación de las galaxias.

Desde que el mundo es mundo la humanidad trató de responder a los interrogantes de su existencia. Las respuestas más fáciles asignaron respuestas, desde las mareas hasta la creación de las estrellas, a las voluntades de los dioses.

La búsqueda del saber

Pero un puñado de curiosos no se quedaron conformes, y recurrieron a la razón para que los misterios de la vida no queden enclaustrados en un dogma religioso.

Desde tiempos antiguos, en lugares como en Egipto, Mesopotamia y la Antigua Grecia cuyo saber fue expandido por Alejandro Magno, las observaciones resolvieron algunos interrogantes, pero que a su vez abrían nuevas dudas.

El dilema de trasladar el dibujo de una esfera en un plano bidimensional

La llave de las ecuaciones

La tradición filosófica y racional de las primeras civilizaciones, combinadas con los descubrimientos matemáticos de los hindúes y chinos, fueron moldeadas por la cultura árabe en la Edad Media para dar paso al poder del álgebra.

Las matemáticas, que son un concepto abstracto, usa las ecuaciones para responder a interrogantes del mundo físico

¿Pero habría alguna forma para que las matemáticas, que son un concepto abstracto, puedan dar respuestas a los interrogantes de la realidad?

El puente que une estos dos mundos son las ecuaciones, postulados para enunciar leyes de aplicación universal, que permite resolver las dudas que surgen desde la física subatómica hasta la expansión del universo.

La historia a través de 30 postulados

Es posible recorrer la historia de la humanidad a través de estas herramientas matemáticas, que a pesar de ser una pesadilla entre muchos estudiantes de la ESO, cuando se las comprende pueden tener una armonía similar a los de una pieza musical.

Las ecuaciones explican cómo se conforman los átomos

Esa es la idea que proponen los físicos Guillermo Peña y David Perezagua en su libro Historia del mundo en 30 ecuaciones (Principal de Libros), postulados matemáticos que ayudaron a que la ciencia pueda dar pasos de gigante en su continua búsqueda de respuestas.

Uno de los logros de los autores es presentar en un estilo sencillo y cercano ecuaciones que pueden adrementar al primer vistazo.

Cada capítulo combina uno o varios de las ramas de la ciencia que están implicadas, como la termodinámica, la cuántica, el electromagnetismo, la cosmología, las matemáticas, la estructura de la materia, la gravedad, la relatividad, la luz y la mecánica.

Pero cada postulado solo es la puerta de entrada, porque cada capítulo es un recorrido histórico por el devenir científico, con interesantes datos de las personalidades de los filósofos, científicos y matemáticos que contribuyeron a poner los ladrillos del saber.

Los árabes crearon el álgebra y extendieron el saber matemático. Foto: Pixabay

Desde los orígenes del conocimiento

Peña y Perezagua se remontan a los orígenes del conocimiento científico, con dilemas que iban desde la razón por la extraña órbita de los planetas hasta el dilema de trasladar en un mapa (plano) la esfera del globo terrestre.

En donde se mire, siempre hay una ecuación que aporta una explicación. Estas leyes nos dicen por qué se producen las mareas, la razón detrás de la parábola de una piedra lanzada al vacío, o por qué la curva cicloide es el mejor diseño para una pista de skate.

Las ecuaciones aportan verdades universales: no importa de qué región del universo hablemos, la ley de la gravedad siempre es la misma, dijo Isaac Newton.

Las ecuaciones de Einstein, como las que explica la curvatura de la luz por la gravedad, dieron respuestas que años más tarde fueron confirmadas por la observación

Los mecanismos de engranajes que hacen funcionar al universo se explica con ecuaciones, y con ellas también Albert Einstein dio por relativos conceptos que eran absolutos como el tiempo y el espacio.

Sus fórmulas predijeron con exactitud lo que los instrumentos de medición confirmarían años más tarde, como la curvatura de la luz por la gravedad.

La ley de la gravedad es la misma en cualquier rincón del universo. Foto Priscilla du Preez-Unsplash

Las ecuaciones están detrás de las respuestas

La luz que se descompone en colores tras atravesar un prisma, como vemos en el disco El lado oscuro de la Luna de Pink Floyd, tiene una ecuación que la explica.

¿Por qué una nevera es fría pero la parte trasera expele calor? En las ecuaciones de las leyes de la termodinámica está la respuesta.

Gracias a las ecuaciones la meteorología descubrió que un decimal que parece intrascendente puede alterar cualquier predicción del clima en un par de meses.

Esas combinaciones de símbolos griegos, letras latinas y signos matemáticos ayudaron a descubrir la electricidad, saber qué hay dentro de un átomo (y a su vez, dentro de protones y neutrones), adivinar dónde hay agujeros negros y abandonar la idea de que el universo es estable y eterno.

Las ecuaciones de Einstein convirtieron en relativos conceptos absolutos como el tiempo y el espacio.

Pero como cualquier árbol, el conocimiento es un laberinto donde se abren nuevos pasadizos cada vez que se traspasa un portal.

No hay problema. De eso se trata la ciencia: de buscar respuestas cada vez que surgen nuevos interrogantes. Y para ello, las ecuaciones son las llaves que abren esas puertas de lo desconocido.

a.
Ahora en portada