Cómo es viajar en el tren más lujoso del Reino Unido

El ferrocarril Belmond British Pullman recupera el glamour de la edad dorada de los viajes en tren

Cuando el convoy está a mitad de camino entre Londres y Bath, en esos momentos en que la imagen de la campiña inglesa se refleja en la copa de champagne o en la taza de té, uno cree estar en pleno 1920, viviendo la edad de oro de los viajes en tren.

Aunque vivamos un siglo después, esa magia se puede experimentar con el Belmond British Pullman, uno de los trenes más lujosos de Europa. O quizás del mundo.

Los trenes recorren las colinas de Surrey. Foto Belmond
Los trenes recorren las colinas de Surrey. Foto Belmond

Expertos en trenes de lujo

Belmond es una de las compañías más importantes de hoteles y ferrocarriles de cinco estrellas, como el Royal Scotman que lleva por las áridas planicies de Escocia o el Andean Explorer y el Hiram Bingham que circulan por los valles y las montañas andinas de Perú.

También cuenta con el Grand Hibernian que circula por Irlanda, y uno de los más legendarios de la historia, el Venice Simplon-Orient-Express, que transita entre Londres o París y diversas ciudades de Italia.

La elegancia se siente en cada detalle. Foto Belmond
La elegancia se siente en cada detalle. Foto Belmond

La elegancia a bordo

Los viajes del British Pullman son recorridos con salida y llegada a Londres, una experiencia de viaje que es un elegante túnel del tiempo, no solo por la presencia de sus camareros, bartenders y mayordomos vestidos con elegancia, sino por la decoración de sus vagones.

Los 11 vagones, construidos entre 1920 y 1930, fueron usados por miembros de la Corona, como coches fúnebres o para jefes de Estado

Los coches, construidos entre 1920 y 1930, fueron cuidadosamente restaurados por familias de artesanos que desde generaciones trabajan para la firma Belmond.

Los asientos de terciopelo en sillones de dimensiones generosas, la vajilla de cerámica de primera línea y las copas de cristal de Bohemia, así como el suelo de madera son algunos detalles que atrapan las miradas.

La ambientación la dan las lámparas de estilo art decó, que con luz tenue iluminan los detalles en bronce y los accesorios de caoba brillante.

Una forma diferente de explorar Gran Bretaña. Foto Belmond
Una forma diferente de explorar Gran Bretaña. Foto Belmond

Las historias detrás de los vagones

El convoy del British Pullman está formado por 11 vagones, de los que varios de ellos tiene una interesante historia por detrás.

El más antiguo, el Ibis, perteneció al tren Deauville Express que llevaba a parisinos a gastar sus fortunas en los casinos Deauville, en la Riviera francesa.

El Fénix pasó largas temporadas estacionado en Lyon, transformado en un restaurante de lujo; pero antes, tenía su fama ganada porque era el coche favorito de Isabel Bowes-Lyon, la reina madre de Isabel II.

Los vagones fueron restaurados con gran precisión. Foto Belmond
Los vagones fueron restaurados con gran precisión. Foto Belmond

El Audrey también fue usado en varias ocasiones para viajes de la familia real

Otro vagón con aires reales es el Vera, usado por los príncipes Carlos y Ana en su primer viaje en un tren eléctrico, en 1950.

Dos de los coches, el Perseus y el Cygnus se adaptaron como escenarios en la película Agatha, de 1979, con Dustin Hoffman y Vanessa Redgrave.

Este último también sirvió como coche para jefes de Estado, y fue usado como transporte fúnebre de los restos de Winston Churchill.

Los viajes del British Pullman

Los viajes tienen como punto de partida la estación de Victoria Station, en Londres. A pesar de las actuales limitaciones al turismo, los trenes funcionan con una reducción en el aforo y con todas las medidas sanitarias necesarias.

Los viajes tienen hasta un año de reserva, trayectos de temática gastronómica, turística o de misterio.

Los viajes que ofrece Belmond son turísticos a ciudades como Bath u Oxford, temáticos de gastronomía o con juegos de misterio y crímenes a bordo

En los primeros se encuentran viajes que parten a las 18.00 y regresan a las 23.00, en que se comparten veladas artísticas con una selección de platos elaborados por chefs invitados de prestigio.

El viaje en el tiempo en los trenes a vapor. Foto Belmond
El viaje en el tiempo en los trenes a vapor. Foto Belmond

Los grupos de 100 pasajeros pueden disfrutar de las creaciones de cocineros como Aldo Zilli, Raymond Blanc, Anton Mosiman, Richard Corrigan o Tom Kerridge, algunos estrellas de la televisión, otros galardonados con estrellas Michelin o a cargo de las cocinas de hoteles como el Claridge.

Paseos turísticos

Entre los viajes turísticos se encuentran las salidas a Bath, Oxford, al palacio Blenheim (usado como localización en Downtown Abbey) o al hotel rural Belmond Le Manoir aux Quat’Saisons, en Oxfordshire.

En cada uno de ellos se ofrecen cócteles Bellini o el tradicional té inglés, y una comida y cena de cuatro platos con vino, con un nivel de preparación que supera cualquier parámetro de excelencia.

En locomotoras a vapor

Uno de los viajes con más encanto son los realizados con locomotoras a vapor. Los trayectos van a Stratford-Upon-Avon (cuna de Shakespeare) o a través de las colinas de Surrey con máquinas centenarias que expelen humo con furia pero que parecen recién salidas del taller.

La ceremonia del té inglés nunca falta. Foto Belmond
La ceremonia del té inglés nunca falta. Foto Belmond

Sin embargo uno de los viajes con más demanda es el temático sobre crímenes y misterio. En un certero homenaje a Agatha Christie, autora de Asesinato en el Orient Express los pasajeros reciben pistas para encontrar al autor de un crimen entre una serie de sospechosos.

Los viajes en los trenes de Belmond cuestan entre 275 y 550 por persona. Aunque sea el trayecto de un día, la experiencia de viajar como en la edad dorada de los ferrocarriles no tiene comparación.

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