Once exploradoras que rompieron barreras para descubrir el mundo

Fueron mujeres extraordinarias, que vencieron perjuicios y se lanzaron a lo desconocido. Desde el Tíbet a Egipto, y desde Alaska a la Polinesia, estas aventureras invitan a seguir sus pasos

Beryl Markham, pionera de la aviación. Foto Flickr copia

Viajaron porque querían conocer el mundo, para romper con los tabúes, por ese deseo irresistible de descubrir culturas, sabores y paisajes, para escapar de soledades o porque sentían que su hogar, su ciudad o su país eran demasiado pequeños para una sola vida.

Fueron mujeres que son un ejemplo de voluntad por pretender llegar a rincones remotos sin los medios de transporte ni las comodidades que tenemos hoy en día.

No estamos hablando de personas que rompieron récords, que descubrieron tierras lejanas o plantaron banderas en cumbres; se trata de mujeres que no buscaron la chapa de heroínas, sino que amaban viajar por encima de cualquier cosa.

Odiseas en clave femenina

Algunos ejemplos se recogen en Odiseas femeninas. 11 historias de mujeres de otro tiempo para viajar hoy (Anaya Touring), un libro de Olga García Arrabal que no se queda en la biografía, sino que también invita a viajar a los destinos que ellas han descubierto con otros ojos.

COMPRAR ‘Odiseas femeninas’ de Olga García Arrabal en Amazon

“No es un libro reinvidicativo” aclara la autora y precisa que la idea es buscar “historias de mujeres sin premios Nobel, pero con curiosidad por el mundo de las rodea”; protagonistas de éxitos pero también de fracasos, que pueden inspirar “para ser tan extraordinarias o mundanas como ellas”. O sea, son “mujeres, sin adjetivos”.

“Son historias de mujeres sin premios Nobel, pero con curiosidad por el mundo de las rodea”.

Olga García Arrabal

La aventura de lo exótico

Una de ellas es Sophia Lane Poole, quien pasó siete años en Egipto para contar cómo era la vida de las mujeres en ese país a mediados del siglo XIX; y cuyo nombre fue olímpicamente ignorado por los editores cuando se publicó su libro Una inglesa en Egipto. Cartas desde El Cairo.

Retrato de Mary Wortley Montagu en 1716

Otra es Ida Laura Pfeiffer, quien en 1842, ya con 45 años y sus hijos emancipados, cogió su maleta y se lanzó a viajar por Oriente Medio durante 10 meses; una experiencia que le gustó tanto que dio la vuelta al mundo dos veces.

“Conversó con reyes, convivió con tribus que jamás habían visto una mujer blanca, se adentró en la jungla y le advirtieron del riesgo de toparse con los salvajes cortadores de cabezas”, describe García Arrabal.

También conocemos la historia de Eliza Scidmore, quien popularizó el término tsunami por sus reportajes en National Geographic en 1890 (donde fue pionera en ilustrarlos con fotografías) y que convenció a la primera dama Helen Taft que llene Washington D.C. de cerezos como en Japón.

Sophia Lane Poole escribió sobre la vida de las mujeres en Egipto

Con Isabella Bird, que fatigó las inmensas distancias del centro y oeste de EEUU, exploramos Hawái con las miradas que aportó al mundo en su libro de 1875.

Llegar donde casi nadie había llegado

Gracias a Alexandra David-Néel podemos saber cómo era el Tíbet a principios del siglo XX cuando era territorio prohibido para extranjeros. Pero a pesar del frío y mil privaciones, ella pudo contarlo a través de mas de 20 libros.

También hay lugar para mujeres españolas. Una es Emilia Serrano de Wilson, una granadina que desde niña vivió en París y recorrió buena parte de América. Aunque proclamaba contra las feministas pero esta periodista, exploradora, poeta y traductora actuaba como tal.

El libro invita a seguir los pasos de las exploradoras. Foto Anaya Touring

La catalana Aurora Bertrana logró reconocimiento gracias a los libros que recreaba sus experiencias en la Polinesia Francesa

Otra es la gerundense Aurora Bertrana, cuyo espíritu resumía el fervor de los locos años ’20, quien no dudaba de reconocer que se había casado por interés ni de polemizar con viajeros que no salían de su escritorio; autora de libros sobre sus tres años en la Polinesia Francesa que fueron una revelación para muchos lectores.

Contar experiencias, descubrir mundos

Las cartas de la aristócrata británica Mary Wortley Montagu sobre su experiencia en el Estambul de 1720 revelaron un mundo desconocido para muchos en Europa.

Eliza Scidmore fue pionera en usar fotografías en reportajes y colorearlas

Y las vivencias de Beryl Markham en Kenia, escritas con un talento que doblegó a  Ernest Hemingway y su famoso machismo, son tan valiosas como la hazaña de cruzar el Atlántico de este a oeste, y ser la primera persona en volar sin escalas entre Inglaterra y Norteamérica.

En cada sintética biografía García Arrabal presenta fragmentos escritos por estas once mujeres viajeros de cada destino, para que conozcamos cómo se veía el mundo y otras culturas, muchas de ellas exóticas para Occidente, décadas y siglos atrás.

Pero también da pautas para viajar y repetir sus pasos, aunque con la rapidez y comodidad de los aviones, coches y trenes actuales, tendrá poco de hazaña. Pero igual vale la pena intentarlo.

a.
Ahora en portada