Cuando una ciudad está en el país que no corresponde

Por razones políticas o históricas algunas ciudades quedaron rodeadas de tierras extranjeras. Estos son algunos de los casos más extraños de Europa

Hay ciudades y regiones que están fuera de lugar. Se trata de los enclaves, un territorio que pertenece a un estado pero que está totalmente rodeado por otra nación. Esta anomalía se remite a toda clase de razones políticas, sean guerras, herencias medievales o excepciones a tratados fronterizos

En el mundo hay países enteros que son enclaves, como San Marino con Italia; El Vaticano, el estado más pequeño del mundo en medio de Roma; o Lesotho que es una república abrazada por Sudáfrica por sus cuatro puntos cardinales.

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Técnicamente las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no son enclaves. Es cierto que están rodeadas por Marruecos, pero tienen salida al mar y de ahí a aguas internacionales.

Llívia (España)

En España, del otro lado de los Pirineos y rodeada de tierra francesa, se encuentra Llívia. Forma parte de la provincia de Girona, y su ejido municipal también comprende los pueblos de Cereja y Gorguja.

El origen de esta rareza está en el Tratado de los Pirineos, firmado en 1659 entre Francia y España. Por ese acuerdo este país tuvo que ceder a sus vecinos galos 33 pueblos de las comarcas del norte catalán, que formarían el actual departamento de los Pirineos Orientales.

Llívia quedó fuera del Tratado de los Pirineos porque no tenía estatus de pueblo sino de villa, y pudo decidir su destino

Pero en el caso de Llívia no era pueblo sino ‘villa’, gracias a un privilegio otorgado por Carlos V. Y decidieron seguir bajo la bandera española.

Llívia es España, pero por todos lados está rodeada por Francia. Foto Wikipedia

Llívia es España, pero por todos lados está rodeada por Francia. Foto Wikipedia

En este bonito pueblo, al pie del Turó del Castell, se encuentra la farmacia más antigua de España, que data del siglo XV y que ahora es museo.

Kaliningrado (Rusia)

En los tiempos en que pertenecía al reino de Prusia se la conocía como Könisberg, pero tras la Segunda Guerra este óblast (provincia) se integró a la Unión Soviética como Kaliningrado.

Kaliningrado, en Rusia. Foto Tripadvisor

Kaliningrado fue prusiana, alemana, soviética y ahora rusa. Foto Tripadvisor

El tratado de Postdam le otorgó la soberanía soviética, que ambicionaba la ciudad por estar en la desembocadura del río Pregel, que se une con la laguna del Vístula y de ahí al Mar Báltico.

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Mientras la vecina Lituania, al norte, era parte de la URSS, todo quedaba bajo el mismo país. Pero tras la independencia del país báltico en 1991 el tránsito de personas y transportes se complicó, y más todavía desde que este país y Polonia, limítrofe al sur, se integraron en la Unión Europea, por lo que se reforzaron los controles en las carreteras.

Büsingen am Hochrein (Alemania)

Por donde se mire se ve territorio suizo, pero pertenece a Alemania. En esta pequeña ciudad germana los comercios aceptan tanto el euro como el franco suizo, los residentes tienen derecho a la nacionalidad helvética, y la policía pertenece a ambos estados. De hecho apenas hay rastros de que pertenece a otro estado, ya que todo el mundo habla alemán.

Busingen

Lo que se ve de Büsingen am Hochrein es Alemania, pero unos metros más y ya es Suiza.

La razón de la existencia de este islote germano en tierras suizas es que en el siglo XVIII el imperio de Austria vendió al cantón de Schaffhausen los territorios que rodeaban al pueblo de Büsingen am Hochrein, pero se excluyó expresamente a este villa. Y así permanece desde hace tres siglos. Su escudo es muy gráfico: una bandera alemana rodeada por una cinta suiza.

Campione d’Italia

El lago de Lugano destila belleza por donde se lo mire. Es la típica postal suiza de montañas y pueblos, pero hay una franja de casi un kilómetro cuadrado que es de soberanía italiana.

Hasta 1798 la situación era normal porque forma parte de la región de Lombardía, pero el vecino cantón de Tesino ese año decidió integrarse a Suiza, y Campione quedó desgajado del territorio italiano.

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Campione

La anomalía geográfica de Campione d’Italia permitió crear un famoso casino.

Los vecinos del pueblo decidieron mantener la soberanía italiana, y así sigue en la actualidad, aunque aprovechando algunas ventajas, como un sistema fiscal más relajado (a tono con el suizo), o un antiguo casino con reglas más laxas; pero también con inconvenientes, como es tener que usar el código internacional para llamar a Italia.

Un detalle: este quizás sea el único pueblo del mundo que tenga a un caracol en su escudo y bandera.

Najicheván (Azerbaiyán)

La guerra entre Armenia y Azerbaiyán, en 1920, derivó en que la región montañosa al sur del primer país pasara a manos del segundo, junto con el territorio de Nagorno Karabaj.

najichevan

En Najicheván se encuentran valiosos yacimientos arqueológicos

Esta situación derivó en la migración forzosa de la población armenia, y si buen quedó una minoría mientras existió la URSS, estos últimos tuvieron que irse tras una serie de pogromos.

La creación de la República de Najicheván, que pertenece a Azerbaiyán, acarreó deportaciones masivas de la población armenia

Rodeada por Armenia al norte, limita al oeste con Irán y por unos pocos kilómetros con Turquía, que también han participado de una forma u otra en esta convulsionada región del Cáucaso.

Baarle-Hertog

Y cerramos con el premio mayor a la mayor locura de enclaves. Baarle Hertog y Baarle Nassau son dos comunidades de Bélgica y Países Bajos, donde fragmentos de una están repartidos en la otra.

Puede ser un campo, quizás alcance a un par de manzanas. En total son 22 enclaves de soberanía belga en territorio de los Países Bajos, y ocho de esta última en Bélgica. Pero lo más increíble es que hay siete de ellos que están dentro de otros neerlandeses, que es lo que se conoce como un meta-enclave.

Entre las comunas de Baarle Hertog y Baarle Nassau hay 22 enclaves repartidos entre uno y otro territorio

Esto dio lugar a todo tipo de situaciones surrealistas, como casas con una puerta en cada país, cervecerías que antes del euro cobraban en una moneda y pagaban impuestos en otra, o restaurantes que para no cerrar antes del horario de un estado tenían que cambiar la mesa de sitio.

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El cafeÌ está en los Países Bajos, pegado a Bélgica. Foto: Wikipedia

El origen de este puzzle administrativo se remonta a la Edad Media, cuando la comuna de Baarle-Hertog pertenecía al ducado de Brabante, mientras que Baarle-Nassau era parte de las tierras de la familia Nassau.

Cuando Bélgica se independizó de los Países Bajos en 1831, se generó esta madeja de fronteras que persiste al día de hoy, aunque el levantamiento de las fronteras en la Unión Europea trajo un alivio. Y no deja de ser un imán turístico, donde miles de personas vienen a ver cómo se vive con un pie en cada país.

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