El Titanic empieza a recibir turistas submarinos

A medio camino entre la investigación y el turismo, el próximo mayo comenzarán las inmersiones a las profundidades del Atlántico Norte para ver los restos del Titanic

41.7325° N, 49.9469° W. Son las coordenadas exactas del lugar donde reposan los restos del RMS Titanic, el transatlántico británico de la White Star Line, un barco supuestamente insumergible que se hundió en su primera travesía, la noche del 14 al 15 de abril de 1912. Los restos de su pecio descansan a 3.821 m de profundidad en aguas del Atlántico Norte, a 625 km de la costa de Terranova y a 2.000 de Nueva York donde debía atracar solo tres días después.

Aunque parte del misterio que lo rodeaba se desveló al encontrarse los restos del naufragio en 1985, lo cierto es que la desafortunada historia sigue atrayendo la atención de muchos, desde investigadores a turistas dispuestos a pagar más de 100.000 euros por una inmersión a los restos del Titanic.

El barco más famoso del mundo yace en el fondo del mar desde 1912.

Nuevas expediciones

Hasta ahora reservadas a científicos, cineastas o buscadores de tesoros profesionales, la compañía OceanGate Expeditions, con sede Everett (Washington, EEUU), iniciará partir del mes de mayor de 2021 una serie de viajes al fondo del océano en un submarino privado que reservará plazas para viajeros no especialistas en misiones de investigación que incluirán expediciones de buceo al pecio sumergido.

Según su presidente, Stockton Rush, hay al menos tres docenas de personas con plaza reservada en las primeras seis salidas, que pagarán 125.000 dólares (106.400 euros) por un viaje de ocho días desde el puerto de San Juan de Terranova (Canadá) que incluye una única inmersión, de entre seis y ocho horas, a los restos del Titanic.

Aunque la compañía evita llamarles turistas y opta más bien por la fórmula “especialistas en misiones” argumentando que todos los pasajeros tendrán un papel en la misión de investigación y “desempeñarán funciones prácticas”, lo cierto es que no se exige formación científica ni experiencia previa.

Vista frontal del submarino Titan. Foto: OceanGate Expeditions.
Vista frontal del submarino Titan. Foto: OceanGate Expeditions.

El naufragio estrella

Según informa la compañía en un comunicado, la misión de las expediciones pasa por realizar escaneos láser y videos en alta calidad que se combinarán con fotografías de alta resolución para crear un modelo virtual 3D totalmente realista del naufragio.

Por supuesto, no faltan la envoltura de épica para esta particular expedición. Según Rush, “Más personas llegan a la cima del Everest un solo día de las que jamás han visto el Titanic”.

El objetivo científico de la misión pasa por realizar escaneos láser y videos en alta calidad que se combinarán con fotografías de alta resolución para crear un modelo virtual 3D del naufragio.

Y aunque reconoce que “hay mejores naufragios, tal vez naufragios más importantes, la gente no sabe lo que son y es difícil vender alguo cuando alguien no sabe lo que es”.

Por eso, y aunque la compañía ha organizado otras expediciones en torno a naufragios históricos, como el del submarino nazi U-869, hundido frente a la costa de Nueva Jersey durante la Segunda Guerra Mundial, su presidente, que quería ser astronauta y acabó siendo explorador, concentra sus esfuerzos en la expedición del Titanic.

Un submarino propio

Con un título de Princeton en ingeniería aeroespacial, Rush trabajó con Boeing y la NASA para desarrollar un submarino ligero y aerodinámico capaz de llegar “a donde ningún hombre había llegado antes”. Su prototipo, Titan, se estrenó en 2018 y puede descender hasta los 4.000 km de profundidad. Su ventana frontal, con 21 pulgadas de diámetro (53,34 cm) le da la apariencia de cíclope (de hecho, la clase se ha bautizado con este nombre, como el ser mitológico de un solo ojo) y permite a dos personas mirar simultáneamente. Puede viajar a una velocidad de tres nudos y descender 55 metros por minuto, con el empuje de cuatro propulsores eléctricos. Está equipado con potentes luces externas, cámaras HD y 4K y un escáner láser.

Dentro de Titan, con presión constante y aire reciclado como en las naves espaciales, viajará también un pequeño baño y habrá espacio para bocadillos y agua. Rush tiene preparada incluso la banda sonora del descenso, según Bloomberg, una playlist que incluye rock y jazz.

Los nueve invitados se turnarán para visitar el Titanic (el submarino, de cinco plazas, siempre irá ocupado por un investigador y un piloto) y durante el viaje podrán mirar por la ventana, ver las grabaciones que realizan los dispositivos e, incluso, tomar los mandos de la nave.

Titan puede viajar a hasta 4000 m de profundidad con 5 personas a bordo.
Titan puede viajar a hasta 4000 m de profundidad con 5 personas a bordo. Foto: OceanGate Expeditions.

En cuanto a la misión, se plantea como un trabajo de documentación de la descomposición de los restos del naufragio, hoy en día muy deteriorados según otras imágenes captadas por los investigadores. Rush confía que “La cantidad de tiempo que vamos a dedicar nos permita encontrar cosas que otros se han perdido”.

Además de los nueve invitados en cada misión, en el barco viajarán alrededor de 50 o 60 personas, incluidos científicos como la arqueóloga de la Universidad de Rhode Island Bridgette Buxton, el biólogo de la Universidad de Carolina del Norte Steve Ross, y el buzo irlandés Rory Golden, un experto en el Titanic.

Según explica la compañía, entre los viajeros ya apuntados hay estadounidenses, australianos, británicos y chinos, varios de ellos también han reservado en la aventura galáctica que organiza en paralelo Richard Branson con Virgin Galactic y una pareja ha escalado el Everest.

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