Diez ciudades para descubrir las raíces musicales de EEUU

Este barrio era el faro de los aspirantes a músicos, el trampolín a la fama si algún productor o cazatalentos pasaba por el bar.
En el recorrido de Rock ’N Walk & Jogging el músico Jon D’Amico guía por locales famocos como The Troubadour (donde Elton John actuó al inicio de su carrera); el Whiskey A Go Go (lanzadera de The Doors, Janis Joplin y Led Zeppelin); El Roxy (un lugar íntimo donde conocer nuevos artistas y codearse con famosos) y el Viper Room (un local oscuro y vibrante que ha albergado a Oasis o Tom Petty and The Heartbreakers).
La experiencia será completa pasando una noche en el hotel Andaz West Hollywood, el primero que se construyó en la mítica calle Sunset Boulevard y la opción predilecta de los legendarios rockeros de la época.

La tradicional combinación de barbacoa, bourbon y bluegrass (una variedad del country), tiene su meca en Owensboro, una ciudad ribereña ubicada en Kentucky, a unos 150 kilómetros al suroeste de Louisville.
Si el viajero quiere ver banjos, violines y mandolinas en acción, no deben perderse el Romp Festival, que se celebra del 26 al 29 de junio y supone la mayor reunión de músicos y aficionados a la música y al baile bluegrass.
Otra buena ocasión musical es el Friday After 5, una serie de cinco conciertos gratuitos para disfrutar de la puesta de sol, que este año tiene lugar entre el 17 de mayo y el 30 de agosto.

Nueva Orleans es la cuna del jazz. Por ello en la ciudad se organiza el Jazz History Tour, un paseo de tres horas que se detiene en las huellas que ha dejado la música en la ciudad.
Más allá de la historia, parte del placer de viajar a Nueva Orleans es caminar por sus calles, donde las bandas de música se reúnen invitando a los peatones a conciertos improvisados, o pasar el rato en uno de sus bares de fama mundial, como el oscuro y delicioso Spotted Cat.

El rock invade Minneapolis, desde el Centro Cultural Cedar hasta el mítico bar Cabooze. Pero la visita a esta ciudad no está completa si no se recorren los lugares que han marcado la vida de Prince, su héroe musical.
Un buen punto de partida es su antiguo hogar, Paisley Park, situada en un enorme terreno de más de 6.000 metros cuadrados donde también se encuentra un club nocturno y sus estudios de grabación.
En el Centro de Historia de Minnesota de St Paul se inaugurará el 4 de mayo la exposición First Avenue: Stories of Minnesota's Mainroom, dedicada a la discoteca First Avenue, construida en la estructura de la terminal de autobuses de Greyhound y que Prince hizo famosa en Purple Rain.
La exposición repasa la historia del lugar, muestra el vestuario completo utilizado por Prince en la película, ofrece la oportunidad de visitar los estudios de grabación y de degustar cerveza artesanal

Miami es la meca de los ritmos latinos en EEUU, donde la salsa y la samba se escuchan y se bailan durante toda la noche en locales tan célebres como Ball & Chain en el barrio conocido como Little Havana.
Este es un antiguo salón en el que Count Basie o Billie Holiday ofrecieron conciertos en los años 50, y actualmente es un sofisticado espacio donde los mojitos se combinan con la música de los DJ’s latinos, la salsa y el jazz en vivo.
En Hoy Como Ayer los viajeros podrán escuchar ritmos variados, desde soul, hasta salsa y rumba, con bandas que tocan en directo, o funk latino, en sesiones especiales que tienen lugar todos los jueves por la noche, hasta la madrugada. 

En Las Vegas imperan todos los ritmos, desde el melódico de Celine Dion al dance de David Guetta.
Pero la 'ciudad del pecado' es el hogar de algunos de los templos del rock más increíble de los Estados Unidos, incluido el Double Down Saloon, un local de rock y punk, y el Beauty Bar, donde la banda de Las Vegas, Imagine Dragons, solía tocar al principio de su carrera.
El asador The Golden Steer, que frecuentaba Frank Sinatra, o El Tropicana, donde se divertían los actores y músicos del Rat Pack, atesoran el legado del glamour de Las Vegas en la década de los 50, cuando artistas como Dean Martin cantaban en los locales de The Strip, su célebre avenida principal.

En Jackson podrán disfrutar de la energía de espacios como Frank Jones Club, con sus conciertos que se alargan hasta las cuatro de la madrugada todos los viernes y sábados (y se sirven bocadillos a última hora de la noche).
Cerca de la ciudad, en Bertoni, se encuentra el destartalado Blue Front Café, famoso en su época por su pescado de búfalo (buffalo fish), el blues y por su whisky moonshine, y hoy templo del blues auténtico.
De vuelta en la ciudad, el distrito de Fondren, es posible  descubrir las nuevas tendencias musicales y nuevos artistas, visitar tiendas de moda independiente y disfrutar de sus cafés y sus animados bares.

En Detroit tienen sus raíces dos estilos: el motown y el tecno. Precisamente este año se cumple el 60 aniversario de la productora Motown Records, que alberga el museo que es una cita obligada para los seguidores de artistas y grupos como The Temptations o Diana Ross & The Supremes.
Motor City, que vio nacer el tecno, es el escenario del Movement Festival, que se celebra este año del 25 al 27 de mayo; un espacio tan simbólico como The Masonic, el templo masónico más grande del mundo, construido en los años 20, y que mezcla la música y la arquitectura para recrear una experiencia impactante.

Chicago es la cuna del blues moderno, ritmo que se siente en los locales de música en vivo o en sus museos.
La Chicago Blues Experience, que abrirá sus puertas en 2020, guiará a los visitantes por la historia de sus tonos a través de exposiciones interactivas y la exposición de objetos de gran valor.
El blues de Chicago nació con la migración de afroamericanos del sur al medio oeste, y su huella es aún visible en locales como Blue Chicago, con espectáculos en directo diarios; o Buddy Guy's Legends, un ruidoso y animado bar en el que artistas locales e internacionales actúan para fanáticos de este estilo musical.
Hasta el 28 de julio se puede ver la exposición Bronzeville Echoes: Faces and Places of Chicago’s African American Music, que explora el ragtime, el jazz y el blues, claves del legado musical de la ciudad de los vientos.

Esta ciudad es sede del famoso festival de música y cine South by Southwest Music and Film Festival y del Austin City Limits.
En un viaje a Austin, los amantes de la música pueden empaparse del ritmo en alguno de sus 270 locales de música que hay en toda la ciudad, incluido el Continental Club, un espacio íntimo que ha albergado la cultura del rock durante 60 años y donde tocan leyendas del honky tonk local.
Bordeando el río Colorado, los viajeros pueden hacer una parada para fotografiar la estatua de la leyenda de la guitarra de blues Stevie Ray Vaughan, o dirigirse al Ginny's Little Longhorn Saloon para disfrutar de la música honky tonk y una cerveza bien fría.