Wojtyła obra el milagro turístico

Su ciudad natal en Polonia despunta como el tercer destino favorito entre los creyentes españoles. Peregrinas de entre 60 y 70 años organizan escapadas con un año de antelación y con 1.500 euros de presupuesto para diez días

El recuerdo del papa Juan Pablo II sigue muy presente entre los peregrinos españoles ocho años después de su muerte. Wadowice, la ciudad polaca que le vio nacer es el tercer destino turístico de los creyentes españoles por detrás de otros atractivos religiosos como Roma o, sobre todo, Tierra Santa.

Pero no sólo atrae la cuna del Papa. También triunfan las rutas de San Pablo: los lugares que visitó durante su pontificado, especialmente Grecia y Turquía. Agencias de viajes especializadas en este tipo de turismo destacan que la imagen del pontífice polaco sigue muy presente en las rutas turísticas escogidas por los peregrinos españoles. Sobre todo teniendo en cuenta que a finales de año será beatificado por el actual papa Francisco.

Francisco y Benedicto XVI

Las agencias especializadas también apuntan que, con el nombramiento del pontífice argentino, las visitas a Roma han aumentado. Fuentes de la compañía Savitur hablan del efecto Francisco, que ha superado, y con creces, el reclamo del anterior Papa, alemán Benedicto XVI hacia la capital italiana.
 

 
Nacen las rutas bíblicas, que incluyen destinos como Etiopia, Armenia o Georgia

 
Pero ¿y quién se interesa por este tipo de turismo? Según un estudio de la misma agencia, el viajero religioso suele ser mujer (75%) y tiene entre 60 y 70 años (70%). Además, acostumbra a organizar sus escapadas religiosas en grupos –normalmente con el resto de la parroquia– con un año de antelación. Suele desembolsar una media de 1.500 euros por un máximo de diez días.

Tierra Santa, Roma y Bosnia

Si el viaje es a Tierra Santa, el importe oscila entre los 1.100 y los 1.600 euros, mientras que las estancias en Roma durante cinco días requiere de un gasto 800 y 900 euros. Pero estos no son los únicos destinos atractivos. También los son Bosnia por las apariciones marianas –un destino desaprobado por la propia Iglesia–, así como Francia, cuya oferta va más allá del santuario de Lourdes.

En cuanto al turismo religioso español, destacan los santuarios de Zaragoza por la Virgen del Pilar o el de Torreciudad, del Opus Dei. A ellos se suman el de Guadalupe, en Extremadura –a cuyo atractivo se añade la cultura gastronómica–, la peregrinación de El Rocío, el camino de santiago, la Sagrada Familia o el santuario de Montserrat, en Cataluña.

Pero más allá de los clásicos destinos religiosos, compañías como Ruth Travel ofrecen una cartera más variada y atrevida. Comercializan un producto que denominan rutas bíblicas, que incluye destinos tan variopintos como Etiopia, Armenia, Georgia, Líbano y recientemente Irán, entre otros, que recorren el origen de la historia católica.

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