¿Venecia se divide en dos?

A finales de año los venecianos decidirán si quieren mantener la unión administrativa de la ciudad vieja con Mestre, en el área continental

La masificación turística y los efectos negativos para la comunidad local están detrás del referéndum en el que, el próximo 1 de diciembre, los venecianos decidirán si dividir en dos su ciudad y dejar así el centro histórico como una suerte de parque de atracciones para viajeros.

La iniciativa, impulsada por el partido del presidente de la región de Véneto, Luca Zaia, y que no cuenta con el apoyo del alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, busca preguntar a los residentes si quieren que el área metropolitana de la ciudad de los canales por excelencia se divida en dos municipios.

Los efectos de la masificación turístrica van desde la despoblación del centro histórico a la escalada de los alquileres, pasando por el colapso de suministros básicos y el deterioro del patrimonio

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Estas dos nuevas ‘venecias’ ocuparían, por un lado la laguna y la ciudad e islas construidas sobre los canales y, por otro, los barrios ubicados en el área continental de Mestre.

Los efectos del turismo

Venecia es habitualmente ejemplo de cómo el turismo de masas puede llegar a amenazar la convivencia en las ciudades (e incluso su propia supervivencia).

Con apenas 50.000 habitantes recibe anualmente más de 25 millones de turistas al año, el doble de los que llegaban hace 20 años. Y las perspectivas indican que en 2025 el número de visitantes podría dispararse a los 40 millones anuales.

El gobierno italiano lanzó medidas para alejar a los grandes barcos de cruceros del puerto de Venecia.
Los grandes cruceros en el Gran Canal simbolizan la masificación turística de Venecia.

Como consecuencia, la población local sufre ya los efectos perniciosos de su éxito, que van desde la despoblación del centro histórico al deterioro del patrimonio, pasando por el incremento de los precios de la vivienda, o el colapso de servicios básicos como limpieza, gestión de residuos, transporte urbano o suministro de agua y energía, entre otros.

Los impulsores del referéndum consdieran que la división de Venecia en dos permitiría abordar los problemas de cada una de las partes de forma más efectiva

Por eso hay que denuncia desde hace años que los beneficios del turismo (alrededor de 2.000 millones de euros anuales) no compensan los costes que esta actividad tiene para la ciudad.

Voto contra el turismo masivo

El fenómeno turístico, sin embargo, está en la ciudad estrictamente localizado en el centro histórico -para muchos un parque temático para el disfrute de turistas que llegan por millares cada día, por ejemplo en grandes buques de cruceros-.

Al calor de este fenómeno, muchos de los residentes se han trasladado a otros seis distritos de Venecia -en la zona continental de Mestre-, actualmente áreas posindustriales, superpobladas y que reciben mucha menos atención e inversión en comparación con el centro pese a sumar dos tercios de la población total, estimada en 260.000.

De ahí que los partidarios de la votación afirmen que la separación administrativa de ambos territorios redundaría en una gestión más efectiva de ambos.

Se estima que alrededor de 1.000 residentes abandonan el centro histórico de Venecia cada año

Referéndum pragmático

Según la asociación We are here Venice, a favor de la separación, esta es “la única solución posible para gobernar efectivamente estas ciudades distintas”.

Según este grupo, que se opone a la afluencia de grandes cruceros y lidia contra la despoblación del centro histórico, tener dos municipios separados permitiría enfrentar sus propios problemas de forma más efectiva.

Según sus datos, entre 2 y 3 residentes venecianos abandonan la ciudad vieja a diario, lo que hace más de 1.000 por año (desde 1950 la zona ha perdido alrededor de 150.000 vecinos). Además, alertan del envejecimiento: la mitad de los residentes tiene más de 65 años.

La cuestión dista mucho de ser novedosa: en los últimos años se han realizado un total de cuatro votaciones, si bien en todos sumó mayoría la opción del no. De hecho, el alcalde de la ciudad hizo un llamamiento a los residentes a no participar en «otro referéndum más que busca la separación».

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