Venecia prohibirá sentarse en las calles y comer en las plazas

El ayuntamiento de Venecia multará con 500 euros a quienes ocupen espacios públicos como las escaleras de los puentes

El aluvión de turistas que recibe Venecia (25 millones en una ciudad de 50.000 habitantes) y el comportamiento de muchos visitantes, lleva al ayuntamiento a endurecer las sanciones contra el incivismo. La última batería de medidas contempla prohibir sentarse en espacios públicos –como calles o accesos a las casas- bajo multas de hasta 500 euros.

La propuesta será presentada por el alcalde Luigi Brugnaro y se debatirá en el pleno municipal en octubre. De hecho ya los turistas tienen prohibido sentase en las escalinatas del puente Rialto o en la entrada de la catedral de San Marco.

Batería de medidas contra el incivismo

En el 2017, bajo la campaña #EnjoyRespectVenecia, el consistorio lanzó una batería de medidas contra el incivismo. Y ahora las endurece con las prohibiciones de comer y beber en los bancos de las plazas (200 euros de multa), zambullirse en los canales (450 euros), andar en bicicleta (100 euros), tirar basura (200 euros) o alimentar a las palomas (un clásico para las fotos, que puede ser sancionado con 200 euros).

Alimentar a las palomas o andar en bicicleta serán sancionados con entre 100 y 200 euros

Las sanciones más duras van contra el comercio de productos falsos y souvenirs en la calle, que puede acarrear hasta 7.000 euros de multa.

“Venecia es una ciudad frágil, no es una playa”, justificó el responsable de Turismo municipal, Paolo Mar, a The Telegraph.

Precaución o exceso de celo

Los vecinos se dividen entre los que consideran que las medidas son correctas para poner en vereda a los turistas que no se comportan como es debido, y los que opinan que con la represión no se soluciona el problema de la masificación.

En agosto la policía sancionó a un famoso pintor británico por estar pintando un cuadro junto a la Plaza de San Marco.

En agosto se desató una polémica porque la policía sancionó al aclamado artista británico Ken Howard, de 86 años, por estar pintando en el pórtico de la Procuraduría, junto a la Plaza San Marco. El punto es que el hombre no había solicitado el permiso municipal, y en un día de lluvia, molestaba al paso de las personas.

Protestas de vecinos y activistas

Los que creen la solución no pasa por las multas son las asociaciones Gruppo Abril 25 y Occupy Venice. “Que una persona joven coma un bocadillo en la calle porque tiene poco dinero no es una falta de respeto. Para ganarse el respeto, Venecia debería poner un límite a los apartamentos turísticos”, dijo el activista Tommaso Cacciari.

Occupy Venice fue uno de los movimientos en contra de los tornos para regular el flujo de turistas en la ciudad de los canales. “No estamos en un zoológico, no somos animales”, argumentaron.

a.
Ahora en portada