¿Turismo de periferia? Santa Coloma lanza un plan para captar visitantes de BCN

Santa Coloma de Gramenet recurre a actores para recrear la historia de un municipio que aspira a salirse de la órbita gravitacional de la capital catalana 

¿Puede haber turismo más allá del Río Besòs? ¿Es posible captar masa turística interesada en conocer las afueras de la capital catalana? Santa Coloma de Gramenet, un municipio que creció con la expansión urbanística del franquismo de los años sesenta, quiere construir su personalidad propia capaz de generar interés a los visitantes. 

La ciudad, levantada por la inmigración andaluza y extremeña que llegó en las olas migratorias de la dictadura, ha creado un plan turístico para atraer visitantes de Barcelona. El municipio está seguro de sí mismo y de su historia y está convencido de que puede generar interés a pesar de estar bajo la sombra de un gigante mundial en atracción turística.

Sin playa, del otro margen del río y cercada por dos autopistas, Santa Coloma saca pecho de su historia desconocida y de sus rincones poco contados. El gobierno municipal de la socialista Núria Parlon ha recurrido a una origina visita teatralizada que recrea los tiempos en los que en el barrio de Safaretjos acudían las mujeres de la ciudad a lavar la ropa de las familias y que también incluye la finca de Can Roig i Torres y el campanario de la iglesia mayor.

Restaurantes desconocidos  

En el plan de promoción, el municipio también ha sacado pecho de su gastronomía y de sus restaurantes de alta cocina, uno de ellos reconocido con una estrella Michelín. Lluerna, propiedad del chef Víctor Quintillà, ha sido uno de los principales atractivos de la ciudad, dado que la gran mayoría de sus clientes proceden de fuera.

El municipio ha integrado a la ruta a una veintena de restaurantes en la ruta recreada que intenta dinamizar los comercios del municipio. Es la tercera vez que Santa Coloma lanza un programa de estas características. En las dos ocasiones anteriores, las visitantes procedieron principalmente del municipio, pero lograron atraer casi el 20% de foráneos.

Son los comienzos de una ruta de una hora y media de recorrido en apenas un kilómetro. La actividad, gratuita, comenzará el 12 de diciembre y se extenderá hasta el mes de abril.

Otros competidores  

No es la primera vez que los municipios metropolitanos intentan capitalizar parte del negocio turístico. Badalona, también municipio vecino, cuenta con un departamento turístico que ofrece como uno de los principales atractivos las ruinas romanas extendidas por el casco antiguo del municipio.

L’Hospitalet, también ha querido promocionarse como potencia del sector aunque lo que ha logrado es una buena cantidad de hoteles alrededor de la zona empresarial limítrofe con Barcelona. Es, en el fondo, una extensión de la capital.

Destacar junto al gigante Barcelona, con la Sagrada Família, la Pedrera y las Ramblas, nunca ha sido fácil. Ni siquiera al municipio Sant Joan Despí con una ruta modernista de siete edificios emblemáticos entre los que destaca Can Negre, Torre de la Creu y la fachada de la Torre Jujol. Tampoco ha tenido demasiado éxito El Prat, con unas playas de apariencia virgen y bastante desconocidas en el mapa turístico barcelonés. 

a.
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