Suiza: bienvenido al sendero aéreo más largo del mundo

El resort de Laax contará con un camino entre los árboles que se eleva a 28 metros, y que se extiende a lo largo de 1,5 kilómetros

Una forma diferente de conocer la naturaleza. Foto Flims Laax

Este verano en Suiza habrá una nueva forma de conocer la naturaleza: desde las alturas, como si el visitante fuera un ave o un roedor que salta de rama en rama.

Se trata del sendero entre los árboles más largo del mundo, un recorrido de 1,5 kilómetros a lo largo de los bosques del resort de Flims Laax, en el cantón de Los Grisones.

Con esta extensión superará con comodidad al actual camino aéreo más largo del planeta, el del Sungai Sedim de Malasia, que mide unos 925 metros.

El sendero mide 1,5 kilómetros. Foto Flims Laax

Otra forma de conectar con el paisaje

La idea del sendero Senda da Tschemas es que los visitantes conecten con la naturaleza de otra forma. Y de paso, promover el resurgimiento de la actividad turística fuera de la temporada de esquí.

El camino, construido en madera, se inaugurará en junio de este año. Su trazado se encuentra a 28 metros de altura, y conecta los pueblos de Laax Murschetg y Laax Dorg.

Construcción de una de las torres. Foto Flims Laax

Un tobogán para disfrutar con adrenalina

En cada extremo hay una torre de 27 metros que permite acceder por escalera o ascensor, y en el trayecto hay cuatro plataformas para descansar y contemplar la vista del mar de coníferas que se extiende por las laderas de los valles y montañas.

Estas plataformas son las de Uaul Casstim, Ravanasc, Dimplaun Sura y Uaul Fraissen.

Además de disfrutar de la naturaleza en un tramo el camino se desvía a un tobogán de 73 metros que desciende en espiral

Uno de los grandes atractivos de este circuito es el tobogán de espiral de 73 metros de largo, que desciende a toda velocidad desde las plataformas hasta el suelo.

Una de las torres del sendero entre los árboles. Foto Flims Laax

Aprendizaje sobre la naturaleza e historia

En diversos tramos se despliegan paneles con información sobre la flora y fauna del lugar, así como la geología y agricultura del cantón; para que además de respirar el aire de montaña en condiciones únicas los visitantes puedan conocer mejor los secretos de la naturaleza en este rincón de los Alpes.

La idea es que este circuito esté abierto todo el año. Por ello, para cuando la nieve tapice de blanco estos valles, hay una dotación de máquinas quitanieves para que el sendero quede despejado.

Este proyecto fue diseñado por el estudio de arquitectura Hofman & Durisch, de Suiza; e implicó una inversión de 6,5 millones de euros, que fueron financiados por la municipalidad de Laax.

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