Siete villas medievales para descubrir España de norte a sur

Se puede cruzar España desde el País Vasco hasta Extremadura haciendo escala en encantadoras villas medievales. Estos son los mejores ejemplos

Casi todo pueblo de España tiene algún rincón, sea una iglesia, un palacio, una plaza cerrada o un castillo que han quedado como testigos medievales.

Otros tienen la fortuna que su centro histórico haya quedado detenido en el tiempo, donde los vecinos y ayuntamientos se han encargado de cuidar con mimo y revalorizarlo para que se conviertan en un destino turístico.

La Ruta por las Ciudades y Villas Medievales comprende 11 pueblos de la Península, que se pueden descubrir de norte a sur.

Por supuesto que hay muchos que tienen condiciones para formar parte de esta red, pero por lo pronto vamos a poner en marcha el coche y emprender una travesía desde el País Vasco a Extremadura descubriendo los encantos de algunos de estos pueblos.

Hondarribia

El punto de partida es Hondarribia, en el extremo noreste de Guipúzcoa, el primer pueblo que uno se encuentra cuando cruza desde Francia.

Su casco histórico amurallado, repleto de edificios señoriales, ha sido declarado Monumento Histórico Artístico, altas paredes de piedra que la han protegido de una y otra invasión a lo largo de la historia.

Casas de Hondarribia. Foto Eric Prouzet | Unsplash
Casas de Hondarribia. Foto Eric Prouzet | Unsplash

Además de su magnífica gastronomía marinera (no se pierdan los percebes), los legados históricos brillan con la Plaza de Armas donde se encuentra el castillo de Carlos V, reconvertido en un Paradores.

El casco histórico amurallado de Hondarribia, repleto de edificios señoriales, ha sido declarado Monumento Histórico Artístico

La fachada barroca del ayuntamiento, la iglesia de Santa María de la Asunción y los palacios de Casadevente y Zuloaga merecen ser vistos en el paseo por sus calles de casas con persianas y puertas de colores vivos.

Laguardia

Le sigue Laguardia, ya en tierras de Rioja Alavesa, donde se producen uno de los vinos más exquisitos del norte de España.

Calle de Laguardia. Foto F Javier Menéndez Flickr

Su casco urbano está rodeado de murallas levantadas en el siglo XII. En su seno están las iglesias de San Juan (de origen románico) y de Santa María de los Reyes, que tiene la particularidad de conservar la policromía original.

Estella

A unos 60 kilómetros llegamos a Estella, donde no es raro que entre las tabernas y plazas se encuentren peregrinos con sus mochilas al hombro, ya que este es uno de los puntos clave de los primeros tramos del Camino de Santiago.

Tras cruzar el Puente de la Cárcel sobre el río Ega se entra en un bonito centro con numerosos edificios de estilo románico y gótico, como da fe el templo de San Pedro de la Rúa.

Centro de Estella. Foto Simón | Flickr.jpg

Hay que detenerse a visitar el Palacio de los Reyes de Navarra, sede del museo Gustavo de Maeztu, que es un ejemplo único de la arquitectura románica.

También hay ejemplos renacentistas como el de San Cristóbal (hoy Casa de la Cultura Fray Diego de Estella), y barrocos como el Palacio de Justicia.

Pero si se quiere conocer la vida del pueblo, hay que tomar un café o pasear por el mercado de la Plaza de los Fueros.

Sigüenza

En la sierra castellana llegamos a Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, todo un catálogo de arte y arquitectura medieval. No solo por su trinidad más famosa, el castillo, la catedral y la plaza Mayor, sino por la gran cantidad de edificios civiles y religiosos, como las casas del Doncel, el Arcediano, el Humilladero de la Vera Cruz y colegios como el de la Sagrada Familia o el seminario.

El castillo, la catedral y la plaza Mayor de Sigüenza conforman uno de los patrimonios medievales más ricos de Castilla-León

El castillo actualmente es Parador de Turismo, donde se conservan restos de la antigua muralla, mientras que la catedral resalta con su rosetón central y su estética románica.

Catedral de Sigüenza. Foto Santiago López Pastor | Flickr

En cuanto a la plaza, es un viaje en el tiempo con las casas de los canónigos, con balconadas y galerías, el Ayuntamiento y la Puerta del Toril.

Consuegra

Así como Sigüenza tiene el espíritu del Cid, Consuegra (cerca de Toledo) tiene todos los aires quijotescos que uno busca en Castilla-La Mancha.

En la cima de una sierra se levantan 12 molinos de viento, de los que cinco conservan sus mecanismos.

Los molinos de Consuegra. Foto Massimo Frasson | Flickr

Estos gigantes blancos con sus aspas miran a castillo con su emblemática torre del homenaje, que data de la avanzada castellana sobre tierras de Al-Ándalus, con su doble línea de murallas y torreones.

 Pero además de esta construcción medieval en la villa también se puede conocer el ayuntamiento de fachada renacentista, que mira a las casas como la de los Corredores (sede del museo municipal); el torreón Casa de la Tercia y las iglesias de San Juan y del Santísimo Cristo de Veracruz, museo de exvotos.

Ciudad Rodrigo

Volvemos a la comunidad de Castilla-León, en la provincia de Salamanca, para poner rumbo a Ciudad Rodrigo.

Las murallas de Ciudad Rodrigo cuentan con dos kilómetros de perímetro y siete puertas

En tiempos de Fernando II el pequeño poblado fue convertido en una plaza fuerte con la restauración del puente romano y la construcción de murallas, que tras varios cambios en el siglo XVIII cuentan con dos kilómetros de perímetro y siete puertas.

Catedral de Ciudad Rodrigo. Foto Manuel Alende Maceira | Flickr

Una de ellas, la de la Colada, conduce al castillo de Enrique II, otro palacio más del catálog de Paradores.

Los palacios abundan en Ciudad Rodrigo, como la casa del primer marqués de Cerralbo y el ayuntamiento, así como el del los Castro, el de las Águilas, el de la Marquesa de Cartago (actual Casa de la Cultura) y el de los Vázquez.

Otro edificio destacado es la catedral, que si bien data de 1165 presenta una amalgama de estilos.

Jerez de los Caballeros

El último punto de este recorrido es la ciudad extremeña de Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz.

Además de su famosa tradición en torno al mejor jamón ibérico, cuenta con nueve conventos en excelente estado de conservación, reconvertidos en restaurantes u hoteles.

Sus murallas tienen 1,5 kilómetros de extensión, que junto con el castillo templario del siglo XIII protegen a una villa de calles estrechas y casas encaladas.

Iglesia de Santa María de la Encarnación, Jerez de los Caballeros. Foto Paulo Valdivieso | Flickr

Entre los edificios religiosos están las iglesias de la Encarnación, San Bartolomé, San Miguel y Santa Catalina, además del convento de San Agustín, sede actual del Ayuntamiento.

En tanto, en cuanto a palacios destacan los del Bachiller Martínez de Logroño, del Marqués de la Lastra, de los Guzmanes y de los duques de T’Serclaes-Tilly.

Foto de apertura: Paco Quiles | Flickr

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