Siete direcciones para ser feliz en Helsinki

Esta vibrante urbe, volcada en el bienestar, acaba de coronarse como la más feliz del planeta. Elegimos siete lugares que son pura alegría

Finlandia repite, por tercer año consecutivo, como el país más feliz del globo, según el World Happiness Report elaborado por la ONU. La novedad en esta ocasión era un nuevo ranking de las ciudades más felices. Helsinki, cómo no, se alzó con el título.

Será por su amor desmedido por la sauna –símbolo de bienestar–, por la enorme presencia de la naturaleza dentro de la ciudad, por el uso de la bicicleta como medio de transporte o por su idilio con la comida proveniente directamente del bosque, pero lo cierto es que la capital finlandesa transmite alegría por los cuatro costados.

Si le preguntas a un finlandés qué le hace feliz, una de las respuestas es la naturaleza

Rodeada de 300 islas, Helsinki ofrece una sofisticada experiencia urbana en un entorno natural impresionante. Seleccionamos siete spots en los que sentir esa electrizante sensación de felicidad.

Si algo hace feliz a los finlandeses es el contacto con la naturaleza. Foto Julia Kivela

Si algo hace feliz a los finlandeses es el contacto con la naturaleza. Foto Julia Kivelä.

[Para leer más: Arte y naturaleza en la primera Bienal de Helsinki]

St. George, el hotel más hedonista

Una sauna –por supuesto–, un sofisticado spa, una sala de lectura, un periódico interno (en finés) o una ‘consultoría del sueño’ son algunos de los servicios del St. George. Forman parte de lo que el hotel llama: atención integral mente, cuerpo y corazón.

A está declaración de intenciones, habrá que sumarle el escenario en el que está emplazado; un emblemático edificio de 1890, diseñado por Onni Tarjanne –responsable del Teatro Nacional de Finlandia–, y con vistas al precioso Old Church Park, en pleno centro de la ciudad.

St George Hotel, Helsinki.

St George Hotel, Helsinki.

También su galería de arte con 400 piezas, cuya joya de la corona es un curioso dragón blanco del artista chino Ai Weiwei; o su oferta gastronómica que incluye el sofisticado restaurante Andrea, el precioso Wintergarden, perfecto para un cóctel, y una panadería para dejarse tentar por el olor a pan recién hecho.

Oodi, la biblioteca del futuro

A los finlandeses les hace feliz leer un libro, tanto como los deportes al aire libre o los paseos por el bosque. La majestuosa Oodi, inaugurada en diciembre de 2018, es un vivo ejemplo del idilio finlandés con los libros.

Aunque a la nueva Biblioteca Central de Helsinki no se va solo a leer. Oodi es un espacio multifuncional en el que 100.000 libros conviven con salas de música, impresoras 3D, máquinas de coser y hasta un cine.

Oodi. Foto Tuomas Uusiheimo | Visit Helsinki.

Oodi. Foto Tuomas Uusiheimo | Visit Helsinki.

El espacio, proyectado por ALA Architects y con una llamativa fachada curvada de madera, está divido en tres plantas, la primera dedicada a la interacción, la segunda a la creatividad y la tercera a lo que sería una biblioteca tradicional.

Löyly, la sauna más cool

La sauna es una forma de vida en Finlandia. Sudar el estrés y combinarlo con sesiones de enfriamiento en un lago es, según los finlandeses, la mejor manera de purificar cuerpo y mente. En el país hay más de 3 millones, entre privadas y públicas, pero ninguna como Löyly.

Situado en primera línea de la costa de Helsinki y con impresionantes vistas sobre el Báltico, este oasis urbano dedicado a la sauna y construido con más de 4.000 placas de madera ecológica, cuenta también con solárium, restaurante, bar de copas y una terraza al más puro estilo ibicenco.

Sauna Löyly Creditos Tuomas Uusiheimo

En cualquier momento y en cualquier época, la sauna es un ‘must’. Foto: Tuomas Uusiheimo.

Dentro del recinto, se puede elegir entre la sauna tradicional, la seca (a casi 90 grados de temperatura) y la de leña, todas unisex, algo bastante inusual en Finlandia.

[Para leer más: Por qué en Finlandia hay más saunas que bares]

Amos Rex, mucho más que un museo

El panorama de arte contemporáneo en Helsinki, en el que destacan instituciones tan importantes como el HAM o el Kiasma, se ha visto revolucionado desde la apertura del Amos Rex. Un espacio interactivo concebido como punto de encuentro para el arte y la cultura urbana.

El Amos Rex Museum nació con el deseo de la fundación Amos Anderson (mente maestra detrás del proyecto) de contar con un escenario para exposiciones que van desde arte contemporáneo experimental, hasta el modernismo del siglo XX y las culturas antiguas.  

Amos Rex. Foto Tuomas Uusheimo, Visit Finland.

Amos Rex. Foto: Tuomas Uusheimo | Visit Finland.

Su emplazamiento pasaría totalmente desapercibido –las galerías se encuentran en el subsuelo de la histórica plaza de Lasipalatsi– de no ser por las futuristas claraboyas que emergen del pavimento y que convierten la plaza en un futurista espacio de recreación.

Nolla, el restaurante cero desperdicios

Los creadores de Nolla –el español Albert Franch Sunyer, el portugués Carlos Henriques y el serbio Luka Balac– definen su proyecto como un restaurante donde la alta cocina va de la mano de la sostenibilidad y con una ideología bastante desafiante: generar cero desperdicios.

Sin sacrificar la calidad o la creatividad en sus platos, el compromiso de sostenibilidad de Nolla va más allá de dejar de usar plástico de un solo uso; cada detalle está pensado, desde la ropa de los empleados hasta la energía que se consume.

¿Es posible cocinar en un restaurante y generar cero desperdicios? La respuesta es sí y Nolla es la prueba 

Ya van dos años de este ambicioso proyecto en el que, además, usan ingredientes provenientes de granjas, pescadores y productores locales, enfatizando en los productos de temporada.

Nolla Restaurant.

Además de restuarante, Nolla tiene su propia microcervecería.

Esto último es regla general en Finlandia. Su cocina está basada en lo local, en lo tradicional y en el uso de ingredientes frescos provenientes directamente del bosque; una tendencia conocida como wild food. Eso, sumado a la creatividad de sus chefs constituyen una de las escenas gastronómicas más vibrantes del norte de Europa.

Visitar una isla

Para ser realmente feliz en Finlandia es preciso entrar en contacto con la naturaleza; incluso en Helsinki –una de las capitales más verdes de Europa– se cuela por todos los rincones. Eso sí, los capitalinos son amantes del agua y de visitar las más de 300 islas que rodean su archipiélago

Una de las obligadas es la isla-fortaleza de Suomenlinna, declarada Patrimonio de la Humanidad. Además de recorrer sus antiguas murallas, túneles y zanjas, hay que pararse a degustar su singular cerveza artesanal.  

Suomenlinna. Foto Jussi Hellsten

Escápate a una de sus islas, como Suomenlinna. Foto: Jussi Hellsten.

La pequeña isla de Lonna es una opción perfecta para los amantes de la sauna y del fenómeno wild food finlandés; mientras que Vallisaari es insuperable cuando se trata de diversidad de fauna y flora. También en esta última destaca también el Alexander Tour– llamado así por el zar de Rusia Alejandro II–, un sendero de solo 3 kilómetros que rodea toda la isla.

De tiendas por el Distrito del Diseño

El diseño forma parte de la cultura de Finlandia, del día a día de sus ciudadanos, además de ser accesible y cercana. Tiendas como Marimekko, Iittala, TRE, Lokal o Artek surten los armarios y las casas de los finlandeses.

Como no podía ser de otra manera, la capital de Finlandia tiene un distrito entero dedicado a esta omnipresente palabra. El Distrito del Diseño se extiende por una veintena de calles flanqueadas por edificios de estilo modernista donde funcionan talleres, galerías de arte, coquetos cafés y tiendas dedicadas al Made in Finland.

HKI. creditos Harri Tarvainen

Los finlandeses son felices en sus casas (hermosamente decoradas). Foto: Harri Tarvainen.

Además de irnos de tiendas y degustar un café aquí y allá, una ruta en condiciones por este distrito incluirá la visita al Design Museum. Su colección permanente nos lleva por la historia del diseño finlandés y hace énfasis en iconos como Alvar Aalto o Eero Aarnio.

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