Ruta de misterio y terror en los alrededores de Barcelona

La Torre Salvana, el antiguo hospital del Tórax de Terrassa, el dolmen de Vallgorguina, el Casino de la Arrabassada o la Casa Argelich: estos son los lugares vinculados con el culto al misterio en Cataluña

Torre Salvana. Foto: Tripadvisor.

Muchos son los lugares que, a causa de una desgraciada historia, se han convertido en referencia de lo misterioso, lo siniestro, lo paranormal, lo oscuro, el abandono, lo mágico y lo terrorífico. Es esta una lista de siete enclaves próximos a Barcelona que todo amante del misterio debería visitar alguna vez.

No son todos los que están, pero sí son ineludibles.

Otros como Ramon Reig, el parvulario maldito de Figueres; el balneario oculto La Puda de Montserrat; la barcelonesa Calle d’Estruc, con sus leyendas de magia negra y asesinatos; el misterioso pueblo de Selma, en el Penedès; y los pueblos abandonados de Jafra y Marmellar podrían estar también por derecho propio en este ranking.

Infografía: Jordi Català.

La Torre Salvana: el castillo abandonado

Cerca de la Colonia Güell de Gaudí, en Santa Coloma de Cervelló, se levanta una fortaleza-mansión medieval conocida como la Torre Salvana. No se sabe su origen cierto, aunque aparece fechada en el año 992 como una antigua torre de defensa de la familia Cervelló. 

En el año 1715 fue abandonado el castillo en muy mal estado y, en la actualidad, se encuentra casi en ruinas. De hecho, esta edificación milenaria, sin ninguna protección, no para de llenarse de grafitis vandálicos. 

Cuentan de la Torre Salvana, la ‘Torre del Infierno’ para muchos de los que habitaron en lugares cercanos, que se podían apreciar fantasmas en las noches de luna llena. Incluso se afirmaba que se había llegado a ver una niña muy pálida, de pelo largo y negro, vestida con un camisón blanco y un disparo en la frente. 

Torre Salvana, del siglo X. Foto: Wikimedia Commons.

También hay testigos que aseguran haber visto una especie de humo negro, denso y viscoso entrando por una ventana y traspasando esa misma pared, para segundos después, sobrevolar sus cabezas.

También se dice que si se presta atención parece oirse ánimas de otras épocas. La torre también se relaciona con múltiples historias con voces de mujeres que lloran y piden ayuda y de psicofonías, además de terroríficas experiencias de gente que ha entrado a explorar y ha sentido cómo le tiraban del brazo.

El antiguo hospital del tórax de Terrassa ha sido frecuente escenario de rodajes de películas de terror como ‘Un monstruo viene a verme’ o ‘REC 4’

De película: el antiguo Hospital del Tórax de Terrassa

Este inmenso y siniestro hospital abandonado ha sido, por su aspecto, escenario del rodaje de muchas películas de terror. Se trata de un gran complejo clínico que cuenta con unos 60.000 metros cuadrados, aislado en el centro de una espesa zona boscosa cerca de Terrassa (Barcelona), y que fue construido por los años 50 para tratar enfermedades respiratorias como la tuberculosis.

Con el tiempo y las mejoras sanitarias, se convertiría en un hospital común que sería cerrado y abandonado en 1997, con el triste récord de ser el centro hospitalario con la mayor tasa de suicidios de España hasta su clausura. 

A causa de su índice elevado de muertes extrañas, de su lúgubre e impresionante aspecto, de su decadencia por la invasión de la naturaleza, y de la cada vez mayor destrucción y abandono, se ha convertido en un lugar de peregrinación para los amantes de los fenómenos paranormales.

Infografía: Jordi Català.

Entre sus muros parece que aún suceden extraños fenómenos como voces, ruidos, psicofonías, apariciones e inexplicables historias. Con la aparición en el programa Cuarto Milenio, de Iker Jiménez, el sanatorio vivió un momento importante de popularidad.

En 2007 se instaló en una parte de las instalaciones del viejo hospital el Parc Audiovisual de Catalunya, un macroproyecto de creación y producción audiovisual que hoy acoge a más de 40 compañías, con cuatro platós de 2.000 metros cuadrados.

Sus antiguos pasillos, escaleras y siniestras salas permiten aún múltiples posibilidades a los equipos de rodaje, con apariciones en Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, o REC 4, de Jaume Balagueró, sin olvidar, Operación Triunfo (en su interior residían los triunfitos).

El centro de la brujería: Vallgorguina y sus aquelarres

Es uno de los centros mágicos de Cataluña lleno de atractivos telúricos para los aficionados a lo paranormal. Vallgorguina, cerca de Sant Celoni, y no muy lejos de Barcelona, es un paraje con una vasta tradición de brujería, encantos e historias maléficas. 

Según la tradición, era ‘el mayor centro de reunión de las brujas’. Cuentan las leyendas que las brujas se desplazaban hasta el lugar (y se desplazan) para reunirse junto a su dolmen de piedra, del cual se cree que tiene una antigüedad de entre dos y cuatro mil años.

El dolmen de Vallgorguina. Foto: Wikimedia Commons.

El dolmen de Vallgorguina está formado por siete megalitos verticales que soportan un gran bloque superior horizontal. Una vez reunidas, las brujas se convertían en protagonistas de aquelarres con espectaculares rituales mágicos y otras acciones típicas de de su condición. 

Con el objetivo de expulsar a las brujas, los habitantes de esta zona (ahora deshabitada) tocaban las campanas con todas sus fuerzas, un fenómeno sonoro que muchos testigos afirman que todavía se produce en fechas determinadas.

Otra visita obligada para los aficionados a lo misterioso y paranormal es la cercana iglesia de Santa María de Tapioles, un lugar mágico con cientos de historias y experiencias paranormales en su haber.

El Casino de la Arrabassada poseía una ‘habitación del suicidio’ para que se quitaran la vida los oligarcas que quedaban arruinados a causa de su adicción y sus deudas del juego

Casino de la Arrabassada: un recuerdo siniestro

Situado en Collserola, muy cerca del Tibidabo, en la sierra que rodea a Barcelona, este casino fue inaugurado con todos los lujos del momento en 1911, e incluía el propio casino, un hotel, un lago y un parque de atracciones (embrión del futuro Tibidabo) con una montaña rusa.

Para atender a una clientela más que selecta había un ejército de chefs de alto nivel venidos de París, una orquesta y toda la pompa y boato inimaginables. El lugar se convirtió rápidamente en un gran acontecimiento social para las oligarquías barcelonesas que lo convirtieron en su principal club privado. Contaba con un mobiliario de lujo, salas de juegos, dependencias privadas, testimonio de inconfesables negocios, todo construido con mármoles y maderas nobles. 

Ruinas del casino de l’Arrabassada. Foto: Wikimedia Commons.

Hoy, el Gran Casino y Gran Gran Hotel de l’Arrabassada no es más que un conjunto de ruinas con siniestra fama en medio de los matojos, la hiedra y de los árboles de Collserola, que permiten intuir su antigua monumentalidad.

Su éxito se mantuvo hasta que, en 1923, la Dictadura de Primo de Rivera prohibió el juego, y en 1936 la Guerra Civil acabó de hundir su esplendor.

Los restos del casino están actualmente rodeados de historias extrañas y paranormales. Solo un escabroso dato más: el lugar poseía una ‘habitación del suicidio’ para que se quitaran la vida los oligarcas que quedaban arruinados a causa de su adicción y sus deudas del juego. 

Aquàtic Paradís de Sitges

Era un parque acuático, pionero en su género en España, pero con un desafortunado final. Su apertura, en Sitges en 1987, se celebró a bombo y platillo, acorde a una inmensa inversión equivalente a unos 500 millones de euros de la época.

Pero el parque cerró en 1994, dos años después de los Juegos Olímpicos, después de recibir en sus toboganes acuáticos y piscinas de olas a miles de visitantes que lo abarrotaron durante siete años. 

La muerte de un niño en el Aquadiver de Platja d’Aro (que sigue abierto) provocó la caída en picado de las entradas, al tiempo que empezaron a circular leyendas como la del niño succionado por el motor de la piscina de olas y otros casos paralelos.

En principio las deudas económicas ahogaron a los propietarios de un inmenso conjunto de ocio que va deteriorándose a toda velocidad a medida de que se convierte en un espacio de ruinas siniestras.

La Mussara: un centro telúrico inacabable

Psicofonías y sucesos paranormales son frecuentes en este pueblo extremadamente silencioso y abandonado perteneciente al municipio de Vilaplana, en la comarca del Baix Camp (Tarragona).

La Mussara es un conjunto de viviendas en estado ruinoso, deshabitado desde el año 1959. Parece ser que una epidemia de filoxera en los cultivos de vid, junto a una fuerte sequía y la falta de oportunidades económicas, propiciaron que La Mussara se quedase vacía. 

La Mussara. Foto: Wikimedia Commons.

Únicamente quedan en pie los restos de unas pocas casas y una iglesia, la de San Salvador, actualmente apuntalada, de la que se dice que cuando la niebla baja suenan las campanas. En su interior se pueden encontrar pinturas satánicas como pentáculos, cruces invertidas, sacrificios de animales y restos de antiguos rituales.

Cerca del núcleo en ruinas hay una casa con una piedra de gran tamaño. Según se cuenta, esta piedra es la puerta que conduce hasta la Villa de Sils, un lugar en otra dimensión, y vinculado a misteriosas desapariciones. 

La niebla es habitual y da un tono fantasmagórico a los ocho ruinosos edificios que se conservan en la sierra de la Mussara, a más de 1.000 metros de altura.

De plató de REC a leyenda urbana de terror

En el número 34 de la Rambla de Catalunya (Barcelona) hay un edificio aparentemente normal del que se dice que fue abandonado hace muchos años porque los vecinos escuchaban extraños ruidos por las noches. 

La Casa Argelich, como es conocida, dejó el año 2004 de ser un edificio residencial para convertirse en el lugar de rodaje elegido por muchas productoras y directores.

La Casa Argelich en REC.

Es, además, referente de terror, sobre todo desde que se rodó la película española del género de miedo más exitosa, REC en 2007, dirigida por Jaume Balagueró y Paco Plaza.

Para los aficionados a los géneros de cine fantástico y de terror es una visita obligatoria en la ciudad Condal. En esta localización se han rodado ya más de 50 títulos, aunque ha sido la popularidad de REC a que la ha convertido en siniestra leyenda.

Los pasillos enormes con suelos de madera que crujen al pisarlos, sus habitaciones abandonadas repletas de desconchones, los altos techos con esculturas de yeso y una escalera de mármol blanco con barandilla de hierro y zócalo rojo son los rincones que más se prestan a convertirse en escenarios de terror.

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