¿Te animarías a comer colgado a 50 metros de altura?

En la ciudad de Bangalore, en la India, se puede comer o tomar un cóctel en una mesa que se eleva a 50 metros de altura

Sentarse en una larga mesa, con una docena de comensales y probar un cóctel antes de la comida no tiene mucho de relevante. Pero sí es algo más especial cuando la mesa se eleva, con clientes y camareros, a 50 metros de altura. Este es el concepto de Fly Dining, el primer restaurante colgante que llega a la India.

Este restaurante de vértigo consiste en una mesa que se eleva con una grúa sobre el lago Hebbal, al norte de Bangalore, la quinta ciudad más poblada de la India. Desde las alturas se puede contemplar el parque de Manyata y el verde que recubre los alrededores.

La mesa puede acoger a 22 comensales y a cuatro o cinco miembros del servicio que ofrecen las bebidas y los platos. Todos están sujetos con cinturones de seguridad, y los camareros cuentan con arneses para poder movilizarse y realizar sus tareas.

Cuando la grúa eleva la mesa a 50 metros, inicia una lenta rotación de 360 grados para que todos los clientes puedan tener las mismas vistas panorámicas.

La experiencia de comer en las alturas

En el servicio se ofrecen cócteles sin alcohol en la primera media hora, y luego llega el menú con pollo a la brasa con vegetales salteados, arroz, croquetas y bruschettas. De postre se sirven frutas de la región y otro cóctel.

La comida con cócteles incluidos dura una hora y media y cuesta desde 82 euros por persona

La comida ya se deja preparada desde tierra, y toda la experiencia de la comida colgante dura una hora y media.

La tecnología del restaurante colgante fue desarrollada por la empresa alemana TUV Rheinland. Mientras se realiza el servicio, un supervisor sigue por medio de un sistema de cámaras que todo se realice según el guión y que se cumplan las pautas de seguridad.

¿Y si alguien tiene vértigo?

En caso de que a algún comensal le entre un ataque de vértigo la plataforma lo puede dejar en tierra en un minuto. Si bien los clientes tienen que dejar su bolso en tierra, se puede subir con el móvil, para poder postear fotos por las redes sociales.

Si es que a algún descuidado el teléfono se le resbala de las manos, caerá en una zona de seguridad habilitada para evitar que pueda lastimar a algún peatón, aunque la empresa no garantiza la integridad del aparato tras despeñarse a 50 metros de altura.

No hay una edad mínima para poder comer en las alturas, pero sí se exige que los clientes midan al menos 1,35 metros. En el caso de los menores de edad, tienen que estar acompañados por un mayor de edad.

El precio por esta experiencia es de 47 euros por beber un cóctel y 82 euros una comida completa, un poco elevado según los estándares de la India. Pero los que han pasado por esta mesa colgante en el aire aseguran que vale la pena.

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