Cinco pueblos para irse de escapada el puente de Todos los Santos

Ya estamos en plena temporada de puentes, que gracias a la combinación de festividades religiosas o políticas y el encaje del calendario son un prólogo de las vacaciones navideñas.

El pasado puente del Día de la Hispanidad reveló la buena salud del turismo nacional y los deseos de viajar conforme se siguen levantando más restricciones por la pandemia.

Ahora llega el puente de Todos los Santos, entre el sábado 30 de octubre y el lunes 1 de noviembre.

Son tres días ideales para organizar una escapada, y en esta ocasión, buscamos cinco pueblos que estén a una hora o menos de algunas de las ciudades españolas más importantes.

Cambados (Galicia)

A 45 minutos de Vigo y a media hora de Pontevedra, mirando a la ría de Arousa, se encuentra este pueblo que es una referencia para el vino albariño.

Esta variedad tan representativa de los vinos gallegos se puede catar en la bodegas establecidas en estructuras de piedra que pueblan el casco antiguo.

El pazo de Fefiñáns, que se encuentra frente a la plaza central del mismo nombre, impacta por su gigantesca estructura, en un conjunto de aire clásico cuya arcada y torre del homenaje se integra con la vecina iglesia de San Benito.

Otros pazos que también valen la pena descubrir son el de Bazán (actual Parador de Turismo), el de Ulloa y el de Fajardo.

Hondarribia (País Vasco)

En media hora desde San Sebastián o ya una hora y media desde Bilbao se llega a esta bonita localidad marinera de aires medievales recostada sobre la desembocadura del río Bidasoa, frontera con Francia.

Tras atravesar las potentes murallas por la puerta de Santa María se despliega una encantadora villa con sus calles empedradas, sus casas con entramados de madera y balcones de colores repletos de geranios.

Hondarribia destaca por sus casas con entramados de madera, con sus balcones de colores siempre llenos de geranios

Hondarribia también reluce con plazas como la de Guipúzcoa o de las Armas frente al monumental Palacio de Carlos V y residencias señoriales como la de Casadevante y la de Eguiluz, entre otras.

Las murallas merecen un paseo aparte, y tras haber caminado por arriba y abajo es el momento de llegar a las tabernas cercanas al puerto y saborear la exquisita comida marinera. Y sobre todo, sus percebes.

Arenys de Mar (Cataluña)

Sobre la costa norte de la provincia de Barcelona, a 45 minutos en coche, Arenys de Mar cuenta con interesantes atractivos que justifican una escapada.

Uno es su famosa cocina marinera. Su puerto es uno de los más importantes del litoral catalán, y durante todo el mes de octubre, hasta el Puente de Todos los Santos, se organizan las jornadas Calamarenys, donde los restaurantes de la pequeña ciudad presentan platos elaborados con este manjar de las costas mediterráneas.

Su trazado, que en forma de T invertida acompaña el curso de la riera de Arenys, abunda en casas de indianos, grandes residencias construidas por quienes volvieron de América con sus bolsillos llenos.

Entre ellas se encuentran Can Córdova, Casa Torrent, el Teatro Principal, la Escuela Náutica, El Paraíso, el edificio Xifré (antiguo Hospital de los Pobres) y otras que se pueden ver a lo largo de el paseo de plátanos que corre sobre la riera.

Y si alguien quiere más modernismo, puede dar una vuelta por el cementerio, porque sus panteones son un riquísimo catálogo de este estilo que brilló entre fines del siglo XIX y principios del XX.

Colmenar de Oreja (Comunidad de Madrid)

En unos 40 minutos en coche desde la capital de España, en dirección al sur, se llega a Colmenar de Oreja.

La Plaza Mayor de Colmenar de Oreja fue muchas veces usada como escenarios de películas. Y por debajo de ella corre el túnel de Zacatín

Tierra de una interesante cultura vitivinícola, solo la visita a su Plaza Mayor merece el viaje.

El toque pintoresco con sus galerías porticadas fue bien aprovechado por el cine, que la ha usado como escenario para varias películas, donde se ven edificios como el ayuntamiento y la casa del Pósito. Como rareza, hay que consignar que debajo de este espacio corre el túnel de Zacatín.

De hecho la localidad está construida sobre un sistema de puentes y arcos sobre el arroyo Zacatín.

Este curso acompaña a los jardines que descienden hacia el sur, que al caminar uno siente que ha viajado al siglo XVI.

Otro sitio interesante es la Plaza del Mercado, donde se levanta la iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XIII, con su aire de fortaleza.

El interior fue decorado por Ulpiano Checa, artista del siglo XIX cuya obra se puede conocer en un museo en el lugar.

Carmona (Sevilla)

En la comarca de Carmona, a unos 40 minutos al este de Sevilla, se encuentra este pueblo que se suele presentar como uno de los más bonitos de la provincia.

Su ubicación en una meseta, que en otros tiempos era poco menos que inexpugnable, fue tenida en cuenta por los romanos, que han dejado numerosas huellas; como las tumbas de Servilia y del Elefante en la necrópolis.

Otros interesantes testigos históricos son las puertas de Córdoba y Sevilla, esta última de presencia imponente.

Además del encanto de sus calles de casas encaladas y de plazas como la de San Fernando o la de Abastos, Carmona presenta una armónica combinación de edificios de gran valor como los conventos de Santa Clara o de la Concepción; y numerosas iglesias como las de San Blas, Santa María, de San Bartolomé o de Santiago; junto con numerosos palacios de los siglos XVI a XVIII que evidencian diferentes épocas de prosperidad de este pueblo andaluz.