¿Qué fue del mítico Bailén 22 de Barcelona?

El club de alterne y sala de striptease más famosa de Barcelona, situada en los bajos de la calle Bailén 22, ya no brilla como antaño. El espacio ha cambiado de propietario, ha sido clausurado varias veces, acumula –y ha puesto– varias denuncias para acabar como Cabaret Mawal Barcelona, un local de ocio nocturno dirigido al público árabe.

El Bailén 22 ya no hace de meublé y ha suavizado su tono. De hecho, la sala de fiestas tiene una sesión para jóvenes los domingos a partir de las 18:00 horas. Ya no hay señoritas ligeras de ropa, sino los cantantes más destacados de la escena musical magrebí. «Ya no acumula quejas como antes. Pasa más desapercibido», señalan fuentes vecinales.

Sótano

Desde su apertura en 2000, el Bailén 22 se ganó su nicho en la noche barcelonesa. Alcanzó altas cuotas de popularidad de la mano del empresario Juan Balcells, que acabó condenado por delito fiscal continuado, blanqueo de capitales e incitación a la prostitución. De hecho, la sala operaba con una licencia múltiple de café-teatro, sala de masajes y sauna, pero lo que ocurría en su sótano era vox populi.

«Era un prostíbulo reconocido internacionalmente y tolerado por el Ayuntamiento», abundan las mismas fuentes vecinales. En octubre de 2001 sufrió el primer cierre preventivo por ofrecer servicios sexuales sin licencia. Era el primer episodio de una batalla legal que puso a Promociones Pendis SL, empresa propietaria, en la diana.  

La firma llegó a denunciar al Ayuntamiento de Barcelona por prevaricación. No en vano, el exalcalde de Barcelona Joan Clos vivía delante del local.

Mazazo

El golpe más duro a Bailén 22 llegó en 2007. En marzo de aquel año, la policía asaltó el Bailén y detuvo a su gerente. Además, arrestó a veinte prostitutas por residencia ilegal en España. La intervención resultó en dos órdenes de clausura de ocho y cuatro meses por funcionar como local erótico sin licencia y por la intervención de estupefacientes. Para cumplirlas, el Bailén decidió cerrar voluntariamente durante quince meses.

Aún así, Promociones Pendis SL no perdió el ánimo. Rebautizó la sala como Lotus Theatre e intentó reabrirla como night club en julio de 2008. Con poco acierto. El Ayuntamiento la precintó horas antes de la gran inauguración.  

En diciembre de 2009, el dúo Aparicio-Balcells dijo basta. Promociones Pendis SL vendió Bailén 22 a Saigua Plus SL, de Carlos Caballero y el club se convirtió en Cabaret Berlín un año después.

Desactivado

La última etapa de Berlín 22 es menos estridente pero igual de esperpéntica. El Cabaret Berlín, un club de espectáculos con arraigo entre el público gay, fue precintado en marzo de 2010 por las papelinas encontradas durante su época anterior como burdel. «Las quejas persistieron: denunciamos que era una discoteca encubierta», denuncian voces del barrio. El club de variedades aguantó hasta 2014 tras otra sanción por abuso de licencia.

El pasado año, su propietario, que también regentaba al Teatro Principal de Barcelona, fue detenido en una redada contra la prostitución. Eran los últimos estertores del Bailén: Saigua Plus se desvincula ahora del mismo y el espacio, antaño una olla a presión, es hoy un inocente club de música raï.