Praga pierde un reclamo turístico top (“Ya no voy”)

Viajeros avisan en foros que no visitarán la ciudad hasta que el reloj medieval vuelva a funcionar

Una de las atracciones turísticas más importantes de Praga, su famoso reloj astronómico medieval, dejó de dar las horas la semana pasada. Y sus esferas que exhiben signos del zodíaco y agujas elaboradas con pasión artesanal dejarán de moverse.

Miles de personas se reunían hasta el pasado lunes regularmente debajo del reloj, ubicado en el Antiguo Ayuntamiento en la Plaza de la Ciudad Vieja, para ver su espectáculo de relojería cada hora, con un desfile de los 12 apóstoles y la muerte golpeando al tiempo.

El reloj, cuyas piezas más antiguas datan de 1410, deja de funcionar por varios meses para ser sometido a diversos trabajos de renovación. Las autoridades de Praga dicen que se desmontará por completo y se tomarán varias de sus partes para la restauración, el primer arreglo complejo desde la Segunda Guerra Mundial.

El escultor Petr Skála, quien se ha ocupado del reloj desde 2009, será una de las personas que a cargo del proyecto de renovación.

«No se reemplazarán tantas partes, se trata más bien de reparar las esculturas barrocas. Habrá una nueva eclíptica, la actual data de 1987 y debe ser más precisa. Los escultores repararán las esculturas de madera. Necesitamos eliminar los cambios inapropiados que se les hicieron durante el siglo XX», ha explicado Skála.

Se espera que el reloj de Praga vuelva a estar en su lugar a finales del verano.

Uno de los elementos a reparar es el astrolabio del reloj, que será pintado íntegramente. Este es un instrumento usado para tomar la altitud del sol o las estrellas y resolver otros problemas en astronomía y navegación..

«Su forma actual data de la década de 1970. Actualmente presenta una noche astronómica que no pertenece. Es un elemento moderno que no tiene cabida en un astrolabio que data de la Edad Media. Ese cambio no será muy evidente y es probable que nadie lo note”, añade Skála.

Malestar entre turistas y locales

La clausura temporal del reloj astronómico medieval de Praga (una de las más largas desde su instalación), ya ha causado malestar entre varios turistas y blogueros. Algunos locales ya han hecho saber su inconformismo por el tiempo tan largo que demorará su reparación.

El reloj es junto al Puente de Carlos y al Castillo de Praga una de las mayores atracciones de la capital checa. Además es uno de los imanes para atraer turistas al centro de la ciudad.

Los checos tienen un cariño muy arraigado por el reloj, del que se tejen varias leyendas. Una de ellas dice que toda la nación sufrirá cuando deje de funcionar. 

a.
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