París, Saint Tropez y Montecarlo tras las huellas de Karl Lagerfeld

El icónico diseñador ha muerto a los 85 años dejando un vasto legado de moda y estilo. Repasamos sus lugares favoritos en París, Saint Tropez y Mónaco

Más de doce colecciones de moda al año para las marcas Chanel, Fendi y la suya propia, Karl Lagerfeld, llevaban al conocido como ‘káiser de la moda’ a todos los rincones del mundo. Cuando no viajaba, sin embargo, se refugiaba en París, Mónaco –donde tenía una residencia- o Saint Tropez, su destino favorito de vacaciones.

El icónico diseñador, director artístico de Chanel desde 1982 y responsable de resucitar y mantener en lo más alto una firma que se consideraba anticuada, falleció este martes en un hospital de París, según confirmó la maison a la agencia France Presse.

La figura de Lagerfeld está especialmente vinculada a París, donde trabajó para la casa Chanel durante los últimos 36 años

Como un auténtico hombre del Renacimiento, creador en todas las formas que sea posible imaginar, Lagerfeld tenía muchos talentos además de la moda, como la pintura, la ilustración y la fotografía, y era un icono en sí mismo, reconocible por una imagen que mantendría hasta el final: traje negro, camisa blanca, guantes, grandes gafas de sol y peinado con coleta. 

[Burdeos: fusión de pensamiento, arte y vino]

Chanel, Rue Cambon, París
Flagship store de Chanel en la rue Cambon, París. Foto Chanel.

El París del ‘káiser de la moda’

París es, sin duda, el destino más vinculado al modisto por su estrecha relación con la casa Chanel, cuya fundadora, Coco Chanel abrió su primera tienda de sombreros, concretamente en el número 21 de la rue Cambon, en pleno corazón de un elegante barrio próximo a la Place Vendôme y la rue du Faubourg Saint-Honoré, sinónimo de lujo y tendencias.

En la misma calle que vio nacer la primera boutique de Chanel, la rue Cambon, se alza hoy la flamante flagship store de la firma

Trasladada después al número 31 de la misma calle, allí es donde la modista inventó el concepto de boutique contemporánea y donde, ya desde 1921, vendía complementos, su perfume Nº 5, joyas y productos de belleza, además de prendas y sombreros. Esta misma calle acoge hoy la flamante flagship store de Chanel en la ciudad, que bien merece una visita.

Precisamente vinculada a esta mítica firma de modas, que actúa como mecenas del proyecto, se inauguró en 2017 el primer Museo de la Moda de París, conocido también como Palais Galliera.

Palais Galliera. Turismo de París.
Palais Galliera volverá a abrir las puertas a finales de 2019 como gran museo de la moda de París. Foto Turismo de París.

Actualmente en obras para ampliar sus galerías de exposiciones, reabrirá a finales de este año para exponer sus más de 200.000 piezas entre las que figuran vestidos, accesorios y artes gráficas desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Bajo la dirección del arquitecto Dominique Brard, el nuevo espacio contará también con un taller pedagógico, una tienda-librería y un salón exterior de té.

A buen seguro, la obra de Karl Lagerfeld ocupará también un lugar destacado en el nuevo  museo.

El Palacio de Versalles, si bien no está estrictamente en París, era otro de los lugares favoritos de Lagerfeld. Patrimonio Mundial por la Unesco, de imponente arquitectura y alrededor de 800 hectáreas de jardines, Lagerfeld dijo de él que le encantaban todas sus áreas, desde el castillo a los jardines, las estatuas, o las fuentes. De hecho, presentó allí su colección Resort 2013, colocando modelos entre los setos y en los dorados pasillos del palacio.

Resultado de imagen de chanel versalles
Diseños de Karl Lagerfeld en el Palacio de Versalles. 

Compras y restaurantes en París

Aunque no era muy seguidor de la cocina francesa, al diseñador le gustaban especialmente el Café de Flore, un mítico restaurante ubicado en el barrio de Saint-Germain-des-Prés, polo de atracción de todo tipo de personalidades entre las que se cuentan Jean-Paul Sartre, Ernest Hemingway, Picasso, Truman Capote o Tina Turner.

Otros de sus restaurantes favoritos, según declaró a Vogue UK, eran Maison du Caviar, el lugar donde comer el mejor caviar del mundo, según decía, y el japonés Orient Extrême, mientras que para la noche sus favoritos eran Raspoutine y el club Le Baron.

Maison du Caviar, París.
Maison du Caviar, París. Foto Maison du Caviar.

Para comprar recomendaba Colette, durante muchos años la tienda más cool de la capital francesa, ubicada en Saint-Honoré y actualmente cerrada, y la joyería Lydia Courteille, en la misma calle. También amaba la librería Galignani, en la calle de Rivoli, y la papelería Sennelier.

En Montecarlo con Carolina de Mónaco

Montecarlo fue otro de los grandes refugios de Lagerfeld, donde tenía una residencia en la que pasaba algunas temporadas. Su estrecha amistad con Carolina de Mónaco, una de sus musas y embajadoras –y quizás la mujer que más diseños exclusivos de Lagerfeld vistió-, quizás tengo algo que ver con esta preferencia.

El Casino de Mónaco, el símbolo del glamour en el pequeño principado. / Fotos: José María Toro.
El Casino de Mónaco, el símbolo del glamour en el pequeño principado. Foto: José María Toro.

En Mónaco era posible verle en el restaurante japonés Yoshi, del fallecido chef Joel Robuchon, así como La Vigie o Le Grill. Le gustaba comprar flores en Sorasio y visitar las exposiciones del Grimaldi Forum de Montecarlo y Villa Paloma, uno de los dos espacios de exposiciones del Nuevo Museo Nacional de Mónaco.

Para disfrutar de las mejores vistas recomendaba el Hôtel de Paris, y la piscina Odyssey en el Hotel Métropole para una tarde de relax, un espacio que él mismo diseñó.

Odyssey Hotel Metropole, Montecarlo.
Odyssey Hotel Metropole, Montecarlo.

Veranos en Saint Tropez

En sus veranos no faltaban los días en Saint Tropez, donde frecuentaba los restaurantes más chic de la villa, como Sénéquier, Le Quai Joseph, Le Banh-Hoi, o Le Club 55.

Con el Hotel La Réserve como más habitual centro de operaciones, era también asiduo al restaurante La Gioia y la discoteca VIP Room.

Saint Tropez. Foto Pixabay.
Saint Tropez. Foto Pixabay.

Además de seguir sus pasos por estos rincones, siempre se puede viajar como el propio Karl Lagerfeld gracias a su línea de complementos y accesorios de viaje de lujo KARL, que engloba desde etiquetas de equipaje a bolsos, pasando por carteras o fundas para el iPad, siempre con los característicos gráficos de la enseña que muestran el perfil del creador.

a.
Ahora en portada