Este otoño la Vall d’Aran se descubre en bicicleta

La complicada geografía de este valle de los Pirineos despliega con 400 km de rutas, entre sencillas y otras muy difíciles. Veamos las más fáciles para conocer sus paisajes otoñales

La naturaleza del valle se descubre en dos ruedas. Foto Mikael Helsing copia

El otoño es la estación ideal para descubrir la Vall d’Aran en bicicleta. Los bosques se tiñen de marrón y amarillo, todavía hay días agradables en los que se puede pedalear sin problemas climáticos, y la comarca está con poca presencia turística en los hoteles y escaso tráfico en las carreteras.

Por la complicada orografía de este valle catalán de aires occitanos hay circuitos solo para expertos, otros que pueden agotar a quien no esté bien entrenado, pero también hay caminos más sencillos para los que quieren disfrutar sin grandes esfuerzos.

Descubrimos algunos de ellos.

De Les a Sant Blai y el Camin Reiau

Uno de ellos es el accesible camino circular desde el pueblo de Les hasta la ermita de Sant Blai. La salida es desde el Camino Reiau en dirección a Bossòst, un trayecto de 4,6 km que se puede hacer en poco más de media hora, y donde gran parte es en asfalto. Su desnivel es de solo 50 metros.

La Vall d’Aran cambia de color en otoño. Foto Francesc Tur

De Aubert a Pònt d’Arròs.

Este trayecto también es de ida y vuelta, un viaje de 6,7 km que se puede hacer en una hora y en donde se asciende un desnivel de hasta 140 metros, para luego volver a la cota inicial.

Uno de los caminos más bonitos es desde Aubert al Pònt d’Arròs, un trayecto por los bosques atravesados por los ríos Garona y Varradòs

El camino a Arròs transcurre por un viejo camino asfaltado rodeado de grandes muros de piedra seca, que luego es continuado por tramos de pista de tierra y senderos donde la naturaleza se despliega a un lado de los ríos Garona y Varradòs.

En bicicleta a la altura de Montgarri. Foto Turismo de Vall d’Aran

De Arties a Garòs

Más suave es la vuelta circular que une los pueblos de Arties y Garòs por pistas de tierra poco transitadas.

Son 5,8 km, que requieren unos 45 minutos por un trayecto de un desnivel de 50 metros, y en donde hay tramos de gran belleza como el sendero boscoso por los Banhs, donde se pasa por las antiguas termas de Arties.

De Barguergue a Sta. Margalida

Este trayecto breve, de solo 3,1 km que se puede hacer en media hora, está catalogado como sencillo aunque tras el primer kilómetro hay un continuo descenso y luego una subida algo fuerte hasta la ermita de Santa Margalida, que totaliza un desnivel de 100 metros.

El paseo permite pasear por el pueblo de Barguergue y el bonito paisaje del vale del río Unhòla. Cuando se llegue a la ermita, mejor detenerse un buen rato para contemplar las panorámicas sobre la Lana de Bargergue y el Poi d’Unha.

El otoño es ideal para explorar los valles. Foto @vall d’aran photos

De Salardú a Tredòs

Los pueblos de Salardù y Tredòs están unidos por el río Garona. Pero además de transitar por la senda que va paralela al río, que quedará para el tramo final, se sugiere ir por el camino de la otra margen, en un ascenso continuo entre los 500 y los 1.700 metros del recorrido.

Tras alcanzar la cota y haber cumplido un desnivel de 130 metros, se inicia el descenso por el Camin Reiau entre zona de cultivos hasta Salardù. En total son 3,8 km que se pueden realizar en 45 minutos.

Desde Portilhon a los Bòrdes de Sauvaga

Estos 10,7 kilómetros, que se pueden hacer en una hora, transcurre por una pista de tierra desde el Cap de Portilhon, en la frontera con Francia, hasta la zona boscosa de los Bòrdes de Sauvaga.

El paseo desde el Cap de Portilhon a los Bòrdes de Sauvaga se interna en un bosque que cambia de color con la llegada del otoño

Es un paseo tranquilo, con un desnivel de 80 metros, a través de árboles y arbustos que estas semanas van mudando de color.

En la Vall d’Aran hay trayectos para expertos y tambien sencillos para familias. Foto Mikael Hesling

De Vielha a Betren

Y cerramos con un circuito muy breve, de solo 20 minutos, ideal para hacer en familia. Se trata de hacer 2,8 kilómetros por la parte de Vielha que es atravesada por el Garona y llegar hasta la antigua muela de Betren, que está en restauración.

Lo interesante es que en esta época de año se puede pedalear por las calles del pueblo sin que haya coches que estén incomodando.

Eso sí: cabe recordar que en muchos tramos se atraviesan campos privados y que hay que cerrar los portales para evitar que se escape el ganado.

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