Ocho razones para viajar ya a Puerto Rico (y volver enamorado)

Paraíso caribeño, el lugar que inventó la piña colada y donde se elabora el 85% del ron mundial, Puerto Rico es, afortunadamente, mucho más que grandes resorts todo incluido. Un año y medio después del huracán María, emerge con fuerza como un destino plagado de tesoros por descubrir, que van desde exuberantes selvas a playas luminiscentes, pasando por vibrantes distritos culturales y una gastronomía sorprendente.

María marcó, sin duda, un antes y un después en el turismo de la isla, la más pequeña de las Antillas Mayores del Caribe y estado libre asociado de los EEUU. Sin embargo, fue también “una gran oportunidad de recuperar y hasta reconstruir el destino”, explica a Cerodosbé la directora de marketing de Discover Puerto Rico, Leah Chandler.

La «extraordinaria resiliencia» de los puertorriqueños y el apoyo de instituciones y empresas ha permitido a Puerto Rico reconstruir totalmente su oferta turística

Una reconstrucción que se ha llevado a cabo en el tiempo récord de un año gracias a la extraordinaria resiliencia del pueblo de Puerto Rico”, añade.

Viejo San Juan. Foto Discover Puerto Rico.

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La rápida recuperación de la industria turística permitió también que los visitantes contribuyeran a la reconstrucción, mientras que la puesta en marcha de la entidad de promoción Discover Puerto Rico “nos permitió contar al mundo la historia de la isla”.

Hoy, con un nivel de vuelos, restaurantes y hoteles similar a 2017, al que se añaden nuevas experiencias como plataformas de alquiler vacacional que ofrecen alojamientos de todo tipo, y aunque aún queda camino por andar para recuperar viviendas, manglares, cultivos de café o caladeros de pesca, Puerto Rico celebra su cultura como su más potente imán de atracción.

Puerto Rico celebra hoy su cultura local como el más potente imán de atracción (y elemento diferenciador respecto a otros destinos caribeños)

Estas son las razones por las que viajar ahora a Puerto Rico (y caer irremisiblemente enamorado).

500 aniversario de la fundación de San Juan

El castillo de San Felipe del Morro o, directamente, el Morro, da la bienvenida al viejo San Juan, que hoy asiste plácidamente a la llegada de los cruceros al puerto. A lo largo de sus casi 500 años de historia, sin embargo, fue un importante puesto militar, primero para España y después para los EEUU, y puerta de entrada a la ciudad vieja.

Arquitectura en el Viejo San Juan. Foto Discover Puerto Rico.

Descubierta por Cristóbal Colón en 1493 y conquistada después por Ponce de León, recorrer hoy las calles adoquinadas -se dice que con ladrillos traídos expresamente del norte de Inglaterra vía Santander- es volver atrás en la historia, mientras se contemplan las coloridas fachadas y puertas que nos saludan a cada paso.

La calle del Cristo, la del Sol, Fortaleza, la catedral o la Caleta de las Monjas recuerdan a cada paso el pasado español de la isla, mientras se escucha hablar español –lenguaje cooficial- y se saborea el ritmo alegre y tranquilo del lugar.

En el bullicioso distrito de Santurce de la capital, el arte toma calles y fachadas a través de impactantes murales 

Arte urbano en Santurce

En otros rincones, sin embargo, la ciudad bulle de talento y arte, como el barrio de Santurce, donde los artistas hacen de las fachadas sus lienzos para crear grandes y coloridos murales que hacen explotar de color la ciudad.

Así, lo que comenzó como un embellecimiento de viejos edificios ha convertido a Santurce en el Wynwood Arts de Miami en versión puertorriqueña.

Santurce Es Ley. Foto Discover Puerto Rico.

Además de observar los murales, algunos de ellos firmados por grandes artistas de talla internacional, se celebran los festivales creativos Santurce es Ley y Los Muros Hablan.

También en la ciudad, está a punto de abrir sus puertas Distrito San Juan, el nuevo centro de ocio y moda de la isla.

El Yunque

La única selva tropical integrada en el Sistema Nacional de Bosques de EEUU tenía que estar en Puerto Rico.

Con playas de renombre mundial, guardan también uno de los secretos mejor guardados de Puerto Rico: la bahía luminiscente más brillante del mundo

Este auténtico tesoro natural ofrece un chute de naturaleza en estado puro, con ecosistemas diversos y cientos de especies únicas de plantas y animales, incluida la famosa rana coquí.

Diferentes rutas y senderos, como La Coca o el Angelito, conducen a piscinas naturales perfectas para refrescarse con un baño.

Salto Espiritu Santo, en El Yunque. Foto Discover Puerto Rico.

La torre de observación de Yokahú, por su parte, ofrece increíbles vistas en las que el azul del océano se funde con las exuberantes tonalidades verdes de los bosques y las montañas.

Una bahía luminiscente

Con playas de renombre mundial, guardan también uno de los secretos mejor guardados de Puerto Rico: la bahía luminiscente más brillante del mundo.

Solo hay cinco de estas bahías en el mundo, un fenómeno que se da cuando pequeños microorganismos llamados flagelos se desarrollan en hábitats protegidos y, con el movimiento de las aguas, liberan energía en forma de luz dando lugar a un espectacular efecto.

De las cinco mundiales, tres están en Puerto Rico, en las islas de Vieques y Culebra, a un pequeño paseo en bote desde San Juan, y en la Laguna Grande, ubicada en la Reserva Natural de Cabezas de San Juan, en la provincia de Fajardo.

Laguna Grande. Foto Discover Puerto Rico.

Así, mientras Mosquito Bay en Vieques está considera la bahía bioluminiscente más brillante del mundo según el Libro Guinness de los Récords, Flamenco Beach, en la vecina Culebra, es la segunda mejor playa del planeta en esta categoría.

Además, en ambas se pueden realizar caminatas y practicar deportes acuáticos como buceo y snorkel.

Playas de ensueño

Y, aunque estar todo el día en la playa no sea nuestro principal objetivo en Puerto Rico, ¿qué sería de unas vacaciones en el Caribe sin arenales paradisíacos?

Puerto Rico cuenta con casi 480 km de costas y alrededor de 300 playas para elegir, que van desde vastas extensiones de aguas turquesas en la isla Palomino, a la que se puede llegar en catamarán, a la lengua de arena blanca en la que se rodaron escenas de una de las películas de Piratas del Caribe, Palomitino.

La Playuela, con forma de herradura e impresionantes tonalidades turquesa, Cayo Icacos, Sun Bay, Tortuga, Pelícano Beach o Playita Rosada son otros de los nombres a tener en cuenta.

Caracas Beach, Vieques. Foto Discover Puerto Rico.

También, y si se quiere disfrutar de una jornada playera al más puro estilo local, podemos salir de San Juan por la carretera que conduce al Yunque y simplemente elegir una de las playas bien dotadas de asadores tipo rancho en las que pasan sus ratos libres los puertorriqueños.

Entre las preferidas de los locales están también Jobos, en la zona de Isabela, y El Escambrón, posiblemente la playa más pintoresca de San Juan.

La geografía tan diversa de la isla la convierte, además, en un destino perfecto para practicar todo tipo de deportes acuáticos, como surf, buceo, pesca o paddle surf.

Comida callejera

La gastronomía es el otro gran pilar sobre el que se asienta la cultura puertoriqueña, y un auténtico placer para descubrir.

Con casi 4.000 restaurantes abiertos en toda la isla (alrededor de 1880 en el área metropolitana de San Juan), merece la pena probar todas sus especialidades, que se nutren de  innumerables influencias y transitan de las herencias española y afro-caribeña a la cocina internacional, pasando por las recetas locales.

Gastro en Puerto Rico. Foto Discover Puerto Rico.

Platos como mofongo, hecho de plátanos verdes fritos machacados con ajo y servido con carne de cerdo, criollo o ají de pollo; tostones, ruedas de plátano fritas generalmente servidas con mayoketchup y ajo; y lechón, un plato de cerdo asado lentamente con carne jugosa y piel crujiente, son algunos de los esenciales.

Sin olvidar el café, el ron es el producto por excelencia de Puerto Rico, donde se produce hasta el 85% del total mundial

Entre los distritos de San Juan más destacados para hacerlo destacan Piñones, en Loíza, y el ya mencionado Santurce.

Además, La Parguera, en Lajas, una zona costera al suroeste de Puerto Rico, y el Guavate, Cayey, en el interior de la isla y conocido por sus ‘lechoneras’ como se denomina a los restaurantes al aire libre especializados en el cerdo asado lentamente.

Cultura del ron

Sin olvidar el café, el ron es el producto por excelencia de Puerto Rico, donde se produce hasta el 85% del total mundial.

Añejos y blancos, especiados, oscuros… la bebida isleña adopta mil y una formas a través de clásicos e innovadores cócteles y de la mano de grandes marcas puertorriqueñas como Bacardí, Don Q o Ron del Barrilito.

Una buena manera de probar el ron es hacer un recorrido por la Casa Bacardí o Serrallés, visitar la Casita de los Rones en el viejo San Juan o dejarse aconsejar en bares como La Factoría o cualquiera de los establecimientos de La Placita de Santurce.

Copamarina Resort. Foto Discover Puerto Rico.

Una excitante planta hotelera

Tras los daños causados por el huracán, las cadenas hoteleras más lujosas del mundo han hecho importantes inversiones para reconstruir e impulsar su oferta. Lejos del concepto de resorts de pulsera habituales en otros destinos caribeños, estos hoteles se enorgullecen de favorecer el contacto con la cultura local, “que es el verdadero elemento diferencial de Puerto Rico”, en palabras de Chandler.

Así, en los próximos meses se estrenan o abren de nuevo sus puertas lujosos hoteles como el Hyatt Regency y Coco Beach (antes Melia Coco Beach), The Ritz-Carlton San Juan, El Conquistador (de Waldorf Astoria), Aloft Hotel (en el centro de convenciones District San Juan), Aloft Hotel Ponce, Four Seasons Cayo Largo, Hyatt Hacienda del Mar, Zafria St Clair y JW Marriott Dorado.

También destaca la oferta de otro tipo de alojamientos en plataformas como Airbnb, HomeAway y Join a Join, que suman cerca de 10.000 alquileres adicionales en Puerto Rico con una oferta para todos los tipos de viajeros.

Actualmente Puerto Rico está conectado mediante 110 vuelos diarios de 24 aerolíneas. Desde España, Iberia ofrece tres frecuencias semanales que opera durante todo el año, que se elevan a cinco semanales durante los meses de junio, julio y agosto (un 62% más que en 2018).