Nueva York tendrá el primer parque subterráneo del mundo

En una antigua estación de trolebuses se abrirá un parque a varios metros debajo de la superficie. Un sistema de espejos e instrumentos ópticos llevará la luz solar a las plantas.

Nueva York tiene uno de los parques urbanos más bonitos del mundo. Quien haya visitado el Central Park, en cualquier estación del año, puede dar fe de ello. Pero la alta densidad de población, y la masa de turistas que invade la ciudad, lleva a pensar en nuevas alternativas para crear espacios verdes. Y si no hay lugar en la superficie, ¿qué tal bajo la tierra?

Esa es la idea del Lowline, un parque de 4.000 metros cuadrados creado bajo la superficie, que se instalará en la antigua estación de trolebuses de  Williamsburg Bridge, en el barrio del Lower East Side, en Manhattan.

El proyecto contempla abrir el parque al público en 2020, y costará casi 50 millones de euros. Habrá senderos, zonas de juegos, cafés y muchas plantas de diversas especies. Y aquí llega la pregunta del millón: ¿cómo recibirán la luz del sol bajo la tierra?

La respuesta está en el cercano Lowline Lab, un laboratorio que demuestra cómo las plantas pueden crecer bajo tierra, y gracias al uso de instrumentos ópticos y espejos reflejan la luz solar y la distribuyen por el predio subterráneo. Además, estos instrumentos pueden rotar y ser dirigidos a diversos puntos para regular la temperatura y el grado de exposición solar.

Este laboratorio cuenta con más de 3.000 plantas de una docena de especies, distribuidas en un predio de una hectárea. De esta manera, en el Lowline Lab pueden saber qué plantas tienen mejor adaptación a crecer bajo la tierra.

Pasear por un parque subterráneo, además de la novedad, también tiene a favor que el lugar cuenta con un microclima especial, a salvo del viento y la lluvia, por lo que no hay excusa para no ir a conocerlo.

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