Nueva York se carga los coches de caballos

A partir del próximo 1 de junio, los paseos en calesa sólo podrán ser realizados por Central Park, se reducirá el número de caballos, y en 2018 tendrán que estar construidas unas cuadras para resguardarlos

El Consejo Municipal de Nueva York acaba de firmar un acuerdo con los explotadores de los coches de caballos para recortar en cerca del 50 por ciento su número, algo que el actual alcalde, Bill de Blasio, ya prometió durante su campaña electoral para «evitar la crueldad con los animales».

Partidarios y detractores

Este acuerdo se materializará a partir del próximo 1 de junio. El número de coches de caballos autorizados pasará de 180 a 110, y la reducción se continuará aplicando durante los tres años siguientes hasta dejar sólo 95 calesas. Además, en octubre de 2018, las cuadras de Central Park deberán estar listas para resguardar a estos animales. Según este mismo acuerdo, los animales que no trabajen deben permanecer fuera de la ciudad y ningún caballo podrá tirar de un coche más de nueve horas al día.

El grupo de protección de animales NYClass, una de las asociaciones que lleva años haciendo campaña para prohibir esta atracción, ha recogido más de 35.800 firmas en una petición online, considerando esta actividad de «cruel, inhumana y peligrosa. Los caballos no se han hecho para caminar por ciudades congestionadas donde respiran continuamente el humo de los coches y se enfrentan a los peligros del tráfico».

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Por su parte, para el gremio de cocheros, muchos neoyorquinos –el 64 por ciento según una reciente encuesta- y sobre todo el actor Liam Neeson, embajador de la causa pro-calesas, lo que se esconde detrás de esta decisión es la presión de algunos agentes inmobiliarios que se van a lucrar con las cuadras de Central Park. «Ahora ya se regulan perfectamente las condiciones de trabajo y salud de los caballos. Son animales que conozco bien y en Nueva York los veo felices. Esta medida acaba con el medio de subsistencia de muchos cocheros por culpa de algunos defensores de animales financiados por poderosos lobbies inmobiliarios«, resume.

Al menos quedará Central Park

Los tours en coche de caballos por Central Park vienen a durar una hora y cuestan unos 30 dólares (máximo 4 personas por calesa). Con el rítmico ruido de fondo de las ruedas, el cochero explica la historia del parque, sus sitios más interesantes y multitud de anécdotas. Muchos de ellos llevan incluso fotos antiguas para enseñar cómo era hace cien años y paran cuando el cliente  desea hacer una instantánea.

También se descubre cómo lo utilizan actualmente los neoyorquinos: para clases de tango, conciertos de música pop, una boda o un partido de voleibol… Y, con un poco de suerte es posible cruzarse con Sarah Jessica Park y otros actores que hacen footing por sus senderos. 

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