Por qué Navarra es la reina del otoño

No solo por la magia de sus bosques de Navarra, teñidos de amarillos y ocres. El otoño es ideal para realizar senderismo, recoger setas, explorar pueblos encantadores, iniciar el Camino de Santiago y deleitarse con los quesos y vinos

Si hay un territorio donde el otoño se vive a pleno es Navarra. Con los días más cortos y frescos, el paisaje se tiñe de tonos ocres, dorados, rojos y naranjas y los atardeceres tienen una luz muy especial.

Y los bosques de Navarra viven su momento más espectacular, como la Selva de Irati, el Naceredo de Uderrera, con los mitos del bosque de Basajaunberro, que se suma a la pasión por salir a recolectar setas, el senderismo por los valles y el trazado mítico del Camino de Santiago.

La magia de los hayedos

Empecemos por uno de los atractivos más clásicos, como los hayedos en otoño. Y a la cabeza de todos los que se pueden encontrar en la Comunidad Foral de Navarra son los de la Selva de Irati, un extenso bosque que esconde rincones preciosos y que ofrece en esta época del año toda la paleta de ocres, rojos, amarillos y naranjas posibles.

Pocos saben que esta ‘selva’ esconde un hayedo Patrimonio de la Humanidad. Se trata del de Lizardoia, que destaca por su magnífica conservación. Pero no es el único espacio natural que en Navarra tiene una belleza especial en esta época.

Un paseo por el Nacedero del Urederra en otoño es, seguramente, una de las mejores experiencias que se pueden vivir en Navarra. A la belleza que siempre tienen sus aguas se une la luz de otoño y los ocres que la filtran, dando lugar a momentos únicos.

Cabe recordar que este es un espacio protegido y la visita se debe programa con antelación para cuidar el entorno.

El Hayedo Encantado de Urbasa

Puedes combinar esta visita con otro lugar fantástico, el Hayedo Encantado de Urbasa, con árboles que pueden alcanzar hasta 20 metros y que se combinan con piedras calizas dando lugar a un característico paisaje.

Pero saliendo de los más conocidos, Navarra posee otros bosques y hayedos que se presentan increíbles en esta época del año: en el bosque de Basajaunberro en Orreaga/Roncesvalles, quizá se sienta la presencia de este ser mitológico que cuida los bosques navarros.

Otro hayedo-abetal catalogado como Patrimonio de la Humanidad es el de Aztaparreta en el Rincón de Belagua en el precioso valle del Roncal; así como el bosque de Quinto Real,  que esconde una antigua y fotogénica fábrica de armas, el encanto boscoso del de Orgi en Ultzama, los robles monumentales de Jauntsarats en Basaburua, los ejemplares milenarios de Etxarri Aranatz o el parque natural del Señorío de Bertiz. Todos ellos en esta época del año están sencillamente espectaculares.

Setas, quesos y vinos navarros

Los bosques ofrecen, además, un elemento esencial del otoño en Navarra: las setas y los hongos.

La riqueza micológica de esta tierra permite recoger todo tipo de ejemplares y también disfrutarlas en los fogones navarros.

En la gastronomía de otoño en la Comunidad Foral no pueden faltar setas y otros hongos, combinados con diversos productos de temporada.

En otoño se recoge el famoso pimiento del piquillo de Lodosa o se puede tener la ocasión de probar unas deliciosas pochas de Sangüesa, unas migas en Ujué o en el Roncal, acompañadas de un delicioso queso.

Y todo ellos, por supuesto, regado por los buenos vinos navarros, que en estas fechas se podrán disfrutar mientras se visitan las bodegas a pleno rendimiento, en época de vendimia.

Es un momento único para el enoturismo, que permite conocer al completo el trabajo de la bodega y, además, disfrutar de los viñedos que empiezan también a teñirse de rojo dejando un mosaico de paisaje espectacular.

La aventura de explorar los pueblos y bosques navarros en bici

El cambio de color en las hojas, la aparición de setas y hongos y los primeros fuegos en las chimeneas de las casas rurales nos llenan de un calor distinto al del verano.

Más confortable y hogareño. Pero ojo, que eso no significa quedarse en casa. Hay muchos planes por hacer en otoño en Navarra.

Tras haber senderismo por bosques mágicos, saboreado la gastronomía y el vino, no vienen nada mal hacer un poco más de ejercicio; porque las bicicletas no sólo son para el verano.

En otoño se puede disfrutar mucho con la amplia oferta de Navarra para quienes gustan de las dos ruedas a todos los niveles.

En familia es posible realizar alguna de las cinco vías verdes que se reparten por Navarra, que son fáciles y con paisajes muy diferentes.

Si uno tiene un nivel mayor o busca nuevos retos se puede probar alguno de los muchos espacios BTT con los que cuenta la Comunidad o hacer preciosas rutas de carretera entre los bosques más bonitos, con puertos de reto y paisajes increíbles o alguna ruta de las que cruzan el Desierto de las Bardenas Reales, que en esta época del año tiene también un toque especial.

El encanto del Camino de Santiago por las tierras de Navarra

Te proponemos el plan de los planes, empezar el Camino de Santiago. Navarra es el inicio del camino, en el sentido físico, ya que la ruta más transitada comienza en Luzaide/Valcarlos hacia la emblemática Colegiata de Roncesvalles; pero también en un sentido más emocional ya que en las seis o siete jornadas que lleva recorrer el Camino de Santiago en Navarra se podrá vivir una ruta que, aseguran, cambia la vida.

En todo caso cabría decir ‘los Caminos de Santiago’, ya que Navarra, además de la ruta principal del Camino Francés, cuenta con otros trazadso como el Aragonés que entra desde Sangüesa y se une al principal en Puente La Reina o el Baztanés, mucho menos conocido, que recorre este bonito valle desde Francia e incluso el que viene remontando el Ebro y recorre todo el sur de la Comunidad Foral.

Las etapas del Camino en Navarra tienen un componente iniciático de lo que vendrá después y también son una buena forma de conocer este destino, ya que se lo cruza de norte a sur.

Lo ideal es iniciar el Camino en el otoño por las etapas navarras, y si uno es atrapado por la experiencia, se puede hasta Santiago de Compostela a lo largo de todo el año que viene aprovechando que el Año Santo Jacobeo se ha extendido hasta 2022 de manera excepcional.

Mucho más para descubrir en Navarra

Uno se queda con la sensación de que falta tiempo para verlo todo en Navarra. Porque están los lugares emblemáticos rodeados de una naturaleza poderosa como es el Santuario de San Miguel de Aralar, la ermita de Muskilda en Otsagabia, el desierto de las Bardenas o los monasterios de Irantzu, Fitero y Leyre.

Quien busca la experiencia de estar dentro de un cuento puede encontrar castillos que han protagonizado películas como el Palacio Real de Olite, el Castillo de Javier o el Cerco de Artajona, fortalezas que hacen volver a la época medieval.

Para quien busque escapadas urbanas tiene que conocer Tudela, la capital de la Ribera y de la verdura; y por supuesto, no se puede dejar de visitar Pamplona, con sus murallas, su catedral y sus famosas fiestas que se podrán conocer recorriendo el trazado del encierro bajo la atenta mirada de San Fermín. Imposible dejar de disfrutar de sus pintxos y del buen ambiente que tienen sus terrazas.

En cambio para los que prefieren el turismo rural y los pueblos bonitos, no vas a tener suficiente con un fin de semana: Elizondo, Amayur/Maya, Lizaso, Eugi, Auritz/Burguete, Ochagavía, Aribe, Puente La Reina, Estella-Lizarra, San Martín de Unx, Ujue, Gallipienzo, Viana, Olite son algunas de las opciones. Y estos sólo para empezar.

Pero lo mejor de todos los viajes es siempre lo inesperado. Perderse, conocer pueblos bonitos y gente nueva. Dejar que te cuenten cómo se vive en Navarra, que te recomienden sus lugares favoritos y las historias pequeñas de su pueblo. ¡Disfruta de Navarra este otoño!