Nancy, viaje a la capital del art nouveau

Siempre fronteriza, dinámica y vibrante, la ciudad donde (dicen) se inventaron los macarons se alza como una de las mayores cunas del art nouveau

Siempre en terreno fronterizo, entre Francia y Alemania, entre Alsacia y Lorena, Nancy es una hermosa ciudad que brilla con el encanto de su Ciudad Vieja y sus callejuelas empedradas, la plaza Stanislas, joya de su conjunto arquitectónico del siglo XVIII (y patrimonio mundial de la Unesco) y la Grande Rue. Pero quizás, y más aún, por ser una de las cunas del art nouveau.

A una hora y media de Luxemburgo, esta ciudad francesa fue la capital de los duques de Lorena hasta su anexión a Francia en el siglo XVIII. En su historia se cuentan hasta tres épocas doradas, cada una de las cuales ha dejado un importante legado en forma de arquitectura y arte.

La Escuela de Nancy reunió a toda una generación de artistas, artesanos, arquitectos, empresarios e industriales y desarrolló un ambiente creativo en el que cristalizaría el art nouveau

Pero si las herencias medieval y renacentista son importantes, con la imponente Puerta de la Craffe del siglo XIV como ejemplo de la primera y las plazas de la Carrière y l´Alliance y el arco de triunfo dedicado a Luis XV de la segunda, hoy seguimos las huellas del art nouveau y de toda una generación de artistas reunidos en torno a la Escuela de Nancy.

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École de Nancy

Podemos decir que el movimiento del art nouveau en Nancy fue consecuencia de la cesión, por parte de Francia, de la zona de Alsacia y parte de Lorena a Alemania, consecuencia de la guerra francoprusiana en 1871.

Espectaculares vidrieras art nouveau en el banco Crdit Lyonnais. Foto Verriere Regine Turismo de Nancy.

Espectaculares vidrieras art nouveau en el banco Crdit Lyonnais. Foto: Verriere Regine | Turismo de Nancy.

Muchos de los industriales, empresarios y también académicos, artesanos y artistas de la zona, que rechazaban la anexión, se retiraron a Nancy donde floreció un ambiente creativo que cristalizó en la Escuela de Nancy, fundada en 1901.

Algunos de sus miembros más destacados fueron Émile Gallé, internacionalmente conocido por su trabajo con el vidrio, fundador de la escuela y su primer presidente; el industrial, decorador y ebanista Louis Majorelle, el vidriero Antonnin Daum o el arquitecto y ebanista y Eugène Vallin. Entre sus 36 miembros se contaban arquitectos, decoradores, pintores, industriales o críticos de arte, entre otros, que no dudaron en abrazar la renovación de las artes decorativas en un estilo que se inspiraba en las formas de la naturaleza.

Justamente en 1901 el arquitecto parisino Henri Sauvage construyó la casa del ebanista Louis Majorelle, y Charles y Émile André dieron forma a los almacenes Vaxelaire, el primero de los comercios en adoptar las formas art nouveau, que siguió extendiéndose por la ciudad con obras como la Graineterie Génin-Louis de Henri y Henry Gutton o la Brasserie Excelsior de Lucien Weissenburger y Alexandre Mienville.

El movimiento, que se debilitó con la muerte de Emile Gallé y finalizó con la Gran Guerra, se extendió antes por la herrería, la cristalería, la cerámica o el diseño de muebles, dejando importantes muestras en toda la ciudad.

CaÌmara de Comercio. Foto Turismo de Nancy.

CaÌmara de Comercio. Foto: Turismo de Nancy.

Museo de l´École de Nancy

Para conocerlo resulta imprescindible el Museo de la Escuela de Nancy, que alberga una importante colección de obras, entre ellas piezas únicas de Emile Gallé, Eugène Vallin y Louis Majorelle.

Abierto en 1963, los muebles y objetos decorativos, esmaltes, cerámicas y textiles, así como una magnífica colección de cristal, se exponen en un entorno que comparte el exquisito Art Nouveau.

A su alrededor, un exquisito jardín y un inusual acuario -que no se abre al público pero cuyos ornamentados exteriores pueden admirarse dando un paseo- completan la vista.

Villa Majorelle

Catalogada como la etiqueta de Maison des Illustres en 2012, la Villa Majorelle o Villa Jika (por las iniciales de la esposa del industrial, Jeanne Kretz) representa a la perfección los rasgos de la escuela y es, posiblemente, su mayor joya, con una notable decoración que se pone de manifiesto en elementos como el hierro forjado y vidrieras, piedra o metal. En su época supuso una importante ruptura con la tradición y abrió, desde la combinación de innovación tecnológica y excelencia en las artes y artesanías decorativas, la puerta a muchas novedades que después siguieron otros miembros de la Escuela.

Villa Majorelle. Foto Turismo de Nancy

Villa Majorelle. Foto: Turismo de Nancy.

Parque Saurupt

Se diseñó como un complejo residencial a principios de siglo XX, al estilo de una ‘ciudad jardín’ completamente nueva y de estilo Art Nouveau y, sin embargo, el fracaso del proyecto ocasionó que solo se completasen seis de las viviendas previstas. Después de la Primera Guerra Mundial se terminaron pero ya en estilo art déco, lo que permite comparar ambas corrientes.

Hoy pueden verse la casa del conserje (Loge du Concierge), la Villa Les Glycines y la Villa Les Roches.

El centro de la ciudad

Todo el centro de Nancy, desde Place Maginot hasta Place Stanislas, cuenta con numerosos edificios que presentan rasgos de estilo art nouveau desde tiendas a bancos, oficinas de periódicos, hoteles o restaurantes.

Allí podemos seguir sus huellas a través de las vidrieras firmadas por Gruber en el edificio de la Cámara de Comercio e Industria, la arquitectura de la antigua tienda de semillas Génin (graineterie Génin), del restaurante Brasserie l’Excelsior y el banco Crédit Lyonnais.

Villa les Glycines. Foto Turismo de Nancy

Villa les Glycines. Foto: Turismo de Nancy.

Museo de Bellas Artes

La que fuera sede de la Cristalería Daum es hoy uno de los museos de Bellas Artes más antiguos e importantes de Francia. Acoge toda la colección de cristalerías Daum -más de 600 piezas de cristal- realizadas a lo largo de 100 años de producción (desde principios de la década de 1880 hasta la década de 1990) que se exponen en el marco excepcional de las antiguas fortificaciones de la ciudad. Pueden observarse también piezas que resultaron de la colaboración del legendario fabricante con artistas como Salvador Dali o Hilton McConnico.

Además, alberga obras famosas como el Atardecer en Etretat de Monet, Hombre y Mujer de Picasso, o El Día de Todos los Santos de Friant.

Aún hoy se fabrican y se venden piezas de Daum, que pueden adquirirse en la tienda/taller Cristallerie en Nancy o bien en la fábrica de la firma en Cannes-leChâtel, a unos 20 km de la ciudad en dirección a Toul.

Graineterie. Foto Turismo de Nancy

Delicada ornamentaciónen la Graineterie. Foto: Turismo de Nancy.

Bonus track: los macarons

Antes de marcharnos de Nancy, merece la pena recorrer sus calles en busca de un delicado tesoro más: sus macarons. Cuentan que datan de 1793 y deben su origen a dos religiosas benedictinas que fueron rebautizadas Hermanas Macarons.

Su secreto de fabricación fue transmitido a lo largo de los siglos y aún hoy se guarda con celo. Para comprarlos, dirígete a La Maison des Soeurs Macarons.

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