Mykonos como nunca la habías visto es aún más apetecible

El final del verano devuelve a esta joya de Las Cícladas su esencia más pura: playas increíbles y coquetos rincones, beach club sin masificaciones y sitio en los restaurantes

Mykonos. Foto: Johnny Chen | Unsplash.

Con más de 200 islas que salpican el mar Egeo, las Cícladas, aquellas que ya enamoraron a Lord Byron, son tierra de mitos y leyendas, de playas interminables y casas encaladas envueltas en buganvilla. Santorini, Milos, Sifnos, Paros, Naxos… todas de infinita belleza, pero en esta ocasión, elegimos Mykonos. Glamour, hedonismo y hasta vida bohemia, se abren paso en un lugar a medio camino entre St. Tropez e Ibiza.

Antaño paraíso de la fiesta y la noche, con la pandemia ha vuelto a sacar a relucir aquello que la hace imprescindible: playas de postal, un casco histórico de calles laberínticas, molinos de viento, los beach clubs más aclamados del mundo y, por supuesto, restaurantes fascinantes.

Las playas de Mykonos

Vamos a exprimir hasta la última gota del buen tiempo y ¿qué mejor que hacerlo a pie de playa? Mykonos puede presumir de tener algunas de las más increíbles del Egeo. Arena dorada y aguas cristalinas bañan toda su costa, por lo que no faltan enclaves donde sumergirnos en aguas benevolentes. Paradise beach, Psarou, Korfos, Kalafatis, Lia… Ninguna tiene desperdicio.

Los molinos de viento tan característicos de la isla. Foto: Municipalidad de Mykonos.

Mykonos vive del verano y por ello, en muchas ellas, se han levantado beach clubs, considerados por muchos como los mejores del mundo. Es el caso de Lohan, que pertenece a la actriz Lindsay Lohan en la paradisíaca Kalo Livadi, el gay friendly Jackie O’ en Super Paradise Beach o uno de los más reconocidos, Scorpios.

Un casco histórico de lo más estimulante

Hora (o Chora) es la capital de Mykonos y el centro de todo lo que pasa en la isla. Más allá de fiesta y noche, Mykonos también goza de grandes estímulos turísticos y casi todos ellos se encuentran aquí. De hecho, pasear por Mykonos Town y perderse por por el encantador laberinto de calles estrechas, casitas blancas con puertas de colores y buganvillas es toda una delicia.

Navegantes llegados a la isla empezaron a establecerse aquí y lo que antes eran sus casas son hoy restaurantes, tiendas, bares y hasta clubes nocturnos junto al mar. A esta zona se la conoce como Little Venice y a pocos metros de ella se encuentra otro de los iconos de la isla: sus molinos de viento. No en vano se la conoce como la isla del viento y es que estos gigantes del siglo XVI, actualmente solo decorativos, servían antaño para moler el grano, aprovechando los vientos que azotaban la costa.

Chora, ¿dónde hay que firmar? Foto: Woody van der Straeten | Unsplash.

El desembarco de Pacha en la isla

En una isla donde el hedonismo es forma de vida, era necesario que proliferasen hoteles que combinan lujo, romanticismo y ese encanto griego que tanto nos gusta. Las opciones son infinitas, desde Cavo Tagoo y sus impresionantes piscinas infinity, hasta Soho Roc House, la sede griega del aclamado Soho House.

Para esta escapada elegimos una novedad, que ha supuesto el desembarco en Grecia del grupo español Pacha. A principios de este verano, abría sus puertas Destino Pacha Mykonos y lo hacía en un enclave idílico, sobre una colina con la playa de Agios Stefanos a sus pies y el Egeo como telón de fondo.

Siguiendo la estela de la propiedad en Ibiza, Destino nace como un todo que aglutina hotel, restaurante, bienestar y la mejor música. Apenas 34 habitaciones -todas ellas con una terraza privada- conforman este hotel boutique, construido según la arquitectura tradicional de Mykonos.

Destino Pacha Mykonos. Foto: Grupo Pacha.

En sus espacios interiores se cuela la luz a raudales por sus grandes ventanales y los materiales naturales como la piedra, el lino o la madera dominan el espacio. Lo mismo sucede en las zonas comunes y en el restaurante.

Tradición griega y modernidad, pescados y mariscos frescos, restaurantes de siempre o de rabiosa actualidad conforman una escena gastronómica para disfrutar sin temor a equivocarse

La piscina es el centro y el corazón del lugar. Desde la mañana, la música acompaña a huéspedes y visitantes en el desayuno y muchos algunos días su cabina acoge a los mejores dj’s del panorama internacional, cuando se celebran fiestas como ‘Rumors’.

La gastronomía, con la reciente incorporación del chef Pau Barba al grupo, es punta de lanza de este espacio. Para desayunar, puedes disfrutar desde smoothies preparados con fruta natural, hasta un croque mykonian, elaborado con queso de la isla.

Destino Pacha Mykonos. Foto. Grupo Pacha.

Las comidas y cenas dan paso a platos inolvidables como su mykonian salad con pan crujiente de algarroba o unas keftedakia, receta tradicional de albóndigas que pasarán a encabezar el ranking de las mejores que hayas comido nunca.

Los restaurantes imprescindibles de Mykonos

Mykonos tiene una escena gastronómica excelente. Tradición griega y modernidad, pescados y mariscos frescos, restaurantes de siempre o de rabiosa actualidad conforman un conglomerado al que hincar el diente sin temor a equivocarnos. En la Cíclada hay de todo y para todos los gustos.

Uno de sus restaurantes más especiales es Rizes, uno de esos que nos traslada atrás en el tiempo, concretamente a una granja en el corazón de la isla, donde la tradición se sirve a la mesa. Los productos con los que trabajan proceden directamente de su granja y su huerta, mientras que el vino que sirven lo elaboran allí mismo con los frutos que dan su pequeña extensión de viña.

Cocina griega genuina en Rizes.

Imprescindibles son sus flores de calabacín rellenas de queso, la mousakka o un salteado de cerdo cocinado con tomates y quesos de la isla, así como platos más contundentes como cordero en salsa roja acompañado de orzo, un tipo de pasta de la isla.

Si tuviéramos que elegir un espacio por su enclave y las vistas, ese sería Spilia. Ubicado en la playa de Agia Anna, llegar hasta allí puede parecer de lo más complicado. Una escalera y pasarelas que llevan a un lugar de esos difíciles de olvidar. Colgado, literalmente sobre el mar y levantado sobre una plataforma natural en las propias rocas, Spilia es un sueño.

En sus tres niveles se van ubicando mesas por las que desfilan todo tipo de pescados y mariscos fresco, traído directamente del Egeo. Mejillones, ostras, erizos, gambas, pescados… Todo un paraíso para los amantes de la cocina marinera.

Literalmente colgado sobre la playa de Agia Anna. Foto: Spilia.

Una cena en Chora

Cuando cae la noche, la zona más animada para salir a cenar es Chora. En su entramado de callecitas, dos imprescindibles. Uno se ubica tras una puerta que apenas anuncia lo que nos encontraremos, se trata de Lío, la sede helena del de Ibiza. Dentro, nos espera una terraza al aire libre y mucha diversión.

Si conoces Lío Ibiza, sabrás que se trata de un espacio que aúna la mejor gastronomía con un show delirante. También es así en Mykonos, en el que se representa La Féte Sauvage, una actuación de más de dos horas donde un puñado de talentosos cantantes, bailarines y acróbatas.

El otro viene de la mano de los creadores del mítico Scorpios. Se llama Nōema y, partiendo de la tradición de reunir a amigos y familiares alrededor de una mesa, ha dado un giro al concepto en clave de modernidad y con la estacionalidad y sostenibilidad por bandera.

Foto: Noema Mykonos.

En un lugar repleto de vegetación que nos recuerda a esos restaurantes de la selva de Tulum, en Nōema se disfruta de lo que la tierra y el mar brindan, protagonistas en platos como sardinas a la parrilla con tomates secados al sol y vinagre de romero o fregola con un pesto de hinojo y almejas. Mención especial merece su helado de pistacho, que cuenta ya con una legión de fieles seguidores.

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