El nuevo museo que revela los secretos de la Resistencia francesa

En París reabre la nueva sede del museo dedicado al trabajo de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial

Durante 24 años el Museo de la Liberación en París fue ignorado por parisinos y turistas. Pero en conmemoración del 75º aniversario de la liberación de la capital francesa de la Alemania nazi inaugurará una nueva sede y un refugio que atesora uno de los capítulos más fascinantes de la liberación.

El nuevo museo, llamado Museo de la Liberación de París – General Leclerc – Jean Moulin, recibió una inversión de 13 millones de euros para salir de su antigua sede y reconvertir un palacete neoclásico de Montparnasse, a un paso de de las antiguas catacumbas de París.

El centro neurálgico de la Resistencia

Esta nueva sede no fue elegida por casualidad: debajo de la tierra se encuentra uno de los secretos mejor conservados de la historia bélica de Francia: el refugio antiaéreo que funcionó como centro de coordinación y comunicaciones de la Resistencia francesa.

El nuevo Museo de la Liberación abrirá el 25 de agosto, en conmemoración del 75º aniversario de la expulsión de los nazis de París

Los alemanes, desde que pusieron un pie en París en 1940, sabían de la existencia del refugio construido en 1938, pero nunca descubrieron que era el centro nervioso del movimiento insurgente contra los nazis.

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Propaganda nazi contra la Resistencia. Foto: Pierre Antoine – Museo de la Liberación.

Dentro del refugio

El búnker de la Resistencia es un espacio de 800 metros cuadrados al que se llega tras bajar un centenar de escalones. La pesada puerta blindada y las máscaras anti gases revela que la estructura estaba preparada para soportar un ataque químico.

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A 20 metros por debajo de la superficie se pueden ver las pequeñas habitaciones donde el coronel Henri Rol-Tanguy coordinó las operaciones durante una semana febril, mientras los acorazados y la infantería de los aliados, liderados por el general Philippe Leclerc, se abrían paso entre las líneas alemanas.

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Objetos personales de los parisinos en la ocupación. Foto: Museo de la Liberación.

La experiencia sonora de una semana clave

En este sitio Rol-Tanguy contaba con una central telefónica que le permitía comunicarse con 250 teléfonos en París, entre ellos el cuartel central de la policía y otros refugios antiaéreos, lo que le sirvió para tejer una red de comunicaciones clandestinas que no fue detectada por la Gestapo ni por el ejército alemán.

Las tensiones de este centro se pueden revivir con una experiencia sonora, donde se reproducen las campanillas de los teléfonos, los nerviosos diálogos en el búnker y el martilleo de las máquinas de escribir.

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El refugio que funcionó como centro de comunicaciones de la Resistencia. Foto: Pierre Antoine – Museo de la Liberación.

Entre ellas, la de Cécile Rol-Tanguy, la esposa del coronel que trabajó de secretaria personal y que, a sus 98 años, asesoró sobre la remodelación del refugio.

También se puede ver los ingeniosos dínamos para generar electricidad, construidos con bicicletas fijas.

Pequeños secretos de la Resistencia

En la superficie, las habitaciones del Pavillon Deloux presentan unos 300 objetos relacionados con la historia bélica y la vida cotidiana del París ocupado.

El Museo de la Liberación revela cómo era la división formada por españoles que entró en París antes de la llegada de Leclerc

Allí se pueden ver las pistolas de la 2ª División Blindada de la Francia Libre, un vestido con las imágenes de la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo confeccionado por una mujer para recibir a las tropas aliadas, fotografías, recortes de periódicos y diversos objetos personales de Leclerc y de Jean Moulin, el director del Consejo Nacional de la Resistencia que fue muerto un año antes de la liberación de Francia.

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Armas de la 2a División Blindada. Foto: Pierre Antoine – Museo de la Liberación.

La huella de los españoles en la liberación

También se pueden ver testimonios de la 9ª Compañía de la 2ª División, integrada en su mayoría por españoles y agricultores franceses.

En rigor esta compañía entró antes en París la noche del 24 de agosto de 1944, antes de las tropas de Leclerc, que necesitó un día más para superar las resistencias de la defensa alemana y cruzar, por fin, el Arco del Triunfo encima de sus acorazados.

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El nuevo museo se encuentra en un palacete neoclásico. Foto: Museo de la Liberación.

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