Los mejores sitios para fotografiar Río de Janeiro desde las alturas

Río es mucho más que playa. Rodeada de cerros, desde estas cimas se obtienen espectaculares vistas panorámicas

Río de Janeiro fue bendecida por la naturaleza. Sus playas de arenas suaves y aguas algo azules contrastan con la vegetación que trepa por los morros, como se denominan a los cerros que otorgan a la ciudad carioca una orografía ondulante.

Estos cerros, que llegan a los 1.000 metros de altura, son recomendados atalayas para descubrir la belleza de esta ciudad. En algunos casos hay teleféricos o carreteras que ayudan a la travesía, y en otros, hay que estar preparados para subir las cuestas. Pero el esfuerzo vale la pena.

Pan de Azúcar

Este cerro de casi 400 metros de altura, con su forma de bala, es una de las postales más reconocidas de Río.

La forma más cómoda de llegar hasta la cima es con dos teleféricos, llamados bondinhos: el primero lleva desde Praia Vermelha al vecino Morro de Urca, y allí se aborda el segundo, que conduce al mirador.

[Para leer más: Cómo disfrutar de las playas de Río de Janeiro sin turistas]

Desde ese punto se obtienen hermosas vistas de la ciudad, con la bahía de Guanabara a los pies y con el Cristo Redentor como protagonista lejano.

Los teleféricos aceran a la cima con forma de bala de Pan de Azúcar. Foto: Riotur.

Los teleféricos aceran a la cima con forma de bala de Pan de Azúcar. Foto: Riotur.

El mejor momento es al atardecer, aunque si se quieren evitar las multitudes es recomendado llegar bien temprano.

Cerro del Corcovado

No es el cerro más alto de Río a pesar de sus 714 metros, pero sí tiene al icono que identifica no solo a la ciudad, sino a todo el país: el Cristo Redentor.

El Cristo Redentor, la postal más famosa de Río de Janeiro. Foto: Riotur.

El Cristo Redentor, la postal más famosa de Río de Janeiro. Foto: Riotur.

A esta estatua de 38 metros se puede llegar en carretera, en coche particular o en alguno de los servicios de excursiones que se ofrecen desde la base; o bien subiendo en el ferrocarril eléctrico que cubre el trayecto de 20 minutos.

Para subir al Cristo Redentor hay que tener paciencia porque se forman largas colas para tomar el tren eléctrico

Alcanzar la cima es un ejercicio de paciencia: usar ese servicio de transporte implica hacer largas colas, y una vez en la cima, todo el mundo tiene la misma idea: subir los ocho metros de escaleras y realizar la selfie de rigor.

Pero las molestias por las multitudes se justifican cuando se contemplan las vistas sobre casi toda la ciudad, con sus barrios, nudos de carreteras, playas y el tapiz verde de los cerros cercanos.

Cerro Dos Hermanos

El ascenso a este cerro implica un trekking de 40 minutos a una hora por 1,5 kilómetros de senderos, que no revisten de gran dificultad.

Subir al cerro Dos Hermanos implica una caminata de una hora. Foto: Riotur.

Subir al cerro Dos Hermanos implica una caminata de una hora. Foto: Riotur.

Gran parte del trayecto se hace a través de la favela Vidigal, que hace algunos años dejó de ser el sitio peligroso que era y que ahora abre las puertas al turismo (que de paso aporta ingresos con la compra de bebidas y alimentos).

[Para leer más: Por qué Río de Janeiro merece ser Capital Mundial de la Arquitectura]

Desde las alturas, se pueden tener hermosas vistas de los barrios de Leblon e Ipanema, con la laguna de Rodrigo de Freitas.

Pico de Tijuca

El Parque Nacional de Tijuca es uno de los pulmones verdes urbanos más grandes del mundo, unas 4.000 hectáreas que conserva la vegetación original que reinaba antes de la llegada de la civilización.

Con 1.022 metros es el segundo punto más alto de Río y sus alrededores (el pico Pedra Branca tiene dos metros más). El ascenso se hace por un sendero rodeado de plantas, y el último tramo es a través de una escalera de 117 peldaños excavados en la roca.

Desde el Pico da Tijuca se obtienen vistas de 360 grados de Río. Foto: Wikipedia.

Desde el Pico da Tijuca se obtienen vistas de 360 grados de Río. Foto: Wikipedia.

Al llegar se obtienen vistas de 360 grados de la ciudad y sus costas, así como la bahía de Guanabara y el puente de Río-Niteroi. Si hay buena visibilidad, se llega a divisar la cercana Serra dos Órgãos.

El Pico da Tijuca, con 1.022 metros, es el segundo punto más alto de Río de Janeiro

Este es el pico más importante del parque, que tiene un circuito de 19 kilómetros que permite acceder a diez cerros más.

El Arpoador

Esta no es una montaña ni un cerro, sino una masa rocosa que emerge entre las playas de Copacabana e Ipanema, pero que permiten tener interesantes vistas panorámicas de la ciudad con las arenas y las olas en primer plano.

El Arpoador se abre paso entre las playas de Copacabana e Ipanema. Foto: Diego Baravelli - Wikipedia

El Arpoador se abre paso entre las playas de Copacabana e Ipanema. Foto: Diego Baravelli – Wikipedia

El Arpoador lleva el nombre por los nativos que hace cinco siglos pescaban con largos arpones.

Actualmente hay un barrio residencial y la costa que lo circunda es un imán para los surfistas.

Llegar es relativamente fácil, por un sendero peatonal que conduce hasta donde la masa rocosa se interna en el mar.

a.
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