Los miradores más fascinantes de Gran Canaria

El escarpado terreno de Gran Canaria regala numerosas atalayas desde las que contemplar su paisaje. No hay como ascender a estos miradores para comprobar que el esfuerzo ha valido la pena

MIrador El Balcón. Foto: Turismo Islas Canarias.

Tiene un diámetro de unos 47 km y una superficie total de 1.560 y no le hace falta más. En ese espacio, la isla de Gran Canaria es casi un continente en su totalidad. Y no es exageración. En unas pocas horas es posible disfrutar de playas rodeadas de dunas e imponentes acantilados, altas cumbres y profundos barrancos, bosques de pinos y calderas volcánicas en una impresionante colección de paisajes que se disfrutan mejor desde las alturas.

Seleccionamos los miradores que no solo permiten atrapar las mejores puestas de sol, sino también contemplar la maravillosa diversidad canariona y divisar cuevas y montañas, roques y serpenteantes senderos, pueblos pesqueros y los más hermosos paisajes naturales. Asegúrate de tener memoria en el móvil porque la vas a llenar de fotos. Palabrita.

Mirador del Balcón

Nunca un nombre fue tan certero. Aunque el lugar recibe también la denominación de Andén Verde, se trata de un mirador literalmente colgado sobre un acantilado ubicado en extremo occidental de Gran Canaria, muy próximo a la localidad de la Aldea de San Nicolás.

Mirador El Balcón. Foto: Turismo Islas Canarias.

Uno de esos lugares en los que te sientes pequeño frente a la inmensidad del paisaje que, en este caso, te enfrente a la sucesión de acantilados costeros conocidos como Cola de dragón ya que su silueta recuerda al lomo de este ser mitológico.

La carretera que lleva al mirador, con sus hermosos paisajes agrestes y la majestuosidad del entorno, es por sí misma toda una experiencia.

Mirador Degollada Becerra

En el corazón de la isla encontramos una de las panorámicas más conocidas de Gran Canaria, aunque no por eso menos impresionantes.

Entre los municipios de la Vega de San Mateo y Tejeda, la degollada (como se conoce a los collados o puertos de montaña en Canarias) de Becerra queda definida por las Montañas de la Almagria al norte y de las Mejoranas al sur.

Mirador Degollada Becerra. Foto: Turismo Gran Canaria.

Si mirador, que cuenta también con centro de interpretación, se levanta sobre un antiguo volcán a una altura impactante.

Mirador del Roque Nublo

Con casi 90 metros de altura desde su base, el monolito conocido como Roque Nublo es uno de los símbolos de Gran Canaria y también uno de los hitos más queridos que incluso ha inspirado a pintores, escritores o músicos.

Rodeado de un paisaje en el que predomina el pino canario y otras especies propias de las cumbres de la isla, el Monumento Natural del Roque Nublo es lo más parecido a observar la historia geológica de una isla de la que además es epicentro.

Vista panorámica del Roque Nublo y del Teide. Foto: Turismo Islas Canarias.

Incluido en el Parque Rural del Nublo, forma parte del territorio declarado Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.

Mirador del Pico de los Pozos de la Nieve

Junto al punto más elevado de la isla, el Morro de la Agujerada, a 1956 metros de altitud, el Mirador del Pico de los Pozos de la Nieve se abre como un balcón que mira al Teide y que abarca una panorámica que va desde el macizo de Tamadaba, en último plano al noroeste, hasta el macizo de Amurga, al sureste, en un impresionante arco casi inabarcable de un vistazo.

Mirador Pozo de Las Nieves. Foto: Turismo Islas Canarias.

Barrancos y formaciones volcánicas de todo tipo de formas imaginables invitan a jugar a adivinar parecidos desde este lugar, que debe su nombre a la cercanía de tres pozos construidos a partir del siglo XVII con la finalidad de almacenar para el verano la nieve caída en el invierno. Dos de ellos han sido rehabilitados y son visitables.

Mientras la mente se pierde en la frondosa vegetación de pinares que nos envuelve y que antecede al azul profundo del Atlántico.

Mirador de Unamuno

Mucho antes de su destierro en Fuerteventura en 1924 por el dictador Primo de Rivera, Miguel de Unamuno había estado en Gran Canaria.

Corría 1910 y el escritor vasco llegaba a la isla tras aceptar una invitación para presidir un concurso de poesía. Allí quedó impresionado por el paisaje, especialmente por su cumbre más alta, que calificó de “tempestad petrificada”.

Dijó más: “Los que al cruzar el Atlántico os detengáis un momento en este mesón puesto en una encrucijada de camino de los pueblos, no dejéis de echar pie a tierra en él y si disponéis de tiempo internaos en la isla. No perderéis el tiempo. Os lo aseguro”.

Mirador de Unamuno. Foto: Turismo Islas Canarias.

Lo recuerda un mirador y una escultura precisamente en el pueblo más alto de Gran Canarias, Artenara, a 1.270 metros de altitud. La estatua, obra de Manolo González, se ubica en el punto justo donde Gran Canaria se da la mano con el cielo.

Representa a Unamuno en una actitud contemplativa, observando el paisaje cautivador que incluye el Bentayga y el Roque Nublo, el mismo que ahora podemos admirar nosotros aunque será difícil superar su descripción: “Todas aquellas negras murallas de la gran caldera, con sus crestas, que parecen almenas, con sus roques enhiestos, ofrecen el aspecto de una visión dantesca”.

Mirador El Guriete

Hay que desplazarse hasta el Barranco de Tirajana para contemplar las fortalezas de Ansite, un yacimiento arqueológico vinculado a la conquista de Gran Canaria y su incorporación definitiva a la Corona de Castilla en 1483.

Mirador El Guriete. Foto: Turismo Gran Canaria.

A pocos minutos en coche del pueblo de Santa Lucía de Tirajana (y también accesible a pie o en bicicleta), este balcón regala también envolventes vistas de un paisaje abrupto en el que destacan los verdes palmerales.

Mirador Degollada de las Yeguas

En el borde occidental del Macizo de Amurga, mirando hacia el Barranco de Fataga, encontramos la Degollada de las Yeguas. Se trata de un barranco excavado en coladas de rocas que corresponden a las últimas fases del primer ciclo volcánico de Gran Canaria (se estima que emitidas entre 12 y 11 millones de años).

Mirador Degollada de las Yeguas. Foto: Turismo Islas Canarias.

El torturado paisaje permite ver vegetación semidesértica, palmeras y el drago grancanario, esa rareza botánica que no se da en ningún otro lugar de mundo.

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