Mario Vargas Llosa ya tiene su circuito turístico-cultural en Perú

Los turistas que viajen a la localidad peruana de Arequipa, ciudad natal de Mario Vargas Llosa y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 2000, tendrán la oportunidad de descubrir parte de la historia del premio Nobel de Literatura con una nueva ruta turístico-cultural.

Este circuito, impulsado por el gobierno regional, acaba de comenzar a promocionarse por diferentes operadores turísticos. Durante tres horas, los visitantes pueden descubrir, acompañados de guías, dos bibliotecas estrechamente relacionadas con el escritor y el ‘plato fuerte’: su casa-museo.

La cara más oculta del premio Nobel

La biblioteca regional Mario Vargas Llosa, creada hace cinco años, cobija miles de libros, además de interesantes salas de lectura, estudio y exposiciones, una hemeroteca y un auditorio. Ubicada en la casona del XVIII en la que vivió el poeta Benito Bonifaz, sus estancias conservan el estilo arquitectónico de la época, especialmente relevante en sus patios.

Por su parte, la biblioteca personal de Mario Vargas Llosa, inaugurada el año pasado en otra casona solariega, conserva los más de 7.000 libros que el premio Nobel ha donado a su ciudad natal. Cuenta también con salas de estudio y salones que siguen recibiendo los libros que regularmente envía el literato.

Por último, la casa-museo Mario Vargas Llosa ocupa una villa, dividida en dos niveles, que destila arte y cultura. El recorrido comienza en la planta de arriba, en la habitación donde nació, y finaliza en la planta baja, en la llamada sala de galardones. Un total de 16 estancias diferentes, repletas de objetos personales, invitan a descubrir una de sus caras más ocultas y alejadas del ‘papel cuché’.

Fachadas barrocas

A hora y media de avión al sur Lima, Arequipa también es conocida como la Ciudad Blanca. La mayoría de sus edificios y mansiones han sido construidos con sillar, una piedra blanquecina que proviene del cercano volcán El Misti.

Su centro histórico –declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 2000- está formado por edificios históricos, iglesias y conventos de la época colonial y republicana, integrando técnicas arquitectónicas europeas y nativas. Casi todas sus calles permiten admirar el trabajo que antaño realizaron los maestros y albañiles criollos, sobre todo en la intrincada decoración barroca de muchas de sus fachadas.

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