Los mejores lugares para ver delfines y ballenas en España

En aguas del Mediterráneo y el Atlántico hay numerosos puntos donde se pueden avistar a los rápidos delfines y a las descomunales ballenas, una experiencia natural incomparable

Hay pocos encuentros con la naturaleza más impactantes que el avistamiento de ballenas, cuando estos gigantescos cetáceos emergen a la superficie y, movidos por la curiosidad y por las ganas de jugar, suelen regalar algún salto acrobático o un suave movimiento de aletas.

Y ni hablar de los delfines, que en numerosos puntos del Atlántico y el Mediterráneo son una presencia más que constante, donde como torpedos grises acompañan el vaivén de las embarcaciones saltando sobre las olas.

En las Islas Canarias y en las costas de Galicia, Murcia y Almería hay diversos rincones donde se pueden realizar avistamientos de cetáceos.

Vueling, que tiene numerosas conexiones a estos puntos, ofrece a sus pasajeros el servicio de Vueling Activities, con el que se pueden contratar excursiones marítimas con guías en catamaranes y lanchas donde, en un momento u otro, estarán acompañados de ballenas, marsopas y delfines.

Tenerife

Los cetáceos que visitan las costas de Tenerife suelen concentrarse en la franja suroeste de esta isla canaria.

Las excursiones parten desde los puertos de Los Cristianos, Puerto Colón y Los Gigantes, donde según el momento del día y el estado del mar aparecerán los lomos grises cerca de los acantilados que protegen el litoral.

Entre las especies más comunes están los delfines de las variedades mular y el calderón tropical, que se lo conoce como ballena piloto pero que pertenece a la primera especie.

Menos comunes son los delfines moteado atlántico, el de diente rugoso, el listado y el calderón gris, así como el rorcual norteño.

Si se tiene suerte, es posible detectar a los gigantescos cachalotes, característicos con su gigantesca cabeza.

La Palma

Al oeste de La Palma, otra de las Islas Canarias, diversas especies de cetáceos suelen visitar las costas de la villa de Tazacorte, un pueblo de casas de colores y con una importante producción de plátanos.

A pocas millas de su puerto se divisan las formas espigadas de los delfines mular, el de dientes rugosos, el moteado, el calderón tropical y el zifio de Blainville.

En aguas más alejadas se pueden llegar a ver cachalotes, que suelen ser hembras que viajan acompañadas de sus crías.

Rías Baixas

Desde Vigo, en las Rías Baixas, parten diferentes servicios que ponen rumbo al océano en búsqueda de ballenas y delfines.

Es muy raro ver a la ballena azul, el animal más grande en toda la historia, pero sí es frecuente encontrarse con arroaces, marsopas comunes, delfines grises, listados y comunes y calderones.

Algunas de estas especies viven permanentemente en este rincón del Atlántico, pero otras solo están de paso en sus rutas migratorias.

Según la organización Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Marinos, hay 15.000 ejemplares de cetáceos en aguas gallegas, de los que la población de 900 delfines es la más numerosa.

Murcia

En la bahía de Mazarrón, sobre la franja murciana del Mediterráneo, diversas variedades de delfines suelen acercarse a pocas millas del litoral.

La especie que más se deja ver es el delfín listado, seguido por el mular y en menor medida el calderón común.

El primero de todos ellos llega a estas aguas para alimentarse y criar a su prole, que suele ser de dos o más miembros.

En tanto al calderón común se lo detecta por el Golfo de Vera. Más raro es dar con el zifio de Cuvier, y muy de vez en cuando puede emerger el lomo oscuro de ballenas como el rorcual común y el cachalote.

Almería

El Mar de Alborán, sobre las costas de la provincia de Almería, es una de las zonas con más tránsito marítimo del litoral español.

Sin embargo, las embarcaciones no ahuyentan a las numerosas poblaciones de cetáceos que tienen a estos parajes como su hogar o su vía de paso.

Entre las especies residentes están el delfín listado, el común, el mular y el calderón común de aleta larga, mientras que en los períodos del año en que crece la población de peces se acercan ejemplares de odontocetos (o sea, que tienen dientes) como la orca y el cachalote.

La primera suele observarse entre julio y septiembre, y el segundo entre marzo y julio.

En el Mar de Alborán también suele nadar, entre mayo y julio, el rorcual común, que busca la salida del Mediterráneo hacia el estrecho de Gibraltar en su ruta migratoria anual.